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》—¿y cómo sigue Bella?—pregunté mientras comía un pedazo de torta sabor zanahoria, los cuatros nos encontrábamos en la cafetería de la madre de Embry compartiendo el rato, estábamos en fin de semana y no teníamos nada que hacer
—Charlie dice que esta en un horrible estado, apenas va a la escuela, casi no come y no sale de su habitación. Pasa llorando y gritando, dice que está muy angustiado con su madre. Esta en una depresión muy fuerte.—respondió Jake con una mueca, pude notar lo preocupado que estaba por ella. Y no era para menos, no sé cómo estaría mi estado mental y emocional si alguno de mis amigos terminaban en ese estado por alguien.
》—¿y si le hablas? Lo que más necesita ahora es un amigo, alguien que la escuche y anime.
—a mi padre no le gusta que vaya mucho a Forks, no sé que le pasa, ha estado juntándose mucho Sam y he notado que ambos esperan algo de mí.
—ignora a ese idiota, solo quieren molestar, son un trio de idiotas.—comento Quil viendo como Jared Cameron entraba a la tienda acompañando a su madre, seguramente a comprar alguna torta
》—Quil no seas grosero.—le reclame pues mi insolente amigo lo habia dicho en voz alta para molestar a Cameron
—Es verdad Emma, se creen los dueños del lugar y no tienen nada. No se que les picó pero es hora que se bajen de la nube esos vigilantes con esteroides. —se burló Quil conectando mirada con Jared quien solo apretó su mandíbula y se quedó junto a su madre
》—Ya Quil detente, no seas pesado, quien sabe lo que sucede, pero no está bien ser groseros.—lo regañe para que le bajara a sus bromas pesadas y él solo me miró sin decir nada más. Por suerte el tenso momento lo corto el teléfono de Jake, quien rápidamente lo sacó de su bolsillo para contestar.
—Bells hola ¿cómo estás?—preguntó mi amigo con una gran sonrisa en su rostro y evidentemente emocionado, levantó su tono pero lo bajo cuando una anciana detrás de él lo regaño.—claro Bells, eres bienvenida cuando quieras por aquí en la reserva, podría presentarte a mis amigos, son idiotas pero buenos chicos.—su burla nos ofendió y yo le lance un poco de crema del batido de Embry
》—miren nada más, julieta llamando a su romeo.—me burlé una vez Jake colgó la llamada
—dijo que tal vez podría pasar en estos días por aquí.—comento más feliz que nunca y yo sonreí, algo que más amaba ver era la felicidad en mis amigos.
La campana volvió a sonar y note como Rebeca, el eterno amor de Embry entraba a la tienda, hace unos meses tuve que empujar a mi tímido amigo para que le hablara y lo había logrado. Rebeca estaba muy detrás de Embry, quien comenzaba a crecer de altura e incluso a ponerse más guapo. Sin embargo, por alguna razón que deben ser celos e inseguridades a ella yo no le agradaba, y siempre que pasaba tiempo con él chico me mataba con la mirada.
—Embry—Rebeca llegó a nosotros llamando al chico que estaba sentado a mi lado
—Rebeca hola.
—¿has olvidado nuestra cita?—preguntó evidentemente molesta y mi tonto amigo abrió los ojos de par en par
—ummm no, solo estaba compartiendo un momento con mis amigos pero vamos ya que estas aquí.—quise golpearme la cabeza en cuanto escuche la nada romántica respuesta de mi amigo, Quil y Jake solo querían reír.
—bien vamos.—dijo antes de irse y salir de la tienda
—estas en problemas hermano—se burló Quil antes de ver como Embry salia de la tienda siguiendo a Rebeca
》—al parecer su chica ideal ya no es tan ideal.—comenté viendo como empezaban a discutir.
<<pobre Embry >>
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