Si te vuelo a ver llorar...

Quiero seguir jugando

(Narrador)
Ochako sale de su santuario de paz hecha una furia y se dirige al lavabo que está cerca de su classe, la 2- A porque sabe que se encontrará vacío a esta hora del almuerzo. Nada más entrar se va directa al fregadero para lavar se la boca. Quiere sacar cualquier rastro de los labios de Bakugo y de su sangre. Se lava y se lava pero para ella sigue sin ser suficiente. MIERDA. Piensa internamente sin saber ahora muy bien que hacer. Ha decidido vengar se y hacer que Bakugo Katsuki le suplique perdón, pero no sabe muy bien como conseguir lo. Suena la campana dando así el inicio de las clases de la tarde. Molesta por todo decide salir no sin antes olvidar se de su sonrisa. Ya pensaría más adelante sobre como hacer cumplir su venganza.
Ella entra sonriendo a clase para sentarse en su asiento y saludar a todos sus compañeros. Hasta que ve entrar por la puerta a su nuevo dolor de cabeza. Bakugo Katsuki. Entra a la clase en su estilo habitual sin mostrar ningún tipo de cambio en su actitud, ignorando por completo a su compañera castaña a pesar de sentir su mirada fría puesta en él. No es hasta que se sienta que la mira fijamente mientras sonríe satisfecho al tiempo que se lame los labios, provocando que ella le mire con desprecio.
Las clases pasan de forma habitual sin ningún incidente más por parte de estos dos. Su clase completamente ajenos a estos hechos no notan como estas dos personas intercambian ahora más miradas de las habituales, intentando encontrar nuevos puntos débiles por donde atacar.
Una vez han acabado las clases, todos los alumnos que no tienen tareas pendientes o ninguna otra obligación se dirigen a los gimnasios para entrenar.

(Ochako)
Ni levantando todo el peso del mundo puedo quitar me esta frustración de encima. Tiro las pesadas pesas al suelo sin ningún tipo de cuidado.
- Urarakasan... Estás bien?- me dice la tímida voz de Deku.
- Deku!!- le grito sobresaltada y sorprendida de ver lo, tanto que se me escapa un sonrojo.- Sí, sí tranquilo estoy bien. Y ya te he dicho que me llames Ochako...
- Lo siento, tienes razón... Ochako.- me dice con una de sus sonrisas, esas que me hicieron enamorar me de él.- Pero creo que si que hay algo raro en ti.- me insiste Deku.
- No es nada de verdad...Es solo que he tenido un pequeño problema.- le cuento muy por encima, ya que no quiero explicar le que cojones es lo que realmente me tiene tan cabreada.
- Ochako... Si hay algo que yo pueda hacer dime lo! Soy tu mejor amigo, puedes contar conmigo... Lo sabes no?- me dice Deku con cara de preocupación mientras coge mis manos entre las suyas en señal de apoyo. Pero eso solo hace que empeorar las cosas y hacer me poner más nerviosa y colorada. Por lo que aparto sus manos de las mias.
- SÍ, Sí!! Claro que lo see!!- le digo nerviosa. Quiero evitar contar le nada pero...
- Entonces...- me dice sus ojos me suplican demasiado.
- Aixx... Esta bien...- le digo rendida sentando me en el suelo, al momento él también lo imita mientras me sonríe feliz por poder ayudarme. - Deku... Que harías si alguien te hiciera una cosa horrible cada vez que lloras?- le pregunto sin dar le detalles de nada ni nadie.
- Queee!!- me grita exaltado, no se esperaba esa pregunta.
- Es solo curiosidad. Así como en la peli de Saw, donde les hacen cosas solo para conseguir algo.- le cuento en modo de ejemplo para que no piense cosas raras.
- Bueno... Podría intentar no llorar pero eso es muy complicado, puede que buscara...- y empieza a decir un montón de cosas en su típica espiral de pensamientos, por lo que desconecto rápidamente mi pensamiento. - Pero si es como un juego tiene que haber una forma de ganar.
- Como dices!!- le digo sobresaltada por ese pensamiento.- Repite lo último que has dichoo!!- le exijo a Deku.
- Pero si es como un juego tiene que haber una forma de ganar... O de acabar el juego de alguna forma.
- CLAROOO ESO ES!!!- grito feliz cogiendo yo ahora sus manos.- Es un juego! GRACIAS DEKU!!- le digo con una gran sonrisa.
- Esta bien... Supongo.- me dice él sin acabar de entender nada pero feliz por haber sido de ayuda.

(Narrador)
Ahora ya con una idea más clara sobre su camino a la venganza solo debe esperar el momento oportuno. Y ese momento será mañana, a la misma hora de siempre, en ese claro. Con los pensamientos en orden, Ochako vuelve a su rutina de entreno con esa mirada renovada en un nuevo desafío, uno más grande que conseguir ser superheroína.
Por otro lado Bakugo ahora más atento a las acciones de su compañera no le ha pasado desapercibida la escena. Haciendo le soltar un bufido y unas cuantas maldiciones. Bakugo no entiende nada del amor o de las relaciones, porque nunca se ha enamorado. A él no le parece tan complicado confesar se a una persona que te gusta. Que te quiere pues bien por vosotros, empezáis a ser pareja, que no te ama pues pasas a otra cosa, la vida continúa como para estar con estas pendejadas del amor, los sentimientos y esas mierdas. Y menos para él que quiere ser el héroe número uno.