Capitulo 9

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CITA!?






El sábado había llegado en un parpadeo, y eran aproximadamente las 9:30 am, cierto pelinegro se encontraba sentado en unos de los sillones de la sala a la espera del prefecto.

Ah, me siento nervioso— suspiro el menor

—Por que? — pregunto una peli/azul la cual venia de la cocina y se sentaba al lado del semi/sayayin.

—No lose, sera por que es la primera vez que salgo con alguien que no sean los muchachos?.

—Jajaja, vamos yo no veo la diferencia Gohan

—ash! Bulma no eres buena subiendo el animo—dijo en tono divertido.

—Jajaja mira que gracioso— dijo sarcásticamente la oji/azul.

El menor simplemente suspiro, sus padres tenían razón, Bulma casi no cambio desde que ellos la conocieron.

—Bueno, solo irán a aquella pastelería de promoción, solo es salida tu tranquilo, ni que fuera una cita—aclaro

—ay, creo que me siento mal— dijo en menor mientras ponía una cara decaída.

Bulma simplemente puso los ojos en blanco y comenzó a gritarle al menor el cual la ignoro y le saco la lengua entre discusiones sin sentido y lloriqueos de los menores sedieron las 10:00 y el timbre de la puerta sonó; Milk al estar ajena ante la riña de la sala fue abrir encontrándose con el niñero de su hijo menor.

—Oh! Kioya que se te ofrece? — pregunto Milk al ver al nombrado

—Vengo a recoger al Omnivoro —dijo sin mucho afán

—Omnivoro?, Quien es? —extrañara por el apodo pregunto quien era.

—..... Gohan— suspiro

—Ah!, claro, jeje ya le hablo, pasas o lo esperas?

—Mejor lo espero acá fuera.

La mayor hacintio y se adentro a la casa en busca de su hijo mayor, a los pacos segundo el Omnivoro que buscaba salio y cerro la puerta detrás de el.

—Nos vamos?.

El azabache no dijo nada y comenzó a caminar, siendo seguido por oji/negro; en tan solo minutos llegaron aquella pastelería que ya habían visitado.

—No cabe duda que vendré todos los sábados! — chillo el menor al probar su rebanada de pastel de chocolate.

—Si vienes a comer todos los sábados que hay promoción te pondrás gordo — comento Hibari al probar su pastel de café.

—waa!,no veo la razón de preocuparse— comento —Los sayayin  podemos comer de amonton y no engordamos— susurro el menor y volvió a probar su rebanada.

—ah, haci que te veré comer de amontones— resignado siguió comiendo.

—Nah, yo se comportarme— el semi/sayayin se encojio de hombros.

—Tambien tomate tu malteada, nomas me haces gastar —refunfuño el mayor al ver que Son solo comía.

—Ya, ya, también me la tomare — suspiro y luego hizo un puchero para tomer su malteada tambien de chocolate.

El Sayayin que Enamoró al Demonio de Namimori [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora