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Advertencia, este capítulo contiene smuth. Así que leer solo si sienten cómodas/os. No es necesario leer este capítulo.
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Hoy por fin el doctor Cullen iba a poder retirarme el yeso, mi pierna ya estaba recuperada y necesitaría solamente unos cuantos ejercicios rutinarios.
—buenos días pasen.—la señora Cullen me dejo pasar a su casa y Quil no dudo en darme la mano para ayudarme a subir las escaleras.—Carlisle esta esperándolos en su despacho.
—gracias señora Cullen.
—Esme. Solo dime Esme pequeña.—la sonrisa amable de la vampira me saco una sonrisa, y es que estos vampiros hippies eran buenas personas.
Con mi lobo nos dirigimos al despacho del patriarca, habíamos venido tantas veces que nos sabíamos de memoria el recorrido. Los demás integrantes no se encontraban y era un alivio para Quil sobreprotector, que tuve que convencerlo de no traer a toda la manada como guardaespaldas.
—buenos días doc.—salude emocionada pues el maldito yeso seria retirado
—hola Emma ¿emocionada?.
—si y mucho, ya por fin no tendré este peso en mi pierna y alguien no tendrá que seguirme como perro guardian por siempre.—recrimine viendo a Quil quien me observó ofendido
—lamento desilusionarte hermosa, pero te seguiré como perro guardián por el resto de tu vida.—su comentario me hizo sonrojar y sacó una risa del vampiro
—amor adolescente, no hay amor más puro.—entre ambos sonrieron cuando escucharon mi corazón latir con fuerza
—bien, a lo que venimos, doc retire el yeso por favor.—dije subiendo mi pierna y el vampiro rubio procedió a hacer su trabajo
—bien, mueve tu pierna Emma. —el doctor revisa muy minuciosamente los movimientos de mis músculos, también me pidió hacer un par de ejercicios antes de dejarme en libertad.—Haz estos movimientos durante una semana, cada tres horas y estarás bien. Si sientes algún malestar por favor ven, estaré disponible siempre.
—gracias doc.—agradecí antes de salir afirmada al brazo de Quil, me despedí de Esme y me fui con mi lobo a mi hogar.
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—nana no está, fue a visitar a mis padres a Texas.—le avise al Ateara invitandolo a entrar
—así que estamos solos.—susurro en mi oído, ese movimiento sorpresa provocó que me estremeciera.
No era tonta para no darme cuenta de la gran tensión sexual que había entre nosotros, y sí éramos honestos, esa tencion estuvo siempre.
<<Ya es hora que la termine>>
Rápidamente me di la vuelta para besar al lobo, eso lo tomó por sorpresa pero inmediatamente comenzó a seguir el beso. La temperatura en el ambiente comenzó a subir
—Emma....a mi lobo y a mí nos encanta tu toque..—dijo Quil entre cortado cuando nos separamos y ese comentario solo logró tentarme aún más
—Quil quiero hacerlo.—dije firme y el chico me observó para comenzar a besar y lamer entre mi cuello y clavícula
Entre tropiezos y buenos reflejos por parte del chico lobo llegamos a mi habitación, la ropa comenzó a hacer una molestia y de a poco empezó a desaparecer.
El torno tonificado del lobo, lami mis labios y no me detuve para comenzar a besar cada parte de él. Sus suspiros y gemidos hacían que me motivará, me quedé quieta sin entender cuando el chico me detuvo
—no malinterpretes que no me esta gustando que me beses, pero no podré detenerme Emma.
—no quiero que lo hagas Quil. —el chico me besó con más pasión que nunca, mi cama sonó en cuanto nuestros cuerpos aterrizaron en ella.—Hazlo Quil.
El chico se colocó en posición y con cuidado entró en mí con mucha delicadeza. Mordí su hombro al sentir un doloroso ardor
—¿Quieres que me detenga?—el chico pregunto en cuanto miró mis expresiones
—no...solo deja que me acostumbre.—suspire con fuerza mientras esperaba acostumbrarme, unos segundos después el ardor desapareció y asentí en su dirección para que procediera a moverse
No tardo para que la habitación se comenzará a llenar de jadeos y gemidos, agradecía que mi nana no estuviera porque la cama y su chirrido con el azote en la pared no se podría disimular. El lobo era potente.
Mi vientre comenzó a apretarse y sabía que el orgasmo estaba más cerca, deseosa por sentirlo y sentir como Quil también estaba cerca. El lobo se agacho a mi clavícula y justo en el momento que mi vientre se liberaba el chico mordió, provocando que el clímax aumentará a un gran punto de desmayarme.
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