II

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Área innata

...

—Megumi... Megumi... —susurraba una suave voz, el pelinegro fruncio el ceño y se removió, mas la voz insistió. —¡Despierta!.

—¿¡Q-Qué!? —se levantó casi pegando un brinco, miro a todos lados y el desconcierto en su mirar se pudo apreciar en cada gota de su ser. —¿Sensei? ¿Cómo entró?.

Inmediatamente, la expresión de sorpresa desapareció y volvió a él, el típico vacío en sus oscuros ojos, sin mencionar que puso su mano en la frente/venda del adulto y haciendo algo de fuerza lo aparto de su espacio personal, recibiendo una risa algo escandalosa.

—La puerta estaba abierta —señaló con el indice, el pelinegro miro hacia la entrada y confirmo las palabras del albino.

"¿De nuevo?"

No puede ser... —negó llevándose la mano derecha al puente de su nariz, cerro los ojos fuertemente y dejo salir un suspiro.

—¿Olvidaste cerrarla?.

—No, cerré con seguro, pero aún así se abre —explico con frustración, entonces, el albino dejo de sonreír y adopto una postura mas seria, Fushiguro fruncio mas el ceño ante tal cambio.

Vio al adulto llevar sus manos hacia el inicio de la venda y tiro de ella quitándosela se veía muy serio, un escalofrío recorrió al menor en ese momento, nunca lo había visto con ese semblante.

No era el mismo burlesco de antes.

—Megumi... —menciono sin pizca de gracia, eso alertó mas al pelinegro, no sabia lo que sucedía. —Podrías estar lidiando con fantasmas.

Y allí se fue la pizca de seriedad en aquel adulto, el adolescente quedo absorto ante tal desconcierto, negó nuevamente retomando su postura y vio reír al mayor.

—Pero si es muy extraño que esto pase...

"No me diga"

—Será mejor que intentes descansar —dicho esto, de un solo pestañeo, ya no se encontraba en la habitación, Megumi estaba solo, de nuevo.

—Ya veremos mañana —comento en soledad, mientras se recostaba nuevamente, inevitablemente, sus ojos se dirigieron a la puerta, recordándole que esta seguía abierta. —Mierda...

(...)

Fushiguro

Si pudiera describir lo frustrante que es, abrir los ojos y descubrir que la puerta de la habitación, está abierta, quizás tardaría el resto del día tratando de buscar una solución o al menos encontrando la causa, pondré una barricada en cuanto pueda.

Decidí dejarlo así por ahora, mientras, saldría a ver que hacen los demás, hasta el momento, no nos habían notificado ninguna tarea, parecía que seria otro día libre.

Los pasillos estaban vacíos y el silencio abundaba, no es de sorprender, aquí todo es muy calmado.

—¡Fushiguro! —alguien exclama mi apellido, logro ver a Nobara quien viene algo apresurada. —¡Tenemos una misión!.

"Como dije; parecía que seria otro día libre"

Me tomó por los hombros y me saco a arrastres, no tuve oportunidad de negarme, solo la deje guiarme. La luz del sol dio con mi rostro, al principio me cego, tuve que cerrar los ojos fuertemente hasta acostumbrarme a la iluminación.

Nocturnal  <(HIATUS)>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora