El comienzo de una gran amistad

1.1K 89 5
                                    


(Narrador)
Los días iban pasando y nuestra pareja cada vez se iba acoplando más a sus extrañas personalidades y manías. Esos dos habían descubierto que tenían cosas completamente diferentes, cosas bastantes iguales y mucha complicidad. Esa complicidad vino debida a toda la cantidad de entrenamientos que tenían en secreto, casi podría decir se que se entendían sin decir se apenas nada. En ese mes de duro entrenamiento con Bakugo, muy a su pesar Ochako empezaba a ver mejoras en su cuerpo: tenía más resistencia, había conseguido superar su límite de peso y había conseguido tener unos músculos mucho más definidos a base de una buena dieta. Ahora conseguia aguantar más los constantes golpes de Bakugo y hasta le sorprendia volviendo se a levantar sin que él se lo pidiera. Bakugo por su parte en esas semanas ya se había acostumbrado a esa rara rutina con la castaña: Entreno, desayuno, clases, almuerzo, descanso en su claro y charlar juntos, más clases y alguna que otra práctica después de clases cuando todos se habían ido. Pero lo más extraño de todo es que pasar más tiempo con ella era algo que ya no le molestaba. Al principio fue un poco... Muy Bakugo con ella, estaba realmente decepcionado, pero a medida que la iba observando podía ver los cambios en ella. Su figura se había vuelto más esbelta y tonificada, ella seguía conservando su figura redonda como él la había denominado. Pero para ojos de él ella se había vuelto aún más atractiva.
La única dinámica de estos dos jóvenes que había cambiado eran los besos. Si bien en las primeras semanas ella aún se deprimía hacía ya un tiempo que eso no pasaba. Ochako se sentía algo aliviada de que ya no fuera tantas veces besada. Katsuki... Se le veía algo intranquilo.
Ya en sus clases no era extraño que esos dos intercambiaran alguna que otra mirada o alguna sonrisa cómplice por parte de Ochako. Lo más extraño es que Bakugo sentía cada vez más curiosidad por su compañera castaña. A su modo de ver ella era un reto personal para él intentar descubrir sus expresiones.
Era un día como cualquier otro en clase de entrenamiento, Aizawa sensei propuso el combate Deku vs Uraraka. Los dos amigos se miraron con dos sentimientos muy distintos. Ella acepta feliz por el combate contra su mejor amigo, lo va a dar todo. Él está preocupado no quiere lastimar a su mejor amiga, sabe lo poderoso que puede ser su quirk heredado y como de fácil se le puede descontrolar. Él iría con precaución para no lastimar la. Muchos de sus compañeros están preocupados por su compañera castaña, todos excepto uno, que sonreía orgulloso y seguro.
El combate empieza y desde el principio Deku se mantiene muy esquivo y solo ataca cuando ve la posibilidad de no lastimar a su compañera, está luchando a la defensiva, a la distancia. Ella harta de todas las esquivas va a por todo le lanza uno de sus mejores ataques y cuando él está despistado lo inmoviliza, aunque por poco tiempo. Al poco rato el combate se empieza a calentar más y más. Ella ha conseguido que el peliverde se pongo serio a combatir de verdad. Finalmente la victoria es para Ochako. Ella no puede estar más feliz, tanto que su primera mirada al escuchar que es la vencedora  va para el rubio ceniza, que le devuelve la mirada y una fugaz sonrisa orgullosa. Ella le corresponde con una sonrisa para luego mirar a Deku que le sonríe muy feliz. Ella se pone algo colorada y rápidamente aparta la vista de él. Lo que molesta al cenizo y más cuando ellos dos se largaron juntos del gimnasio.
Dado que el combate ha sido muy exigente, Deku ha roto su guante y Uraraka tiene atascadas sus muñequeras, por eso Aizawa sensei  les envía a arreglar lo, ya que tendrán que seguir combatiendo. Así que los dos se van a arreglos, mientras por el camino van hablando del combate.

(Ochako)
- Has mejorado mucho Ochakochan.- me dice Deku con una gran sonrisa. Al escuchar lo me pongo colorada otra vez, ha valido la pena el esfuerzo y todo es gracias Bakugokun aunque eso no se lo diré.
- Gracias! He estado entrenando mucho, algún día los alcanzaré!- prometo seriamente alzando el puño decidida.
- Los?- pregunta extrañado Deku de que use el plural.
- Sí! A ti y a Bakugokun! Los dos son increíbles. Tu eres muy estratégico y meticuloso eso es muy bueno, pero también me gusta mucho Kacchan él es increíble, es fuerte, directo y aunque parece que es impulsivo no es así, siempre tiene un plan pensado. Algun día me gustaría ser igual de fuertes que vosotros, así en el futuro podríamos estar los tres juntos pateando culos! LOS TRES MÁS GRANDES!! No sería increíble??- le  cuento mi pequeña fantasía algo emocionada.
-Jajaja! Si que lo sería!- me dice él riéndose para luego poner una cara seria.- Ochako.... Yo quiero disculpar me contigo.
- Eeh!! Y eso porquee?? Ya te he dicho que no ha sido culpa tuya que se rompiera mis...- empiezo a decir pero Deku me corta.
- No es por eso... Tu... Lo has dado todo desde el principio en cambio yo... Estaba tan asustado por lastimarte que lo único que he echo a sido huir. Y encima tu solo haces que alabar me y valorar me cuando yo no lo he hecho. Lo siento mucho de verdad. Podrás perdonar me?- como un tsunami regresa a mi toda esa frustración que he sentido durante el combate. Y me siento molesta con él. Me ha infravalorado. Pero al ver su mirada... Se que está muy arrepentido. Le miro muy seria.
- Te perdono si.... Prometes no volver a hacer lo!  Nunca, jamás!- le digo muy seria. - Es una promesa. - continuo mientras extendiendo mi dedo meñique con una sonrisa algo forzada.
- Prometido! Jamás de los jamases lo volveré a hacer!!- me promete entrelazando su dedo con el mio sellando así su promesa.

Si te vuelo a ver llorar... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora