Capítulo 10: "Eres muy valiente, pequeña".

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-¡Hey, Kim! Tu madre y yo saldremos, tu hermana está en su cuarto con Meredith, contrólalas. Te queremos. -Mi padre salió por la puerta y oí sus pasos en la escalera.

Cerré la ventana, una ola de viento pegó en ésta, y el frío gobernó la habitación. Las gotas de la lluvia no tardaron en golpear el vidrio de la puerta al balcón. Un martes deprimente. Como cualquier día de la semana.

No lo dudé ni un segundo, me senté en mi sofá frente a la puerta transparente y observé el cielo.

¿No les ha pasado? Que el día esté triste como tú, que llore y grite, que pase de ser de un color azul hermoso a un gris apagado.
Estoy sintiéndome tan mal, me arrepiento de haber exagerado tanto lo que me dijo Dyl, tal vez tenga razón y yo no tenga oportunidad con una persona como Marco Sabatta, sé que no quiso decirlo intencionalmente.

Pero, hoy en día, nadie dice nada intencionalmente, nadie se lamenta por haberse equivocado. ¿Será por qué a eso venimos al mundo? ¿A equivocarnos? ¿A cometer un error tras otro y nunca aprender la lección? ¿Venimos a este mundo para sufrir?
Todos tenemos un propósito en la vida y bla bla, pero yo pienso que nuestros propósitos son pasajeros, para nada duraderos.
Mi perspectiva hacia la vida es dura y fría, porque veo cómo actúan las personas, cómo sufren y se enojan, y pierdo las esperanzas en que algún día algo pueda cambiar. Nada va a cambiar, lo hecho.. Hecho está, ¿no creen?

M teléfono vibró sobre la cama, me levanté y lo tomé entre mis manos.

Llamada entrante, número desconocido.

Dudé en atender, pero a los segundos ya había respondido.

-¿Hola?

-Kim.. -La voz de Dylan.- Ayúdame, por favor. Estoy asustado. -estaba temblando, su voz lo decía.- Mi madre acaba de irse, pero hay alguien en la casa, intenté llamar a los chicos y..

-Estoy en camino, entra en pánico, pero no grites ni hagas ningún ruido. -abrí mi armario.- En dos minutos estoy ahí, por el ropero.

Saqué toda mi ropa y la tiré al piso, abrí la puerta que estaba al final del pasillo de mi guardarropas y me escabullí entre los túneles.

Cuando nos mudamos y conocí a Dyl, encontramos puertas en los roperos de ambos, llevan a la casa del otro.

Según nos contaron, este lugar fue construido en donde hubo casas de guerras militares por los años 1800, las usaban cuando estas empezaban, para esconderse o llegar al armamento de otro.. Sorprendente, ¿no?

Los pasillos dan miedo, son obscuros, pero apenas los encontramos nos encargamos de ponerles luces para al menos alumbrar el paso.

Llegué, no lo dudé y abrí la puerta, su puerta.

Fue justo a tiempo, el "alguien" estaba de espaldas a mí, divisé a Dyl bajo su cama.. Gran escondite.

Tomé un viejo Bat de Baseball de Dylan que justamente se encontraba a mi derecha y sin pensarlo dos veces golpeé al enmascarado.

No tengo una fuerza increíble, le di y sólo se tambaleó. Se volteó a mí y golpeó mi cuello.
Seguí golpeandole en la cabeza hasta que cayó.. No inconsciente, ya qué se levantó y me tiró contra la pared.

-¡¿QUÉ TE PASA, ESTÚPIDA?! -gritó.- ¡VE A JUGAR CON MUÑECAS Y DEJAME HACER MI PUTO TRABAJO!

-¡YO NO JUEGO CON MUÑECAS! -le estampé el estúpido bat en sus partes íntimas, para ahora caer y darse la cabeza con el borde de la cama.. No sin antes ser más rápido, y apuntarme con una pistola.

Una bala atravesó mi dedo índice, no obstante, dolió como los putos infiernos.

No tardé en desangrar, más no me importó y miré a mi amigo pelirrojo, quien tenía su cara del mismo color que su cabello, sus ojos verdes lagrimeaban y yo no tardé en abrazarlo una vez fuera de su escondite.

-Lo siento Kim. -sollozó.- Lo siento tanto.

-¿Estás bien? -pregunté. Negó.- ¿Qué te hizo?

Y vi su pierna derecha con un tajo desde la parte trasera de su rodilla hasta su talón, sangraba horrores.

-¡Diablos, Dyl! ¡Creí que no te había visto! -fui a su baño y saqué el botiquín de primeros auxilios que su madre siempre guardaba allí, y saqué alcohol, algodón y toda la cinta de venda.

-Esto arderá. -advertí, y apoyé el algodón ya alcoholizado por toda su zona afectada.

-¡Diablos! -gimió.- Colgaste el teléfono y bajé a ver si se había ido, ya que no escuchaba ruidos, pero estaba ahí y me hizo esto, ya que tropezó con la escalera y sólo llegó a esa parte. Cuando llegaste, me estaba buscando.

-Será mejor llamar a la policía.

Y así lo hicimos, antes de que despierte lo sacaron de la casa para llevarlo a la comisaría.

-¿Tú lo golpeaste? -me preguntó un policía. Asentí.- Qué valiente eres pequeña. -me sonrió.- Por cierto, deberías curar eso. -apuntó mi dedo, tenía razón, había sangre seca a su alrededor.

-Sí, gracias. -abandonaron el lugar. Miré a Dyl.- Creo que debería irme. -caminé con el objetivo de volver a casa, obviamente por los túneles, la policía apenas está saliendo.

-Espera, Kim. -me tomó del brazo.- ¿Estamos bien?

Dudé en contestarle, ¿qué iba a decirle? "Claro Dyl, si es tan fácil como olvidarlo".

-Adiós, Dyl. -le eché una última mirada, y subí. Él no me siguió ni nada por el estilo.

Hay que pensar seriamente esto, las palabras duelen.. Pero más duele si proviene de la persona menos esperada a decirlas.

Paciencia, Kim. En algún momento lograrás olvidarlo, pero por ahora.. Hazlos sufrir.

¡HOLI! ¿Tardé mucho? Sorry :c

Estuve pensando, y tal vez suba una vez por semana, pero después pensé mmmm no, es mucho tiempo.
Entonces, voy a intentar subir cada cuatro/cinco días, y el máximo es una semana, si no subo durante más de eso, es porqué tengo mis razones. ¿QUÉ LES PARECE? ¿BIEN? GENIAL, DECIDIDO.

ESTOY RE PERO RE FELIZ. Ayer, *12 de abril* Fui al club media fest, un festival donde cincuenta youtubers se presentaron, acá en Argentina. ¡VI RUBELANGEL Y LUZANA EN VIVO! ¡FUE MUY DIIOOOOOOS! Y LLORÉ COMO CONDENADA.

¡Gracias por leer, besos y Lanitas! ¡Wiiiiii!

*No se olviden de votar, veo más de veinte leídos en los capítulos pero cuatro o cinco votos, XQ LA VIDA ES TAN CRUEL*

Give You Heart a Break.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora