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Este sí que no era Soobin, pero se sentía muy mal por lo ocurrido esa noche. No le avisó a sus amigos que saldría con Kai, ya que sabía que ellos les estarían vigilando hasta el alma.
Le pidió ayuda a su madre para elegir un obsequio, usando la excusa de que era un ''amigo suyo que pasó por un tema delicado'', ella comprendió y su ayuda fué regalarle un peluche tierno de gatito con pelaje blanco y unas rosas blancas, de consuelo.
Se reflejó en el espejo, su vestimenta no iba más de lo usual, consistía en unas converse, jeans negros sueltos y una camiseta negra de la banda my chemical romance.
Partió de su casa, ya que estaba por ser la hora de encontrarse.
Apenas llegó se sentó en el banco que estaba ahí y se dispuso a esperar a Kai.
diez minutos...
veinte minutos...
cincuenta minutos...
Y nada, el castaño no aparecía. Frustrado y enojado dejó el peluche y las rosas en la banca. No comprendía porqué, ese chico que lucía amable y generoso lo había dejado plantado en una cita... supo que lo merecía más que nadie.
Tomó las rosas y el peluche, levantándose del banco, comenzando a dirigirse hacia el cesto de basura, pero una silueta delgada y trigueña a él algo tímido. Era Kai.
Soobin al verlo de alguna forma sintió un alivio y un poco de felicidad, se sintió extrañado por eso pero intentó no hacerle caso a eso.
—Hola Kai—Dijo Soobin algo avergonzado, entregándole las rosas y el peluche.
—No había necesidad de que te molestes en esto... Soobin.
Kai tomó lo que Soobin le entregó con una sonrisa, que inmediatamente ha borrado porque recordó que debía ser fuerte para hacerse respetar como se debía por Soobin.
—Vayamos al restaurante que está allí en frente.—Sugirió el pelinegro, Kai sin contestar comenzó a dirigirse a dicho lugar, con Soobin detrás tuyo.
Al llegar, una de las meseras se acercó a ellos.
—Buenas tardes jóvenes, pueden sentarse en el sector que les sea más cómodo.
—¿Dónde nos recomiendas linda?—Preguntó Soobin, notando el gesto de rodar los ojos que hizo Kai al reaccionar sobre como llamó a la mesera.
Ella sonrió y respondió—Síganme, esta mesa es para dos, les da perfectamente el aire acondicionado, buena iluminación y es más privado.—Mientras los dirigía a una de las mesas de los rincones, donde los asientos de sillón impedían que la gente pudiera verlos.Ambos tomaron asiento y la mesera les entregó la carta a los dos.
Miró al castaño con esos ojos color chocolate que brillaban mientras leían el menú, supuso que Kai ya sabía que iba a pedir porque se notaba alegre al ver tanta comida rica en la carta.
Kai se dió cuenta de que Soobin le estaba dando una mirada muy penetrante, así que lo miró y recordó que había ido a ese lugar para hablar, no a tragar como cerdo.
—Soobin, primero que nada... y-yo no quiero que te disculpes con solo un ''lo siento'', y pretendas que todo está bien.
—Hueningkai, realmente ese día no pensé con claridad, había tomado demasiado y no medí la cantidad, y me enfadó que te hayas besado con un chico, y y-yo...—Kai lo interrumpió
—A ver—Kai puso una mano en la boca de Soobin impidiéndole seguir hablando.—Yo no besé a ese chico, el me besó sin mi consentimiento, ¿crees que s-soy ese tipo de persona q-que se mete con... con cualquiera, sin siquiera tener conciencia de las consecuencias? ¿en serio crees eso de mi? después de toda la confianza que te he brindado por más de que me hayas tomado el pelo bastantes veces, ¿es eso, Choi Soobin? pues te equivocas, tu maldito poco razonamiento me sumergió en toda esa mierda.
Soobin miró sorprendido a los ojos de su chico, que amenazaban con soltar lágrimas. Se sentía como un estúpido al haberle hecho tales cosas a Kai. Lo estaba haciendo sufrir, y para él ya no era divertido, mas bien doloroso.
Soobin se movió fuertemente abrazando a Kai y comenzó a llorar.
La única forma de sacar todo eso que tenía era llorar, no encontraba otra.
El castaño se sorprendió, nunca vió a Soobin llorar y no sabía como reaccionar a lo que estaba pasando.
—L-lo siento, Hueningkai, no quiero lastimarte, lo siento.
Kai separó a Soobin de sí y lo miró a sus ojos oscuros cristalinos, y rojos por que aún seguía derramando lágrimas.
—Por dios Soobin, t-te perdono y siempre te perdonaré.
Y sí, Kai siempre lo haría, al fin y al cabo estaba locamente enamorado, ¿qué mas podía hacer?
Soobin iba a contestarle, pero fué interrumpido por la mesera que se acercó a su mesa para tomarles el pedido.
—Chicos, ya saben lo que van a pedir?—Preguntó mientras evitaba mirar al pelinegro.
—Uhmm... yo quiero una porción de rabas y un agua sin gas, por favor.—Respondió el castaño, para luego dirigir su mirada a Soobin.
Soobin solo se limpió las lágrimas y decidió responder—Para mi lo mismo.
La mesera anotó y se fué, Soobin estaba colorado al haber hecho que Kai presencie tal estado suyo que nunca nadie lo ha presenciado.—Lo siento, mi idea no era que me vieras así.
—Tranquilo bin, es lo de menos.—Respondió Kai sonriendo, Soobin le devolvió la sonrisa al oír tal apodo.
Soobin estaba metido en su tortura mental gracias a sus ''amigos'', su amistad no era normal, ellos y él tenían problemas.
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bet on love ・ sookai
FanfictionChoi Soobin debe cumplir un reto al haber perdido en una apuesta "amistosa", la cual consistía en jugar con los sentimientos de un indefenso chico de su colegio que está perdidamente enamorado de él, solo para jugar con sus sentimientos por un mes. ...