𝗦𝗘𝗣𝗧𝗜𝗘𝗠𝗕𝗥𝗘 𝟮𝟬𝟭𝟯
Carl Grimes.Habían pasado meses desde que ella no estaba, alguien se la habían llevado y eso era seguro, de lo contrario su cuerpo ya hubiese aparecido, o al menos los restos de el. Dudábamos si estaría viva o muerta en aquel lugar en donde pensábamos que la tenían. Teníamos miedo de lo que podrían llegar a hacerle, o teníamos miedo de pensar las cosas horribles que Venus estaba sufriendo. Estaba lleno de ira, y mucho mas con mi padre, el cual simplemente parecía estar despreocupado, mientras que Venus podría seguir allí afuera pasando por lo peor. Quizá me estoy apegando mucho al tema, o estoy apegándome mucho mas a alguien que no se si siga con vida, y quizá lo mejor sea seguir adelante y darme por vencido, pero no, no descansaré hasta saber de ella. En estas ultimas semanas no ha pasado nada relevante, mucha gente ha venido pidiéndonos ayuda, y ahora gracias a eso pasamos de ser un grupo a una comunidad cada vez mas grande, algo que me tranquiliza. Pero aún así, Venus no está aquí, lo que hace que esa tranquilidad se desvanezca cada vez que piense en ella.
- Hijo. - Escuché como la puerta de mi celda se abrió, por lo que de reojo pude ver como padre se sienta al lado de mi, ya que yo me encontraba sentado en mi cama afilando mis cuchillos. Yo murmuro un "¿uhmm?" algo cansado. - has estado ausente mucho tiempo, y sinceramente estoy preocupado.
- aja. -murmuro sin despegar la mirada de mis cuchillos, parecía estar en mi propio mundo ahora mismo. Mi padre se pone a mi altura y me toma de los hombros obligándome a que lo mire. - ¿que es lo que quieres?, estoy ocupado.
- quiero saber que te sucede, carl. Quiero saber porqué mi hijo se la pasa todo el día encerrado, dejó de comer como antes, y es grosero con los demás. -mi padre me mira con preocupación aunque a la vez con algo de rabia, yo solo desvío la mirada a lo que estaba haciendo anteriormente, escuchando como el suspira.
Contarle de mis problemas no solucionará nada, no la traerá de vuelta. No hará que todo vuelva a ser como antes.
- ¿carl?
- Estoy bien, no se de que hablas. - Actué indiferente mientras cerré mis puños y salí de mi celda agarrando mi pistola. El era la persona que menos me entendía, el no podía venir como si nada y comenzar a "preocuparse" por mi, ya que cuando mamá estaba, el nunca lo hacía. No puede pretender que todo ya está bien, cuando no. Mi madre no está, tuve que matarla, tuve que ver como moría mientras que tenía a mi pequeña hermana. El no parece afectado, simplemente ha seguido con su vida, como si nada hubiese pasado.
Salí de la prision y me fui corriendo por el bosque, necesitaba caminar un rato e intentar despejar mi mente, en la cual el nombre de Venus se repetía constantemente. Con la mayor sinceridad del mundo no sabía porqué demonios seguía buscándola, algo dentro de mi sentía la necesidad de saber si ella estaba bien. Y por mi parte estaba realmente confundido, aunque siempre es mejor hacerle caso a tus presentimientos, y tenía el presentimiento de que ella estaba metida en un gran lío.
La pregunta era ¿porqué se seguía negando?, su corazón latía por ella y el lo sabía, solo que no era capaz de aceptarlo, por lo que se lo negaba a si mismo como algo imposible de suceder. Tal vez su conciencia tenía razón, y solo se estaba engañando a si mismo, todo daba tantas vueltas en su cabeza, estaba tan confundido, hasta el punto en el que parecía un completo bipolar.
Me preocupaba por ella, quería saber donde estaba, quería encontrarla y traerla de regreso, tenía un mal presentimiento, sabía que algo malo estaba pasando, algo muy malo.
Logré encontrar un lugar en donde refrescar mi mente y recostarme por varios minutos sin ser atormentado. Me recosté debajo de un árbol apegando mi espalda al duro tronco de este, cerré los ojos fuertemente y me adentré en mis pensamientos soltando un suspiro. Pero aquella paz duró muy poco, ya que el sonido de un vehículo llegó a mis oídos, por lo que me levanté inmediatamente con mi arma en alto, y me escondí detrás de ese mismo árbol. Había una camioneta blanca que se había estacionado unos cuantos metros alejados a mi. De esta salió un hombre con una gran ametralladora en manos, junto a otro hombre robusto. Parecían estar bien acomodados, debido a que sus prendas estaban bastante limpias y el vehículo estaba impecable. Quizá me estaba arriesgando mucho, pero debía averiguar quienes eran esas personas y donde estaban situadas, esa información nos serviría de mucho. Me acerqué a ellos escondiéndome detrás de unos arbustos, así podría escuchar mejor su conversación.
"Sam, no podemos dejarlo aquí, tenemos que devolvernos"
Vi como habló el chico robusto con cierto miedo mientras miraba lo que parecía ser un saco negro, el cual lo agarraba el otro hombre.
"Si lo llevamos de vuelta a Woodbury, ¿que crees que pasará? Anthom nos matará por no deshacernos del cuerpo."
Aquel otro hombre arrojó el gran saco a un pequeño río de caminantes que había allí, mientras hablaba con cierto fastidio en su tono de voz. ¿Woodbury? De seguro era el lugar en donde ellos se acomodaban, y viendo sus fachas, de seguro era un buen lugar.
"Y si no nos mata Anthom, el gobernador lo hará si se entera que fuimos cómplices de la muerte de uno de sus amigos. Así que, que se joda tu amiguito que cree que puede controlarnos."
¿Anthom? ¿El gobernador? De seguro eran los lideres de aquel lugar, mencionaban sus nombres con temor. De la nada me sobresalté al escuchar un disparo, por lo que levanté las cejas viendo la escena frente a mi, aquel hombre de la metralleta le había disparado al robusto, vaya personas las de aquel lugar.
El hombre algo aturdido después de unos minutos se volvió a montar en la gran camioneta y se fue por el camino por el cual vino, se fue hacia el norte. Bueno, al menos no había venido al bosque en vano, me iré con buena información.
- ¿renacuajo?
Unas voz conocida me habló por mis espaldas, por lo que me volteé encontrandome con daryl mirándome con una mirada bastante cansada, de seguro ya estaba arto de mi actitud rebelde.
- ¿que haces a estas horas fuera de prision? ¿Tu padre sabe que estás aquí? - daryl pregunta con una ceja alzada, por lo que yo desvío la mirada y niego con la cabeza. - Carajo, anda muévete, no vine a hacer de niñera.
Suelto un suspiro y camino de vuelta a la prision, al menos había descubierto algo, ya sabía el principio del camino para encontrarla, sabía que ella estaba ahí, había algo que me lo decía. Ya sabía cual sería mi primer paso.
Capitulo 10.
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WARNING #1- 𝐂𝐚𝐫𝐥 𝐠𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬
أدب الهواة𝙒𝘼𝙍𝙉𝙄𝙉𝙂 | desde su llegada al mundo, toda su vida se convirtió en un caos, su familia se volvió pedazos cuando su madre falleció. Su hermana menor era la única que lograba alegrarle el día, ya que su hermano nunca estaba para ella, y su padre...