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—¡Mamá no sabes lo que me pasó hoy en la escuela!!—Gritó Hueningkai mientras entraba a la casa por la puerta principal, dirigiéndose a la cocina donde su madre acostumbraba a estar.
—¡Ay Kai! Ya te dije que no debes gritar en esta casa, haces mucho ruido.—Dijo su madre con una sonrisa divertida al ver la graciosa expresión que tenía Hueningkai en su rostro, tenía toda la cara roja y su sonrisa era demasiado grande, ella notó que había pasado algo bueno.—Si, lo siento mamá, es que, ¡ha pasado algo muy increíble! he venido corriendo lo más rápido desde la escuela hasta aquí solo para darte la noticia...—Dijo Hueningkai gritando pero en un tono más bajo y aceptable, intentando regular su respiración.
—Ah, está bien. Pero ven, cuéntame, ¿que ha sucedido?—Su madre le hizo señas para que la siga mientras caminaba, ambos terminaron sentados en el sofá de la sala.
—¡Choi Soobin me ha pedido que sea su novio!—Hueningkai dijo sin más, muy emocionado y olvidando que su madre no le permitía gritar en la casa.
—Espera... ¿ese tal Choi Soobin de último año?—Dijo su madre con el ceño fruncido. Ella ya conocía a Soobin ya que lo había visto un par de veces en la dirección cuando ella iba a presentar papeles justo el año donde Hueningkai había tenido una fiebre demasiado grave y no podía ir a el colegio, mientras a Soobin lo regañaban por tal cosa que haya hecho.
—Sí, ese mismo... supongo que no te molesta verdad?—Dijo Hueningkai haciendo un puchero con sus labios fijando su mirada en los ojos de su madre.
—No cariño, no me molesta para nada en absoluto. Solo que lo he visto un par de veces en la oficina del director y lo regañaban, no sé si sea buena idea que te juntes con alguien así... pero quién sabe, aún no lo conozco, quizá podrías invitarlo a cenar algún día, y luego te diré si lo apruebo o no.
—Si mamá, está bien. Iré a mi cuarto a descansar un rato.—Dijo Hueningkai, dándole una tierna sonrisa a su madre para luego ir al lugar anteriormente nombrado. Se acostó en la cama y tomó su celular de la mesita de noche, vio que tenía mensajes de un número desconocido, supuso de que eran de Soobin ya que Beomgyu le había dicho que Yeonjun quería el número de Kai para pasárselo a Soobin.
Entró al chat y comenzó a seguirle la conversación, en resumen, terminaron decidiendo que Soobin iría a buscarlo a su casa para ir de paseo a quién sabe donde, pero Kai debería pedirle permiso a sus padres, y así lo hizo. Sus padres habían estado de acuerdo con que Soobin vaya a buscarlo, solo con la condición de dejarlos charlar con él.
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Soobin ya había llegado a la casa de Hueningkai, se encontraba en frente de la puerta, preparándose para tocar el timbre lo cuál le tomó unos 10 segundos mientras suspiraba, para así cumplir con esa acción. En menos de un minuto vio como la puerta se abría, dejando ver del otro lado a una mujer de pelo negro y piel pálida que aparentaba unos 30 años, supuso que era la madre de Hueningkai.
—Hola, tu debes ser Soobin, cierto?—Habló la mujer con una leve sonrisa.
—Si, soy Soobin, Choi Soobin. Un gusto...—Dijo haciendo una pausa dándole a entender a la señora que le diga su nombre.
—Dígame Señora Huening, un gusto, Choi.—Dijo la mujer, apartándose a un lado para dejar pasar al chico—Hueningkai está en su habitación, arriba de las escaleras—Señaló las escaleras que estaban detrás de ella. Soobin suspiró y le dedicó una falsa sonrisa, entrando a la casa y subiendo las escaleras dirigiéndose a la habitación donde la mujer le había dicho.la puerta estaba entreabierta así que no se molestó en tocar, aparte no quería esperar tanto e irse de una vez por todas para acabar esa cita e irse a su casa y dormir hasta el dia siguiente. Pero lamentablemente debería esperar más.
Entró a la habitación y logró ver a Hueningkai quién se estaba maquillando en frente del espejo y no había notado la presencia de Soobin al costado de él ya que estaba muy concentrado en arreglar su rostro. Soobin se quedó observándolo por unos segundos embobado hasta que reaccionó y sacudió su cabeza, recordando que estaba ahí solo por un puto reto. Se acercó a Hueningkai caminando un poco más rápido y le dio dos leves golpecitos en el hombro para tener su atención. Hueningkai lo miró por sobre sus hombros y se sobresaltó en su lugar, asustado al ver a Choi Soobin parado frente a él.
—Relájate, ni que fuese un monstruo—Respondió Soobin en un tono medio burlón e irritante, Hueningkai solo soltó el aire que tenía en sus pulmones y logró regular su respiración, regalandole una tímida sonrisa al mayor.
—Hola Soobin. C-crees que puedas esperarme a que termine de um... maquillarme?—Habló Hueningkai un poco avergonzado ya que no creía que Soobin iba a llegar tan rápido.
—Uhm hola, está bien.—Respondió Soobin dándose la vuelta y dirigiéndose a la entrada de la habitación, apoyándose en el marco de la puerta mientras seguía observando a Hueningkai arreglarse mientras se sentía intimidado ya que notaba la vista penetrante de Soobin en su rostro por varios segundos.
—¿Te falta mucho, Hueningkai? se nos hace tarde.—Dijo Soobin con un tono de irritación, a lo que Hueningkai se dió cuenta y dejó de lado el maquillaje y acercándose a Soobin con una sonrisa incómoda, susurrándole un pequeño ''estoy listo'' casi inaudible pero Soobin logró escucharlo. Le miró su rostro e hizo una mueca de asco a propósito, no quería ser amable con Hueningkai pero tampoco quería hechar a perder la ''relación'' que tenían porque si Hueningkai terminaba con él, sus amigos le darán un reto mas dificil y seguramente se quede sin Rexha.
Los dos se despidieron de la madre de Hueningkai y salieron, dirigiéndose al lugar donde los llevaba Soobin.
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Ambos chicos habían tenido su primer cita, había sido simple y un poco incómoda para los dos, ya que no habían conversado tanto, aunque fue un día muy tranquilo. Habían ido a la heladería y compraron helados que obviamente los pagó Soobin—Algo de lo que se arrepentía ya que no le gustaba gastar dinero en gente que no quiere, o mejor dicho en nadie que no sea Rexha—, para luego dirigirse al lago del parque, donde se encontraban ahora mismo; sentados frente al lago, a una distancia aceptable de 1 metro, sin invadir el espacio personal del otro. No cruzaban mas de 5 palabras por minuto, y ya les resultaba incómodo a los dos, y más a Hueningkai que lo entristecía que su novio lo tratara así.
Finalmente Soobin decidió romper el silencio para tampoco quedar tan mal disimulando, y habló—Le has contado sobre n-nuestra relación a alguien? ya sabes, aparte de tus padres.
Hueningkai lo miró y decidió responderle—No, solamente a mi amigo Beomgyu se lo he contado. Aunque se enteró solo ya que él pudo presenciar la escena que hicimos desde su asiento, y no lo tomó muy bien aunque lo ha aceptado, eso creo.—Contestó con una sonrisa triste, recordando como le había estado molestando con sermones sobre que no debía confiar en Soobin, después de lo que le había hecho.
—Ya veo.—Contestó Soobin volviendo su mirada al lago, preguntándose cuanto tiempo más debería estar con ese insecto.
—Um, ya son las siete, Soobin. Debo ir a casa o mis padres me castigarán.—Dijo Hueningkai con una sonrisa divertida mientras miraba a Soobin. El mayor lo miró y solo le hizo una señal con la cabeza dándole a entender que ya podía irse. La sonrisa de Hueningkai se desvaneció al haber pensado que Soobin sería bueno y lo acompañaría a su casa ya que estaba oscureciendo, pero no se quejó. Se despidió de Soobin con una reverencia, entregándole una sonrisa sincera de agradecimiento y salió corriendo hacia su casa.
—Al fin, paz interior.—Dijo Soobin con una media sonrisa, agarrando un paquete de cigarrillos que tenía, tomó un encendedor del otro bolsillo y prendió el cigarrilo para luego dirigírselo a la boca y ponerlo entre sus labios, inhalando. Soltó el humo hacia la misma dirección que Hueningkai se había ido y se quedó mirando por un largo rato al mismo lugar.
»Nadie te merece en este mundo, eres un estúpido por ser amable con todos, no te das cuenta de cuando la gente tiene malas intenciones contigo. Estás perdido aquí, y más conmigo, Huening Kai.«
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bet on love ・ sookai
FanfictionChoi Soobin debe cumplir un reto al haber perdido en una apuesta "amistosa", la cual consistía en jugar con los sentimientos de un indefenso chico de su colegio que está perdidamente enamorado de él, solo para jugar con sus sentimientos por un mes. ...