6

164 11 2
                                    

𝗝𝗨𝗡𝗜𝗢 2013

Abrí los ojos lentamente debido a que una fuerte luz blanca chocaba contra mi rostro y me cegaba por completo, no recordaba lo que había pasado, sólo como caía al piso inconsciente y veía todo negro. No estaba en la prision, eso era seguro, en la prision no tenían electricidad y no había tanta luz como en este lugar. Mi cabeza se encontraba dando vueltas, me dolía justo en donde tenía la cicatriz de aquel golpe de hace unos meses atrás, pero el dolor no era tan insoportable. A lo que finalmente puedo abrir mis ojos por completo comienzo a mirar mis alrededores con detenimiento, efectivamente no estaba en la prision, había mucha luz y las paredes eran blancas. Parecía estar en una enfermería, ya que podía visualizar bastantes cosas como jeringas, además de estar acostada en una camilla de hospital. Quise pararme pero un dolor punzante llego a mi pierna derecha,por lo que me di cuenta que esta estaba vendada en la parte del muslo. A mis espaldas había una ventana, por lo que como pude extendí mi mano para subir las persianas, de inmediato mis expresión cambió a una confundida ante lo que estaban viendo mis ojos, ¿en donde carajos estaba? ¿Acaso estaba soñando? ¿Estoy muerta? Joder el cielo es mucho mas diferente a lo que yo me imaginaba. Parecía como si no estuviese pasando un apocalipsis afuera, había mucho sol, y personas caminando por las calles de lo que parecía ser un vecindario, ¿acaso estaba en otro país?, no lo creo, no creo que hubiese estado inconsciente por tanto tiempo. A mi costado vi que tenía una pequeña mesita, por lo que generé fuerzas y me levanté, apoyando ambos brazos en la mesita para no caerme. No había nadie mas que yo en la habitación, así que tenía que buscar una forma de salir por mi cuenta.

Al salir de aquella casa, quedé pretificada ante  lo que podía ver, era un gran vecindario colorido, habían personas caminando, niños jugando por las calles, esto no podía ser real, había electricidad, tenía tiempo sin ver algo parecido, las luces de los postes encendidas aunque fuese de día, estaba confundida, muy confundida. A mi costado había un hombre el cual se encontraba sentado en una banca tomando lo que parecía ser whisky, así que con algo de dificultad me acerqué a el y le toqué el hombro así ganándome su atención.

- disculpe, ¿que es esto? -Pregunté con una expresión de confusión notoria en mi rostro, y aquel hombre ante mi pregunta pareció confundirse mucho más de lo que yo estaba , pero por un momento su semblante se alivió.

- Ah, eres la nueva. El gobernador se alegrará al verte despierta.

Arqueé una ceja, ¿gobernador? ¿Estaba en un tipo de comunidad o algo así? Era lo único que se me venía a la mente al ver a tanta gente alegre y en buenas fachas, como si no estuviese pasando un caos afuera. El hombre se levantó y se fue, sin darme ninguna respuesta, solo confundirme más. Ya estaba perdiendo el balance de mis piernas, así que no encontré de otra que sentarme en la misma banca en donde aquel hombre anteriormente estaba sentado. Mi mente hacía su mayor esfuerzo en recordar lo que había pasado y como había llegado aquí, pero no podía, el único recuerdo que tenía era yo saliendo de la prision para cubrir una zona, prision a la cual al parecer no voy a volver, ya que ni siquiera se en donde me encuentro parada.

- Venus.

Escuché como una voz masculina me llamaba por mi nombre, una voz que definitivamente había escuchado en el pasado, y que se me hacía claramente conocida, miré hacia mi costado sólo para que mi sangre se helara y sintiera como un balde de agua fría me caía encima, esto no podía ser verdad, esto no podía estar pasándome, ¿como el puede seguir vivo? ¿Como pudo dar conmigo tan fácilmente? Lo que mas quería en ese momento era levantarme y salir corriendo, estaba jodida, me había jodido. De inmediato sentí como aquel asqueroso hombre se acercó a mi y me rodeó con sus brazos abrazándome fuertemente, tenía un olor diferente, por primera vez en toda mi vida me atreví a decir que me gustaba su olor, por primera vez en la vida no olí alcohol en su ropa.

  WARNING #1- 𝐂𝐚𝐫𝐥 𝐠𝐫𝐢𝐦𝐞𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora