Cuando mirabas a Monkey D Luffy, alias, Mugiwara No Luffy por primera vez, lo primero que se te viene a la mente es que es una persona bastante alegre, amigable e inclusive, que es un sol debido a su brillante y entrañable sonrisa.
A primera instancia no pensarías que es alguien fuerte, para después sorprenderte de que en realidad es más fuerte de lo que aparenta, no solo fuerte si no que su voluntad es monstruosa y que puede ser hasta aterrador cuando se trataba de su tripulación y personas importantes para el.
Pero nadie, ni siquiera su tripulación, se imaginaría de que le gustaran ciertos fetiches, ni siquiera se veía como una persona que disfrutara de la actividad sexual. De hecho sus nakamas lo tachaban como una persona aroasexual por su falta de interés hacia ambos sexos, si ya con decir que rechazar infinitas veces a Boa Hancock era considerado por muchos, (incluido Sanji mismo) como un sacrilegio.
Sin embargo, ella (o cualquier ser bípedo inteligente en la tierra) no era el, no era esa persona que le hace palpitar el corazón como si en cualquier momento fuese a morir en un abrir y cerrar de ojos, no le hacía emocionarse por verlo o tenerlo cerca como el lo hacía, Boa Hancock definitivamente no era ni sería Charlotte Katakuri.
La primera vez que se encontró con el hombre mayor en aquella fiesta de Té sintió un cosquilleo de intriga hacia el, su aura era muy diferente a la que alguna vez haya visto en alguien, su porte exclamaba poder a los cuatro vientos, se veía tan perfecto que se sentía irreal.
Su poder no era solo por alarde, el mismo comprobó que era abrumador y que podría ser hasta sofocante, pero conforme peleaba con Katakuri se iba dando cuenta de que no era tan perfecto como sus hermanos, los soldados o Bruleé intentaban hacerlo ver.
Grave fue su error de subestimarlo, pensando que ahogarlo en comida podría acabarlo, sin embargo, cuando destruyó aquella casa de mochi y lo vio comer tan a gusto sus donas, un brillo singular asaltó sus ojos, aquel hombre tan perfecto era en realidad alguien imperfecto y eso lo atrajo más.
Sus filosos dientes le llamaban poderosamente la atención, se veían tan largos, tan filosos, inclusive por un momento deseó tenerlos, así podría desgarrar la carne que Sanji le preparaba mejor, pensó.
No obstante, esepensamiento duró un microsegundo antes de concentrarse en su pelea y triunfar,durante ese combate tan fiero, sentía que algo le llamaba, era como si su alma le estuviera suplicando conocerlo, saber más de aquel peliburdeo, quería seguir luchando con todo su poder contra el, probando sus haki, su poder, era adictivo.
Cuando finalmente lo venció no quería dejarlo ahí solo, pero sabía perfectamente que debía volver a su tripulación y que Charlotte estaba en una posición difícil por su madre (la cual tuvo la osadía, junto al no-padre de Sanji, de pensar que no iría por su nakama y arruinaría lo que sea que hacía). Así que colocando el sombrero negro en muestra de respeto, haciendo una promesa silenciosa de que lo liberaría de sus grilletes.
Eventualmente, después de acabar con Kaido y Big Mom en Wano, gracias a la ayuda de Torao, Gizao y su amigo rubio, partió a Whole Cake y lo buscó, no se sorprendió cuando lo encontró esperándolo en la entrada a la isla, con el sombrero que le dejó en su mano, como si fuera su tesoro.
Pero lo que si le sorprendió fue que el mayor le pidiera ir con el, sin embargo no lo pensó mucho y aceptó la solicitud (que de cualquier forma iría por el Charlotte mayor de un modo u otro), y se emprendieron en el viaje, al principio le preguntó sobre sus hermanos, pero sus dudas se apaciguaron al decirle simplemente que estarían bien sin el, no era el único hermano mayor después de todo.
