WARNING #1- 𝐂𝐚𝐫𝐥 𝐠𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬

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𝗔𝗚𝗢𝗦𝗧𝗢 𝟮𝟬𝟭𝟯

Desde ese día en el que su padre se había enterado de que Venus había estado husmeando entre sus cosas. las torturas no paraban, y se hacían peores cada vez mas, algunas la hacían ver el mismísimo infierno, mientras que con otras, hubiera preferido estar muerta. No le daba de comer por horas, a veces se hacían días en los que la joven no tocaba un trozo de comida, algo que ocasionó perdida de peso al igual que perdida de fuerzas, ahora estaba mas delgada que antes, y su estado físico era crítico, hablando de los daños corporales. No le daba agua muy seguido, lo que hacía que en ocaciones se desmayara. A este paso la joven prefería estar muerta, que estar sufriendo todo lo que sufría, era una dura y horrible tortura, que parecía nunca acabar.

Andrea nunca hacían nada, a veces le traía comida y hasta ahí llegaba, no hacía ni decía nada al ver a la joven en tan critico estado. La joven hasta pensaba que había vuelto a caer en las comunes manipulaciones por parte de su padre, y ahora se encontraba obedeciéndolo en cada cosa, sin importar que su "amiga", o la que ahora sería su hijastra, estuviera como un presa, encarcelada, con falta de alimentación y sin ninguna tipo de cuidados médicos.

(...)

Sin embargo, la peor parte del día, era cuando uno de los hombres del "gobernador" entraba a su habitación y como si fuese ya costumbre cargaba su débil cuerpo y se la llevaba al sótano del lugar, en donde procedía a agredirla verbal y físicamente. Venus nunca supo el porqué su padre le hacía esto, quizá para descargar toda su ira en ella, o para divertirse viéndola retorciéndose del dolor. Diariamente aquel amigo del gobernador la visitaba para nada mis ni nada menos que obligarla a tener relaciones sexuales, y torturarla durante ello, y todo siendo una orden del jefe, su padre. La joven desde hace bastante tiempo había perdido las fuerzas, su cuerpo estaba tan debilitado que no le permitía hacer ni las mas mínimas cosas como hablar, o caminar sin tener que ser ayudada o cargada por alguien, era simplemente un horrible castigo, que ella no merecía.

La vista de Venus ya se encontraba borrosa, ya que estaba algo mareada, y la cabeza le daba muchas vueltas, el hambre que traía con ella le daba ganas de vomitar, y ni hablar de la sed. Ya ni siquiera recordaba la ultima vez que había tocado un plato de comida, o la ultima vez que había sentido agua abajar por su garganta, y esto atentaba contra su vida. Había sentido un fuerte golpe en su espalda, a lo que aquel hombre la tiró al piso en el momento que llegaron al lugar de siempre. Con las pocas fuerzas que había obtenido comenzó a arrastrarse hacia un rincón en donde se sentaría y abrazaría sus piernas desnudas, hacía frío, y su cuerpo temblaba de manera brusca. Venus pudo escuchar como cerró la puerta de golpe, el sonido fue tan fuerte que la pobre chica pegó un pequeño salto en su lugar y levantó la mirada dándose cuenta que aquel hombre se acercaba cada vez mas, lo que le causó terror.

- Te he extrañado mucho, preciosa. - La joven al sentir el tacto de aquel hombre en su mejilla corrió el rostro mientras negaba con la cabeza, las lagrimas no tardaron en salir y los sollozos no tardaron en escucharse, ella no quería que la siguiese lastimando, ya no aguantaba vas, y probablemente de esta no saldría con vida.

- sabes que no me gusta cuando lloras, le quitas la diversión al momento. - por un momento la joven pensó que iba a golpearla, pero en vez de esto, de manera brusca limpió las lágrimas que caían por su rostro, como símbolo de advertencia. Para después llevar su otra mano hacia su espalda y quitarle el sujetador de un tirón.

- No... -murmuraba la joven intentando no llorar, ya que si lo hacía le iría peor. El hombre frunció el ceño de nuevo, para después jalarla bruscamente del brazo y tirarla al piso, comenzando a gritarle y a llamarla de todos los nombres posibles.