Capítulo XI

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Día 15
Jungkook estaba caminando a la escuela con sus audífonos puestos mientras pensaba en su lindo TaeTae, ese muchacho que en tan poco tiempo había logrado provocarle tantas cosas. No estaba prestando mucha atención a sus alrededores hasta que vio algo que le llamo la atención. Se acerco rapidamente dándose cuenta que su objetivo tenía los audífonos puestos, no lo pensó mucho antes de eliminar la distancia entre ellos para abrazarlo por la espalda y darle un pequeño beso en la mejilla en modo de saludo. Le gustaba aprovechar todas las oportunidades que se le presentaran para tener esos pequeños gestos con Taehyung.

El castaño se tensó por un momento pero cuando giro un poco la cabeza para ver quien era y noto que era Jungkook relajo su cuerpo por completo. Ni bien salió de su shock momentáneo se dio la vuelta para darle un golpe en el hombro al de cabellos azabaches.

.-¡Kook! Me asustaste hijo de... tu adorable madre.-.dijo con una sonrisa, que se hizo aún más grande al ver a Jungkook que parecía buscar algo en su cara.- No me mires mucho que te enamoras.- dijo riendo por su propio comentario.

.- No necesito mirarte más para enamorarme de ti .- dijo sonriendo.- estoy decepcionado.- dijo Kook con un suspiró.- Estaba esperando que te sonrojaras. Mataste mis ilusiones, TaeTae.- menciono mientras hacía con un leve puchero que lo hizo ver de lo más adorable.

.- No me sonrojaría por ti, Jeon.- dijo el de cabellos castaños, quién esperaba que Jungkook no pudiera notar el estrepitoso sonido que hacía su corazón por lo dicho anteriormente "No necesito mirarte más para enamorarme de ti". ¿Qué se supone que le estaba tratando de decir? ¿Qué estaba enamorado de él? Eso era algo que a Jungkook le parecía imposible, gracias a su última relación dejo de creer en la posibilidad de que llegara un chico que lo amara por lo que era y no lo juzgará. Ahora que conocía al verdadero Jungkook sabía que él no lo juzgaría nunca ni se comportaría como su ex-pareja, pero eso no era relevante, porque Jungkook solo lo veía como un mejor amigo.

.- Ahh...- Jungkook dio un largo suspiró.- Taehyung-ah, lastimas mis sentimientos. ¿No te lo he dicho antes? Calladito te ves más bonito o para que tu mente de come libros entienda "Me gusta cuando callas, porqué estás como ausente". Además apuesto a que te podría hacer sonrojar fácilmente.- dijo Kook con una sonrisa. En realidad esa frase se le había quedado pegada de su clase de literatura, sabía que era de Pablo Neruda y quería impresionar de cierta forma a Taehyung.

.- ¡Waoh!.- exclamó Taehyung, no le había sorprendido del todo que Jungkook supiera de poetas o escritores, porque tenía en claro lo inteligente que era su amigo pero sabía que la clase de literatura no era su favorita. Soltó una risita maligna antes de responder.- Es uno de mis poetas favoritos, Kookie. Neftalí Reyes, ¿No?.- dijo tranquilamente y se río internamente por la cara de confusión que puso Jungkook. - Y sobre lo de hacerme sonrojar. Apuesta aceptada. Tienes todo el día de hoy para intentar hacerme sonrojar y sino lo logras, umm, no sé que quiero pero ya se me ocurrirá algo .-dijo algo nervioso. Si Jungkook lo abrazaba sin darle un susto como antes estaba seguro de que se sonrojaría. La única razón por la que no se había sonrojado fue porque el susto lo distrajo completamente del abrazo. Así que decidió poner algunas condiciones.- Pero, no puedes tocarme para hacerme sonrojar.- dijo y río ver como en  la cara de Jungkook formaba una mueca.

.- ¿Qué?¿Entonces como se supone que te haga sonrojar? Eres un tramposo, Kim .- dijo con un pronunciado puchero, haciendo un berrinche. Hasta que se le iluminó el foquito.- Esta bien, TaeTae pero si ganó, quiero un beso.  El beso tiene que ser en la boca y que duré al menos 30 segundos.- dijo con una sonrisa de satisfacción.- Entonces tengo hasta el final del día, ¿Verdad?.- Taehyung asintió embobado sin poder creer lo que había dicho Jungkook.

El resto del día se pasó entre muchos cumplidos hacía Taehyung, aunque parecían no ser muy eficientes, éste último sentía que su corazón se iba a salir de su pecho por lo rápido que latía. Jungkook soltaba cosas como " Taehyung te han dicho antes lo hermoso que eres" "Me gustas" " No sé cómo te miras al espejo y no te enamoras". Hasta le empezó a cantar algunas canciones esperando que el de cabellos castaños se sonrojara.

.- Me encanta tu sonrisa, Monalisa~. Tiene algo que hipnotiza, me hechiza~. Me encanta tu mirada. Tu cara enamorada y el sabor de tu boca- Cantaba Jungkook alegremente, intentando dedicarle canciones de todos los géneros musicales que conocía pero Taehyung parecía no inmutarse por sus dedicaciones.

Finalmente decidió utilizar el arma  secreta, canciones de su grupo favorito. Un grupo surcoreano de chicos que tenían canciones espectaculares y cuyas letras te llegaban al corazón.

Tu eres mi único sol, único en el mundo. 
Te sigo pero siempre acabo sediento. 
Es demasiado tarde, demasiado tarde, no puedo vivir sin ti. 
A pesar de que la rama se seca, se extiende con todas sus fuerzas. 

Incluso si llego a salir, mi sueño se rompe. 
Incluso si me quedo a tu lado, no llegaremos a ninguna parte. 
Por favor, que solo sea yo, sí por favor, déjame serlo. 
Este idiota esta luchando por su amor.

Una vez más Run Run Run no puedo dejar de hacerlo. 
Una vez más Run Run Run no puedo hacer nada. 
No puedo hacer otra cosa que correr. 
No puedo hacer otra cosa que quererte.

Estaba todo bien, estaba cantando aunque no lograba hacer a Taehyung sonrojar, y para sumarse a su mala suerte Yoongi pasó a su lado, logrando escucharlo cantar, y como era de esperarse su amigo no iba a desaprovechar la oportunidad para burlarse de él.

.- Si así corrieras cuando vas tarde a clases. ¡Ay, dios!.- dijo mientras pasaba y se reía a carcajadas con Namjoon. Taehyung no lo pudo evitar y también comenzó a carcajearse. Jungkook miraba fijamente esa preciosa sonrisa cuadrada que surcaba en el rostro de su amigo al reírse a carcajadas. Consideraba que su risa era una de las cosas más bonitas que había oído. Entonces se le ocurrió.

.- Taehyung.- dijo haciendo que lo miré fijamente a los ojos, mientras aún reía.- Quítame el pan si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu risa.- dijo mientras lo miraba con total adoración. Algo que Taehyung notó y pasó lo inevitable. El castañito se sonrojo haciendo que una sonrisa de oreja a oreja apareciera en la cara de el muchacho de cabellos oscuros.

Lo había logrado, tardo mucho pero la recompensa valdría todo el oro del mundo. Un beso de Taehyung.


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