» ¿Estás buscando un dulce cuento de hadas? Bueno, este no es el caso. «
═ Cuando el joven príncipe del mar vio a aquella humana, sintió algo extraño en él, algo nuevo y... peligroso. ═
Género: Fantasía, romance, transmigración, terror.
Donde el cielo y el mar se unen, él cantara un hechizo especial,
su voz singular te llegará aún con los truenos del mar,
¿quién dice que son criaturas sin corazón?,
ellos aman y lo saben hacer de verdad.
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—¿No es genial? La brisa del mar, el aire salado, incluso el paisaje es increíble, ¡hermoso! jaja, me alegra haber logrado venir—Luego de varias horas de viaje, al fin sus pies habían tocado tierra, Alexandra se paseaba de un lado a otro como un pequeño conejo imparable.
—Alex puedes ir más lento, me duelen los pies de tanto caminar—Zachari le seguía a unos pasos, jadeante con una expresión malhumorada.
—Cielos, estás hecha un desastre—La rubia suprimió una carcajada al ver a su sirviente y amiga—supongo que hoy podremos descansar—se encogió de hombros mientras se recargaba sobre el muro bajo de piedra.
—¡Gracias Dios!—El tono dramático de la pelinegra le hizo sonreír—Les dire que preparen el carruaje, no creo que mis pies soporten hasta el palacio de verano—Observo a la chica regresar unas calles hasta que se perdió por completo.
—Si tan solo pudiera vivir aquí por siempre-Se sentó más cerca de la orilla del muro, con sus piernas sobre la roca, disfrutando contemplar el vasto mar y como la luz del sol mostraba sus colores sobre él.
—Guau~ —Escucho el ladrido a su lado.
Un perro esponjoso se acercó a ella, mostrándole una expresión demasiado adorable.
—Hola—Acerco su mano para acariciar el pelaje del animal—Demasiado adorable~ —El perro café se acercó un poco más disfrutando de las caricias en su cabecita.
—Eres una criatura muy hermosa—Se rio un poco por la expresión tan tierna que hacía el esponjoso animal.
El fuerte chapoteó del agua le sorprendió por lo absorta que estaba con el perro.
"Tal vez alguien lanzo una piedra al agua o fue un pez" Pensó en ese momento, restándole importancia, a diferencia de su nuevo amigo peludo, que de inmediato salto sobre ella para tener una mejor vista del agua y encontrar lo que fuera que ocasionó el sonido.
—Guau~guau—Ladro al agua.
—Ugh—Gimió al ser aplastada y empujada por el peso del animal.
Entonces lo sintió... como su reloj de bolsillo se resbalaba de su chaleco, cuando intento recuperarlo fue demasiado tarde solo pudo ver como el objeto salpicaba el agua para hundirse en el mar.
