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Me mordí el labio viendo el contacto de Quil decidiendo si llamarlo o no, frustrada deje mi celular a un lado mientras hervía las papas
<<se acabo el romero>>
Apague la estufa mientras salía por el patio trasero para dirigirme a la huerta que tenía mi nana en su patio. Con cuidado de no pisar alguna plantación me agache para sacar un poco de romero.
-Vamos-dije sacando con fuerza la planta, tome la tijera y corte algunas hojitas en cuanto levante la tijera para dejarla en una mesa fui algo torpe y brusca que me hice una pequeña cortada.-estúpida-dije mientras veía una pequeña gota de sangre caer en las hojas de romero que recién había recogido, iba a entrar a la casa cuando algo en el bosque llamó mi atención, dejé la canasta en una mesa para acercarme.
-¿hola?-pregunté mientras corría algunas ramas que tapaban mi visión y caminé unos metros.-aquí no hay nadie.-dije antes de voltearme y chocar contra un pecho frío y fuerte, tan fuerte que me hizo caer a la tierra
-te equivocas linda-dijo un chico que se me hacia muy conocido, pálido, rubio y ojos rojos. Traía en su mano una polera roja de cuadros.
<<Espera ¿no es Riley Biers?>>
Claro que era él, me encontré a sus padres un día que vinieron a dejar algunos folletos y me dio mucha lástima las miradas rotas que ambos tenían en cuanto rogaban ayuda para encontrar a su hijo.
-¿eres Riley Biers?-el chico sonrió pero no fue una de felicidad más bien era como se si burlara.-tus padres te están buscando, deberías llamarlos, te extrañan mucho.
-no me importan mis padres y tampoco deberían preocuparte, deberías preocuparte por tí. ¿Tienes familia?.
-a mi nana, ¿Necesitas ayuda Riley? Puedo ir por mi celular y llamar a la policía.
-Quieta. Ni creas que irás a algún lado muñeca, tu sangre huele muy bien.-Riley se acercó a mí y una de sus manos tomo mi cuello impidiendo que respirara.
<<¿mi sangre?>>
No entendía a lo que se estaba refiriendo antes que me acordé de la herida en mi dedo. Lágrimas se formaban en mi rostro por la falta de aire
-Ri....Riley....p...por favor...n..no..p...puedo..r...respirar-dije cada palabra con dificultad. La falta de aire comenzaba a afectarme, mis músculos comenzaban a sentirse débiles y mis ojos comenzaban a cerrarse, fui empujada con fuerza hacia un árbol golpeando mi cabeza, sentía un cálido líquido en mi nuca, no debía ser adivina para saber que era mi sangre.
-ni creas que morirás tan fácil y rápido muñeca. Tu sangre me atrae como ninguna otra y creo saber la razón.
-¿por qué haces esto?-el chico detuvo su caminar y su sonrisa de burla se cambió por una de fastidio en cuanto se escucharon unos aullidos a lo lejano
-maldición ya vienen a molestar.-el chico fue tapado de mi vista en cuanto un animal grande se interpuso entre nosotros.
<<¡¿Eso es un lobo?!>>
Mi corazón comenzó a latir con fuerza en cuanto escuchaba al lobo gruñir con fuerza hacia Riley, temía que lo atacara y en cuanto lo lastimara me tocaría a mí. No podía correr, el golpe fue fuerte y estaba algo aturdida. El lobo se volteo para observarme, su mirada pasó de ser una enojada a una de adoración.
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