Ushanka
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Nieve caía.
Tenue.
Todo fuera estaba cubierto de un prístino manto blanco, tan puro que hasta parecía irradiar luz propia. Este era el paisaje que había quedado después de la fuerte tempestad de la noche anterior; ya todo en paz, se podría apreciar el arcoiris después del aguacero.
Fyodor estaba envuelto en tres frazadas; la suya, blanca con pequeños estampados de manzanas rojas, y dos más, la de Sigma, lila con galletitas, y la dd Nikolai, rosa fucsia con disímiles motas de colores. Parecía un taco humano colorido y anémico, todos aquellos que decían temerle le perderían el respeto si lo viesen de este modo.
Su desayuno habría sido un vaso del vodka más fuerte que pudo encontrar para entrar en calor, de no ser por cierto ucraniano que se lo arrebató antes de siquiera poder saborear el olor a alcohol.
(—¿No crees que es muy temprano para beber, Dos-kun?
—Son las 9.
—¡De la mañana! >:v
Y ese es el real motivo por el que Rusia y Ucrania se están dando a putazos :D
...ok, no.)
Así que Nikolai le privaba de su desayuno estilo ruso, eh...
¡Ja! Esta sería su venganza por hacerlo pasar frío.
Impregnaría la frazada de Gogol con su esencia; además, también tiene gran parte de la culpa por romper la calefacción. Culpa de Nikolai por hacer esa nueva receta de piroshkis rellenos de nutella. ¡Y de Sigma también, por permitírselo!
(—Ya verás, Dos-kun; estos piroshkis serán la bomba.
Y lo fueron, literalmente...)
Ezaztamente... Él cobraría venganza.
¡Llenaría su frazada con su olor!
¡Y llevaban tres días sin bañarse!
>:D
El silencio circundante solo hacía sentir el ambiente mucho más frío de lo que ya era, y la atmósfera de estar rodeado lleno de libros de todos tipos en un día de nieve, lo hacía sentir en paz y un poco melancólico.
Estaba encerrado en la biblioteca que había en el primer piso de la mansión, sentado en el diván rojo de gamuza de la ventana de ébano negro. Observaba al frente.
Blanco.
Todo era blanco.
«Nieve.»
Fyodor no lo decía, pero amaba la nieve. Era tan refrescante, fría, clara y limpia. Tan distinto al caluroso verano que lo mortificaba. Le recordaba a su país, una Rusia que tenía lares cuyo paisaje siempre estaba vestido de blanco.
Le traía recuerdos.
... ni buenos, ni malos; él, por sobre todos los demás, no tenía una buena concepción del bien y el mal, así que solo podía decir eso.
Que eran recuerdos.
Nada más.
A Fyodor le gusta mucho la nieve y fuera estaba completamente rodeado de ella; pero no podía permitirse disfrutar de un divertido día invernal. No se vería "bien".
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[In] Sensibilidad ☦ Fyodor Dostoyevski • Bungo Stray Dogs ☦
Fanfiction"El Demonio Fyodor" Así era llamado por civiles y militares; cómplices y amigos. Todos inferían que él era un genio; calculador, metódico y observador. Psicópata e incapaz de sentir empatía. Falto de sentimientos. Pero el caso es que nada era más di...