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Locura - • Jack Heart • -

Situación: Fuiste capturada por la Reina Roja. Lograste ayudar a que Alice regresara a su mundo, pero tu sacrificio fue el pago. Estás encerrada en una celda y tu única compañía es el guardia corazón.

❤️ D R A B B L E ❤️

Tenías mucho frío y hambre. Llevabas ya un par de días desde que te la habías pasado encerrada en ese oscuro lugar. Tenías miedo, pero pensar en Alice fuera de ese lugar te recordaba que todo el sacrificio valía la pena. No querías verte patética frente al enemigo, por lo que no te podías permitir llorar. El problema es que cada vez era más complicado retener todos los malos sentimientos, querías algo de privacidad pero ese guardia simplemente no se iba del lugar.

—¿No tienes otro esclavo al cual vigilar? Quiero privacidad, corazoncitos.

—Nop, solo tú querida, es un honor tenerte frente a mi~.

—¿Y tu reina? ¿Va cortar mi cabeza o piensa seguir sentada en su trono siendo halagada por gente falsa?

No tuviste tiempo para siquiera pensar en alguna otra queja, cuando el guardia ya estaba entrando a la celda. Tu cuerpo se estremeció con claro terror ante lo desconocido. Evitaste gritar, pero fue claro el quejido involuntario al sentir su mano cubrir tu muñeca y obligarte a ponerte de pie. No hablo por unos momentos, pero no dejaba de verte con esa expresión seria. Su silencio solo alimentaba el miedo que habías estado tratando de reprimir.

—Alice me advirtió de tu gran boca, pero no creí que fueses tan torpe.

—¿Conoces a Alice? Es decir, más allá de "quiero entregarla a mi reina".

—¿Crees que solo tú participaste en su escape?

—Pero si tú eres un...

—Sacrifique tu libertad, por la de ella.

El impacto que contrajo esa revelación fue más fuerte de lo que se hubiese esperado. No tenías tiempo para siquiera expresar la furia que estaba naciendo en tu interior, la sorpresa era más abrumadora en esos instantes. El sentir como tu cuerpo era acorralado contra la pared, fue suficiente para que regresaras a la realidad. Ver de cerca a quien había estado este par de días junto a ti sin dirigirte la palabra era asombroso. Cabello castaño y grandes ojos, en realidad, si no fueses consciente de la traición-sabotaje hacia ti, tal vez, le hubieses invitado a salir. En una línea de tiempo alterna donde fuesen felices.

—Si hubiese aportado para tu liberación, Alice probablemente no se habría querido ir.

—Alice quería llevarme, pero algo la detuvo y cuando volví mi vista hacia ella, ya no...

—Yo fui quien lo impidió.

—¿Por qué? ¡Pudimos haber escapado juntas!

Quedaste en silencio. No fue necesaria ninguna amenaza por parte de tu compañero o alguna acción de su parte, su expresión mostraba más de lo necesario. Era claro que importaba poco tus quejas sobre el "hubiese", él volvería hacerlo y estaría gustoso de repetirlo. Sus ojos mostraban ese desinterés y su sonrisa satisfacción, una extraña y peligrosa combinación cuando iban dirigidos a tu persona. Era complicado huir cuando estabas bien acorralada. Podías ser impulsiva más no idiota, tú tenías agallas pero él entrenamiento, un movimiento en falso y morirías de una forma realmente patética. Necesitabas estrategia.