Débil al frío
.
.
.
(Parte 2)
—¡Sigma-kun, agárrala! —un grito y un revuelo se elevan en el aire, rompiendo la calma que circundaba.
—¿¡Por dónde!?
—¡Por una pata, por el cuello! ¡¡¡Qué sé yo!!! ¡Sólo agárrala!
Una especie de explosión ahogada. Más ruido y un grito.
—AHHHHH. ¡Me ha mordido! ¡¡¡Voy a morir!!! —Sigma se agarra la mano, un hilillo diminuto de sangre descendía por la pálida piel de las delicadas manos que se encargan de mucho más que rellenar papeleo de apuestas.
—Sigma-kun... —a su lado, Nikolai lo miraba con cara de fastidio. Una ceja elevada en gesto escéptico.
—¡Siento mi vida pasar! —se deja caer de culo sobre la acera caliente por el sol del mediodía.
—Sigma-kun... —en serio, ¿era este el mismo jefe del Casino Flotante completamente competente o solo un niño al que le picó por primera vez una abeja?
—¡No podré probar esa nueva marca de galletas! —¿alguien tenía papel y un boli? Debía dejar si testamento con las instrucciones para hornear sus galletas favoritas para que fueran colocadas de ofrenda en su tumba. Dos veces al mes y durante los días festivos, sin excepciones; o aparecería por las noches y les jalaría los pies. ¡Todos conocerán la ira del fantasma comedor de galle-!
—¡Sigma-kun!
—¿¡Qué!? —alza la voz, mas se arrepiente al instante de ver los iris embravecidos de Gogol, que parecía a punto de lanzarlo en un saco de yute y aporrearlo con un bate con pinchos si no se callaba. Oye, aquí la víctima era él, ¿ok?
Nikolai no pasó por alto las lágrimas cristalinas que amenazaban con caer de las esquinas de los ojos color cobrizo de Sigma. Rueda los ojos y dice, poniendo un brazo en jarra en su estrecha cintura y con el otro, asiendo con fuerza al causante del lloriqueo del jefe del Casino.
—Te picó una puta gallina —acaricia con un dedo la cresta roja del animal bajo su axila, esta cacarea en respuesta; lo más parecido a un ronroneo o un ladrido que podría hacer ese «bicho emplumado del averno» (como lo llamaría Sigma) No pasó desapercibida la mirada suspicaz de este último, por lo que agrega—: No vas a morir.
Sigma arruga el ceño y mira, aún receloso, al demonio en los brazos de su compañero, como si en cualquier momento se fuese a liberar y comenzase a escupir fuego y cagar misiles por todo el lugar.
—¿Ah no?
—No... —suspira y le tiende la mano libre para ayudarlo a levantarse—. ¿Acaso no es obvio? Ni siquiera tiene dientes y, mucho menos, es venenosa.
El “casi lisiado por la que pone los huevos que usamos para el desayuno” se sacude el pantalón, quitando el polvo que se había adherido cuando cayó en el suelo durante su ataque de pánico.
Sigma gira los ojos con algo molestia y dice con un asombra de rencor y mucha ironía en su voz:
—Perdón por ser un peón creado de una página en blanco —se masajea la muñeca—. Conocimientos como este no fueron puestos en mi empaque.
ESTÁS LEYENDO
[In] Sensibilidad ☦ Fyodor Dostoyevski • Bungo Stray Dogs ☦
Fanfiction"El Demonio Fyodor" Así era llamado por civiles y militares; cómplices y amigos. Todos inferían que él era un genio; calculador, metódico y observador. Psicópata e incapaz de sentir empatía. Falto de sentimientos. Pero el caso es que nada era más di...