Me dijeron que lo dejara, que no valdría la pena siquiera intentar algo. Que no merecía mi tiempo
Ignorantes ellos no saben la joya que he anhelado desde mucho tiempo.
Recuerdo como comenzó todo, yo en ese entonces era un adolescente de 17 años. Cuando lo conocí el tendría unos 9 años, tan tierno, tan inocente......tan puro; el era un chiquillo que apenas descubría lo que era la vida.
Yo iba saliendo del instituto, iba de camino a mi hogar cuando un niño había tropezado conmigo cuando iba corriendo, iba a toda prisa, parecía que estaba huyendo de algo o alguien. El impacto nos hizo caer, iba a reclamarle que se fijara por donde iba, pero cuando lo vi simplemente me quede anonadado.
Cabello negro y alborotado, piel clara como la leche que parecía suave al tacto, ojos negros rebosantes de alegría y una pureza increíble pero lo que más me cautivó fue aquella sonrisa tan llena de inocencia que crei que lo que veía no era a un niño si no a un ángel.
-Oh lo siento, iba tan rápido que no te vi Shishishishisi- su pequeña risa me había hecho sonrojar un poco
-No deberías de correr asi por estos lugares y menos a estas horas pequeño- le dije en un suave regaño a lo que el solo optó por inflar sus rosadas mejillas en un infantil pero precioso puchero
Había visto muchos pucheros antes, pues tengo muchos hermanos menores y usaban eso conmigo, pero nunca creí que el puchero que hacia aquel pequeño fuera el más tierno que haya visto.
-Es que mis hermanos me estaban persiguiendo, me comi sus almuerzos ¡yo no tengo la culpa de que me haya dado hambre ni que se hayan tardado tanto para ir por unos simples refrescos!-
La expresión en su cara No se comparaba con cualquier puchero que mis hermanos o de algún otro niño haya hecho.
-Por cierto soy Luffy, Monkey D Luffy shishishishi-
-No deberías decir tu nombre a extraños-
-Mmmm pero quiero que seas mi amigo-
Este niño es muy confianzudo
-¿Cómo te llamas y por qué usas una bufanda? ¿tienes frío?-
Dios la forma en que preguntaba aquello era tan tierno, el querer saber mi nombre y el porqué de mi bufanda
..........
Mi bufanda
Prometí jamás quitarme la bufanda ante nadie, nunca mostraría mi cara, después de todo; ¿quien querría ver mi desagradable boca con cicatrices en ella?
Cicarices causadas por mi propia madre
El pelinegro parecía muy atento a mis expresiones, pues se quedó callado observándome, solté un suspiro resignado
-Mi nombre es Charlotte Katakuri-
El chiquillo sólo río
-Eres interesante tipo-mochi-
¿Cómo me acaba de llamar? Oh espera, creo que me dijo así porque llevo puesta una playera negra que dice con letras blancas la palabra "mochi"
-Pequeño mocoso- le revolví el cabello de forma algo brusca, vaya era muy suave al tacto
Moví mi mano suavemente notando las suaves hebras entre mis dedos y poco a poco fue hacia abajo y me percate por primera vez en aquello que no me había dado cuenta al principio, una cicatriz en su ojo izquierdo
-¿Que te paso en el ojo?- cuestioné pero el pequeño ángel sólo me sonrió y dijo
-Es una muestra de fuerza, y de mi voluntad-
Aquello me intrigó, pero decidí no cuestionarlo, lo acomodé en mis piernas y con mi dedo pulgar acaricié su cicatriz, su piel es mas suave de lo que se ve, es deliciosa al tacto.
Continúe con las mejillas acunandolas entre mis manos y el chiquillo sólo daba risillas y acomodaba mejor su rostro entre mis dedos.
-Está bien, te diré el porque de mi bufanda-
El niño se me quedó viendo como si no creyera lo que le dije y sus oji tos brillaron, con esa expresión creo que no podría negarle nada
Poco a poco me fui quitando la prenda de mi boca y cuello, estaba nervioso de como reaccionaria el chiquillo; terminé retirando la bufanda dejando a la vista mi boca llena de cicatrices.
Todo estaba en un silencio algo incómodo para mi, no se movía, solo me miraba; estiró su pequeña mano hacia mi mandíbula e hizo lo que nunca creí que haría, ni siquiera mi familia hizo lo que él
El acarició mis cicatrices con cuidado y con una suavidad que me hizo temblar.
Este niño
Con sólo esa pequeña e inocente acción hizo despertar en mi sentimientos que jamás creí que podría tener por alguien más
No había ruido alguno, solo el sonido de las cigarras. El pequeño colocó su otra mano en mi boca, extrañamente parecía fascinado
Fascinado por mí
-¿te estoy lastimando? ¿duele mucho?- se veía preocupado creyendo que podría lastimarme
Absolutamente adorable ¿como podría este angelito lastimarme?
-Tranquilo, no duele- le acaricié con suavidad su cabello
Luego se acercó a mi y lo que hizo me dejó estático y más que sorprendido
Besó mis cicatrices
Algo que nunca creí que alguien fuera capaz de hacer, ya que eran desagradables a la vista y ¿quien querría besar una boca con feas marcas alrededor de esta?
-A mi me parecen geniales tus cicatrices, espero y ya no duelan-
Este niño no se da cuenta de lo que acaba de hacer
Acaba de despertar algo en mi, algo que no se si sea bueno o malo pero
En definitiva, este chiquillo me demostró más afecto de lo que mi familia ha demostrado en 17 años
-¡¡LUFFY!!- escuche dos voces gritar aquel nombre, el pequeño entre mis piernas se estremeció.
Rápidamente cubrí mi boca con la bufanda, no quería que nadie más me viera
Llegaron dos niños que parecían dos años o tres mayor que el chiquillo aparecieron.
Uno era pecoso y pelinegro con mirada molesta y el otro era un rubio que le faltaba ¿un diente? Y con mirada igual de molesta pero mas preocupada.
-Luffy no se te vuelva a ocurrir correr así, aquí hay personas ra......- se me quedó viendo y aquella mirada molesta que tenia se intensificó al verlo sentado en mi regazo y el pelinegro se abrazo más a mi
-¡Oye tú suelta a mi hermano!-
En vano intentó quitarlo de mi pero el niño se obstinaba en agarrarse a mi como garrapata
-¡Luffy ya suéltalo tenemos que irnos a casa mamá y papá nos están esperando!- trató el rubio de convencerlo pero seguía sin soltarse de mi uniforme y enterraba su cara en mi pecho
-¡Shanks vendrá para cenar!-
No tenia idea de quien era ese tal Shanks pero al parecer el mencionarlo funcionó para que se soltara de mi y empezara a saltar contento
Ahora, estoy malditamente celoso, el mencionarlo lo hizo demasiado felíz
-Bueno nos vemos mochi-amigo fue un placer conocerte-
Me regaló una última sonrisa antes de irse con aquellos mocosos
¿así que te llamas Luffy eh?
No tienes ni idea del tipo de bestia que acabas de despertar
No dejaré que nadie más te tenga
Serás mío
Y nadie me lo va a impedir
