Desperté porqué mi celular vibró bajo mi almohada. Era un mensaje de Jason, pero lo leería luego.
Sin leer el mensaje, miré la hora. 5:17 pm.
Me levanté con pesadez de la cama, mi pie estaba dormido asique me costó caminar, pero logré bajar las escaleras y sentarme en la mesa.
-Hija, hoy llamó Dylan. Dijo que te avise que hoy hay una fiesta de cumpleaños en lo de.. ¿Cómo era? Mmmm, Mara. -contó mi madre y yo abrí los ojos como platos.
¿Mara? ¿Mara Mownstein? Es la que está enamorada de Jas, debo ir a esa fiesta.
-Oh, está bien, gracias mamá. -volví a pararme, pero no pude poner ni un pie en las escaleras.
-Kimberly, no irás a ninguna fiesta. -pronunció mi padre, me di vuelta con la boca rozando el suelo y le miré.
-¿Por qué no? -pregunté haciendo pucherito.
-No quise decirte nada anoche, pero Kim, la hora a la que llegaste anoche no fue normal. ¡1 am, niña!
-Papá, siempre regreso a esas horas.
Mi padre miró intrigrado a mi madre, preguntándose si eso era cierto. Mi mamá asintió, sin más.
-Papá, por favor, no digas cosas incoherentes. –pedí suavemente.
-No me hables así niñita, no soy tu hijo, soy tu padre y debes respetarme. –se paró enojado de la mesa.
-¿Qué cosas dices? –reí enojada.
-A tu cuarto. –ordenó.
Suspiré. –Papá..
-¡A tu cuarto! -tomó mi muñeca bruscamente y así me hizo subir la escalera, una vez en la puerta de mi cuarto me pegó en la cabeza y me encerró en está.
Lágrimas de dolor, de no entender por qué éstas cosas pasaban, de enojo.. Simplemente amenazaban con salir.
No, no llores, saldrás de ésta. Mantente fuerte, por el amor de Dios.
¡Te dije que no lo hagas!
Me tiré al piso mientras de mis ojos salían lágrimas y de mi boca sollozos.
Estaba acostumbrada a la violencia de mi padre, lo hacía unas tres o cuatro veces por mes, cuando se enojaba realmente, aunque siempre sin sentido.
Quedé tirada allí, lamentándome por haber nacido, por ser tan idiota, por ser esto, pero muchísimo más por haberle permitido a mi padre poner sus manos de tal manera sobre mí la primera vez.
🔻 Narra Dyl 🔻
-¿Le avisaste a Kim? -preguntó Jas.
-Sí, pero cuando la llamé estaba durmiendo y su madre dijo que le avisaría. -contesté pasando mis manos por mi cabello, desarreglándolo más.
-Pasemos por su casa, ¿no vive cerca? -habló Jack.
-Está bien, ¿están los tres listos? -pregunté.
-Sí. -contestaron al unísono.
-Vamos.
Salimos de la casa de Jason y nos encaminamos a la de Kim, en menos de cinco minutos ya estábamos frente a su puerta.
Chris tocó, y la madre de la castaña abrió luego de un rato.
-Pero qué lindos se ven, señoritos. -nos sonrió. -¿Quién es el bomboncito del lunar? -con su cabeza señaló a Jack, quien sólo sonreía.
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Give You Heart a Break.
RandomSolíamos ser cuatro. Tres niños, y luego estaba yo, la niña. Éramos como una familia y yo era la hija única, la mimada, por la que todos peleaban. Pero todo tiene un final, dicen. Y tuvo que llegar él. Más hasta el día de hoy me sigo preguntando, ¿h...