𝘞𝘰𝘭𝘧 𝘌𝘺𝘦𝘴 《𝘘𝘶𝘪𝘭 𝘈𝘵𝘦𝘢𝘳𝘢》

XVI. Verdad

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—estarás bien querida, si deseas puedes quedarte—me ofreció Emily a lo que me negué

》—muchas gracias Emily pero debo de irme a mi casa, mi nana se preocupara.—trate de levantarme pero un pequeño mareo me obligó a que me sentara

—Emma—Quil me ayudó a sentarme pero yo evite su contacto

》—¿Qué hacías en el bosque Quil?—pregunté recordando su manera extraña de aparecer

—estaba paseando.

》—y diciendo mentiras. No soy tonta Quil ¿Cómo llegaste?.

—¿me creerías si te dijera la verdad?.

》—si no dices mentiras puede que si te crea.

—yo era el lobo—alce mis cejas y me levante con cuidado

》—adiós Ateara.—con lentitud avance a la salida ignorando a todos los presentes

—Emma no realices movimientos bruscos, estas herida por favor quédate.—me rogó Quil mientras me seguía a cada paso que me alejaba de esa casa

》—Vete Ateara, creí que no querías que fuéramos más amigos y ahora me sigues.—me cruce de brazos y él se quedó mudo, ante su silencio decidí irme a mi casa para poder darme una ducha y relajarme, mi cabeza dolía como un demonio. Solo necesitaba estar tranquila.

En cuánto llegue a mi casa mi nana al ver mi cabeza vendada se preocupó mucho. Tuve que contarle que me había caído y unos amigos me ayudaron, obviamente omití al chico desaparecido Riley que por alguna razón me quiso atacar y que Quil al parecer era un lobo gigante.

Ahora estaba acostada en el sofá mientras escuchaba música en la antigua radio de mi nana. Di un pequeño brinco cuando mi puerta fue tocada y caminé hacia ella viendo por el pequeño orificio que me permitía ver a la persona que se encontraba del otro lado. Era Quil.

<<Si finjo no estar tal vez se vaya>>

Estuve de acuerdo con mi pensamiento creyendo que era la mejor idea del mundo pero Quil lo echo por la borda.

—Emma sé que estás allí y estás fingiendo no estar para que me largue.

》—si lo sabes entonces vete, es obvio que no te quiero ver.

—por favor Emma solo quiero hablar. Traje helado de menta, es tu favorito—las súplicas de Quil hizo que mi corazón se encogiera, me mordi el labio inferior con frustración

<<si él me pidiera saltar del acantilado más alto sin dudar lo haría>>

—tienes 10 minutos Ateara no los desperdicies—advertí en cuanto abrí la puerta y los ojos del chico se iluminaron

—¿Recuerdas las leyendas que nos contaban de niños?—el chico siguió con su historia en cuanto asentí

》—¿Qué tienen que ver esos cuentos infantiles con tu secreto?.

—porque son reales Emma, soy un cambia formas. También Jake y Embry, todo el grupo de Sam excepto Cassy, Aurora y Emily. 

》—¿y esperas que te crea?; sino son cambia formas ¿Qué son?. Porque deben ser algo.

—déjame mostrarte, ven conmigo, no quiero provocarle un infarto a nana si ve mi transformación.—se burló Quil mientras se alejaba unos cuantos metros y lo seguí.

—primero entrégame el helado—exijí y el chico sin rechistar me entregó el pote    y yo tomé una cuchara para abrir el pote

—no te acerques hasta que este transformado.—advirtió el chico antes de quitarse su ropa y mi boca se abrió al ver su trabajado cuerpo

<<¡¿pero que demonios?; ¿dónde rayos quedó el chico delgado?>>

El cuerpo de Quil comenzó a temblar, su rostro se volvió de un rojo intenso y todo su cuerpo comenzó a salir una especia de vapor. Al parecer todo su cuerpo ardía, me tape los oídos en cuanto escuché un hueso crujir, la preocupación corrió por todo mi cuerpo

》—Quil ¿qué sucede? ¡Quil!—pero el chico no me escucho hasta que estuvo de rodillas y de un segundo a otro enfrente de mí había un lobo de color chocolate.

Un pequeño chillido salió de mis labios pero me tape la boca. El lobo se veía terrorífico pero sus ojos...seguían siendo los de Quil. De un intenso color chocolate igual a su pelaje, tan brillantes y llenos de vida, con ese brillo único y especial.

》—¿Quil enserió eres tú?—pregunté con temor mientras me acercaba y el lobo asintió con su cabeza.—¿Puedo?—dije estirando mi mano y el lobo acercó su cabeza. Su pelaje era demasiado suave y olía a pinos del bosque, una pequeña risa salió de mí en cuanto escuche un pequeño ronroneo. —Necesito que me cuentes todos los detalles.