capítulo dos

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DESPEDIDAS Y ENCUENTROS

Killian

Al día siguiente de prepararlo todo, ya con la maleta hecha y todo el equipaje listo, fui a despedirme de mis padres, ya que eran las 7:30 y el tren a Madrid salía a las 9:45.

No mentiría si digo que en estos momentos estoy entre asustado y triste a la vez. Me asusta conocer a gente nueva y más aún si tendré que compartir habitación con un desconocido. Y el hecho de dejar solos a mis padres tampoco me gustaba y me entristecía.

Me motiva el hecho de que voy a poder conocer gente nueva y hacer nuevos amigos, pero para eso tendría que salir de la habitación y socializar.

Salgo de mi habitación con las maletas en las manos, me dirigo al momento más duro: despedirme de mis padres.

Mi madre, como siempre, no tenía una expresión exacta en su cara, nunca le había gustado mucho eso de expresar sus sentimientos con la gente y como dice ella "parecer débil", aunque yo no creo que eso tiene que ser así, al fin y al cabo, el gran porcentaje tenemos sentimientos y no es malo expresarlos.

-Hola mamá- le saludo con un tono de aprecio en mi voz.

-Hola hijo- me devuelve las palabras con el mismo tono.

Papá, en cambio, el siempre tan dramático, ya estaba llorando con un pañuelo en la mano.

-Papá, cuántas veces te tengo que decir que solo son unos meses? O como mucho, dos años... En menos de lo que crees ya estaré de vuelta y me pedirás que me vaya.

-Hijo -hablaba entre sollozos dramáticos- no puedo creer que hables con tanta madurez, mírate, eres todo un hombre, por no decir señor.

-Papa! No digas eso, me haces sentir viejo.

Me acerqué a él y le di un fuerte abrazo. Notaba como lloraba encima de mi hombro.

-Prométeme que estarás bien- me dijo

-No puedo prometerte que lo estaré, pero sí que intentaré hacer lo mejor, y siempre pensando en mí mismo.

-Estoy orgulloso hijo.

Me separé de él para abrazar también a mi madre.

No me dijo nada, lo que me sorprendió, pero de repente noté que se le escapó un pequeño sollozo. La verdad no me lo esperaba, mi madre no solía llorar

-Todo va a estar bien, mamá.

Me partía el alma saber que mi madre es tan fuerte, y que estaba llorando por mi cuando nunca lo hacía.

-Confío en ti -dijo- no me falles por favor

-Intentaré no defraudarte mamá.

**

Fue un viaje largo, solo en el metro hasta llegar a Madrid. Estuve con mi portátil, apoyado en mi regazo, y escuchando mi grupo favorito llamado the neighbourhood. Concretamente la canción Sweater Weather.

Llegué a la estación después de tres horas y media de viaje. Era impactante lo lleno que estaba todo.

Me acerqué a una cafetería que estaba por allí, su nombre era the soft, no había mucha gente sentada, pero había una de las colas más largas que he visto nunca en una cafetería. Todo y eso, me puse en la cola a esperar.

Ya habían pasado unos cinco minutos largos, faltaban cuatro personas para mi turno.

De pronto una voz femenina me sacó de las nubes, me giré y vi a una chica de pelo negro y corto, con un delineado y un pearcing en la nariz, no era muy alta, pero tampoco baja. No pude ver bien si sus ojos eran grises o negros. Pero su comentario de a continuación me gustó tanto.

-Disculpa, me pongo aquí delante, es solo un minuto

Que se había creído, quien era para venir y ponerse delante mío después de haber esperado toda la cola.

-Emm... Te he entendido bien?-le respondí yo

-Perdón, tal vez he ido muy directa, -respondió- soy Dalia, y me he puesto delante tuyo porque voy con prisas, en nada se va el taxi que he pedido y eso...

-Lo siento, pero tengo que estar en una residencia de estudiante en menos de una hora, así que si me permites, vete a la cola.

-Residencia? Por aquí en Madrid?

-Exacto, y justo en el centro.

-No me digas! La que está al lado de la plaza, esa tan grande?

-No sabría decirte exactamente... No he estado todavía.

-Seguro que nos ha tocado en la misma! Que ilusión, verdad?

Por el momento yo  me decantaría más por un no, pero si iba a coincidir mas con esa chica tampoco quería dar una mala impresión.

-Claro. Bueno, me dejas mi sitio en la cola, por favor?

-Ah tranquilo, -se dirigió hacia la dependienta- nos podría pones dos descafeinados, un croissant y, mmm, un sándwich de esos -los señaló- por favor.

La señora lo puso en unas bolsistas para llevar

-Ya es todo? Son 5,59€

Al ver que la chica no hacia nada, le di un golpecito en el hombro.

-Uy, perdón. Lo paga el caballero.

En ese momento me quedé alucinando, como era capaz de hacer eso? Yo no quise ser mal educado y saqué la tarjeta, pero eso no acababa así.

Cuando estuvimos fuera, me dirigí hacia ella.

-Que alegría nuestro encuentro, pero me parece que me debes 6€ -dije un poco indignado

-Que prefieres -me dijo en un tono más serio- : pagar seis euros de un desayuno o pagar un taxi que te resultará más caro -me la quedé mirando unos instantes- sabía que el desayuno. Venga vamos

xxx

Bueno, bueno. El primer encuentro de Killian y Dalia, y parece ser que Dalia eso de la vergüenza no sabe que es...

AVISO: intentaré subir actualización cada semana, en algún caso pueden ser dos. Intentaré que sean Lunes o Sábados.

<3

Tal Vez Nosotros Si (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora