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Descanso - • Dipper Pines • -

Relación: Un humano que ha hecho un trato no formal con un demonio (tú).

❤️ V I Ñ E T A ❤️

Era el día en que Dipper por fin podría encontrarse contigo. No iba negar la emoción que recorría todo su cuerpo. La idea de volver a pasar tiempo contigo a pesar de la distancia, resultaba ser muy abrumador. Tal vez fue mala idea haberse desvelado tanto el día anterior, y los días anteriores a ese, pero no era su culpa, no, tenía que encontrar una estrategia para mantener alejado a Bill.

—¿Has dormido recientemente? —Preguntaste. Algo que por supuesto, iba más para el punto "¿qué no te dejó dormir?". Era obvio que ese chico no durmió.

—¿Por qué lo dices? —No quiso voltear a verte. Sus dedos no pararon de jugar con su chaleco. Le ponía nervioso un regaño de tu parte. Aunque lo merecía.

Bill. Literalmente ese demonio se había estado metiendo hasta en sus sueños recientemente. Jugaba tanto con sus debilidades, que al despertar de esa "pesadilla", siempre terminaba sin poder regresar a dormir. Esa era su rutina desde que se le ocurrió la grandiosa idea de afrontar a un demonio de miles de años, con solo su intelecto. Ahora que lo pensaba, no había sido muy listo.

—Andas de paranoico viendo a todos lados —Desde que se habían encontrado ni siquiera habían cruzado miradas. No paraba de temblar y ver a su alrededor.

—¡No soy un paranoico! —Gritó. Su expresión lucía arrepentida. No deseaba desquitar su falta de tranquilidad contigo. Eras su única luz en estos momentos.

—No grites Pines, estoy a tu lado —Expresaste. Sonaba un ruido extraño en tu oído. No querías terminar sorda.

—No me llames por mi apellido... —Jugueteo con sus dedos sin saber como expresarse. En verdad necesitaba una pequeña siesta sin preocupaciones.

—Sientes que te "regaño", lo sé —Suspiraste. No tenía caso regañarlo cuando lucia tan desesperado por descansar. Tenías que ayudarle.

—Me preocupa que Bill le haga daño a mi familia —Confesó tras un corto silencio. No podía despegarse del tercer diario. Era su única arma y defensa.

—¿Mabel no fue por el cabello de unicornio? —Recordabas haber oído esa anécdota del pequeño humano unos días antes.

—No podemos quedarnos dentro de la cabaña por siempre —Por él lo haría, pero su tío abuelo y Mabel eran otro asunto. Stanford sería el único en acompañarlo.

—Tampoco puedes no dormir por siempre, Pines — Recordaste. Los humanos eran tan débiles, más cuando estaban en pleno crecimiento.

—Disculpa —Lo que menos quería era verse como alguien poco confiable ante ti. Seguías siendo una chica cercana a él, al final de cuentas.

Dipper ya no aguantaba. Estaba tan agotado de todo el esfuerzo por la sobre vivencia y cuidado de su familia, que ya no tenía razonamiento de sí. Solo quería descansar. Por supuesto, olvidaba que sus pensamiento podían ser fácilmente leídos por alguien como tú. Pasó un par de segundos para que cambiaran de estar sentados contra un árbol, a Dipper usando tus muslos de almohada.

—¿¡Q-Qué haces!? —Sentía mucho calor. Al tratar de levantarse cayó nuevamente debido al mareo. No quería ver hacia arriba. Era grosero ver tus pechos.

—Duerme un rato, yo cuidaré tu mente —No ibas a permitir que alguien se le ocurriese la idea de molestar al niño. No contigo cerca.

—¡P-Pero Bill...! —Ese demonio aprovecharía su vulnerabilidad. Descuidarse estando tan cerca de encontrar alguna debilidad podrían ser su peor error.

—Tú eres mi cliente, Bill no puede meterse en esto o romperá la neutralidad que mantengo con él —La pelea entre demonios siempre resultaba mala idea.

—No quiero ponerte en riesgo —Él ya conocía lo peligroso que podría ser Bill. No quería verte en peligro. Eras muy preciada para él.

—¿En serio Dipper? ¿Recuerdas que yo también soy un demonio, no? —No eras débil. Tal vez el físico no ayudaba, pero tus poderes eran un gran contraste.

Dipper Pines, él reconocía tu grandeza. Por algo había aceptado confiar en ti y hacer un trato, no formal, y aún así, el pacto ya existía entre los dos. De todas maneras, lo que menos quería Dipper era seguir arrastrando a la gente debido a su baja capacidad de protección. La idea de lastimarte gracias a sus arriesgadas acciones era algo que jamás podría personarse. Le gustas a fin de cuentas.

—Yo... —Cerró sus ojos para ya no ver más tu figura. No era un pervertido. Sus párpados pesaban y ahora era difícil volver abrirlos. Tenía mucho sueño.

—Solo duerme —Oír tu voz le relajaba de sobremanera. Era imposible no querer acatar cualquier orden que le dieses con ese tono de voz—. Yo cuidaré de ti.

Dipper no pudo refutar algo debido a que el cansancio ya había hecho de las suyas. Confiaría en tu fuerza y prometía pagarte esto en un futuro. Además, estar cerca tuyo era suficiente para relajarlo. Su mundo era importante, pero tampoco debía privarse de los bonitos momentos con las personas que amaba. No quería seguir posponiendo tiempo que podría disfrutar a tu lado.

Definitivamente iba pagarte este favor al despertar.

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Dipper no seas otaku/gamer y duerme más de 3 hrs porfa</3

¡Gracias por pasearse por aquí! ¡Bonita semana!❤️

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