Prólogo

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—Maldita sea Kazutora enserio tenías que pegarle

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—Maldita sea Kazutora enserio tenías que pegarle.—reclamo el joven.

—Cállate Baji.—respondió el aludido.

—Estamos jodidos.—esa era la voz de un pequeño rubio.

—Tu hermano va matarnos Mikey.—exclamó un chico alto con una característica trenza.

—Estamos Jodidos.—Exclamaron todos al unísono.

Mientras se encomendaban al mismísimo buda y demás dioses con nombres que se les ocurrieran el chillido de una puerta abriéndose llamo la atención de todos, era un pequeño chico de cabellos platinados el cual parecía nervioso y estaba más rojo que una manzana.

—No pude sacarlos Kazutora.—dijo el mismo rubio.

—No te preocupes el hermano de Mikey nos sacará.—respondió tranquilo Tora.

—Creo que eso no se va poder.—dijo una voz no conocida.

La voz del detective Naoto Tachibana lleno el lugar y pronto todos los ojos curiosos se posaron en la misma persona ante lo dicho.

—¿Que?, ¿Cómo que no?, creo que no estoy entendiendo que esta sucediendo y me estoy perdiendo de algo.—

Ese era Baji un tanto nervioso, debía estar en casa antes de las 12 o su madre se encargaría de raparle el cabello.

—El señor Sano nos explicó en la llamada que no los sacará de aquí porque esta cansado de gastar su dinero en sacarlos de la cárcel y que vean como le hacen para salir.—explicó el hombre.

—MIERDA.—ahora si lo dicho fue como un golpe a la vergüenza ajena y pena no correspondida.

—Kazutora.—le llamo el chico que se había quedado embobado con hermosa vista regalada por el detective presente.

—Resolví el problema y aunque no pude traer a Shinichiro-san, Takemichi-san me llamo y me dijo que venía hacia acá—un silencio prolongado por parte del de mechas llego, para que solo se escuchara el chillido algo feliz del rubio.

Kazutora sudo frío y si señores cada hueso de sus manos y pies quiso salirse de su lugar.

—¿Quién es Takemichi-san?—pregunto el rubio de ojos negros.

—¿Quién es Takemichi-san?—pregunto el rubio de ojos negros

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—NADIE.—respondió rápidamente el muchacho.

—EL HERMANO DE TORA.—grito Chifuyu por error.

—¡QUE!—gritaron al unísono.

—Tenías un hermano y no nos constaste Tora.—pregunto Baji y le miro preocupado, su amigo de mechas se había puesto blanco como una Hoja.

—Era secreto Fuyu.—dijo el de tatuaje en el cuello.

—Perdón Tora se me escapó.—susurro culpable.

—¿Por qué le contaste?, mi hermano va cortarme las pelotas.—

—Yo no fui, lo juro idiota.—ahora respondió agresivo.

—¿Entonces quien fue?—replicó Tora.

Todos curiosos al porque tanto secreteo prestaron ahora mas atención, uno molestó y con miedo, otro ofendido y el elemento sorpresa.

—Fui yo.—ese elemento sorpresa.

—Naoto ¿porque?—pregunto al borde del colapso.

—¿LO CONOCES?—gritaron todos.

—No.—dijo el de mechas.

—Si.—respondió ofendido.

—¿?—todos estaban confundidos.

—Es amigo de mi hermano.—respondió ahora tratando de resolver todas sus dudas.

—Y créeme Take no se escuchaba muy feliz, me dijo que te prepararas.—comento el detective.

Kazutora sudo frío.

—Estoy Jodido, prefiero la muerte, Naoto vamos sabes que me matara si me ve aquí.—

—Es tu problema.—

—Te odio—

—Ese tal Takemichi-san parece ser alguien de tener.—dijo el rubio de baja estatura.

—Nhaa apuesto no es nada ya verás Mikey.—dijo Baji.

—Maldición.—hablo el trenzado.

Aburridos pensaron en dormir un rato sobre las frías bancas dentro de esa sucia celda, pronto el chillido de llantas derrapando en la calle se escuchó.

—Oh, debe ser ese.—dijo Naoto y se fue por el largo pasillo.

—No quieto morir joven, joder.—dijo Kazutora ahora mareado y con ganas de orinarse.

Lo peor de todo es que todos mañana tenían entrenamiento en la Universidad a primera hora y siendo las 11:48 pm de la noche estaban en una celda y prontos a morir y no lo sabían.

Lo peor de todo es que todos mañana tenían entrenamiento en la Universidad a primera hora y siendo las 11:48 pm de la noche estaban en una celda y prontos a morir y no lo sabían

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🎐Nos vemos en un recuerdo🎐

───Epílogo───Donde viven las historias. Descúbrelo ahora