𓄹𓈒 𓏲 ๋࣭ Runaway ── Genshin Impact

19.

Esto lo escribí mientras escuchaba "Freaks" así que, bueno... No sé que vaya a salir de esto.

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          ╰─➤  ᴡᴇʟᴄᴏᴍᴇ. | 逃げる. 💌

— … ¿Qué estás diciendo, Venti? —

— ¿Eh?

— Eso que dijiste hace unos segundos, sabes de lo que hablo.

— ... Lo siento, no tengo idea de lo que estás hablando, hehe.

Una vez que Venti decidía mantener su boca cerrada, sería imposible hacer que hable.

— Te daré dos botellas de vino. —le dolía a Koemi pensar en cuantos vinos tendría que ofertar para que el bardo pudiera finalmente hablar, pero no se daría por vencida tan fácil.

— ¿Hm? Ni con todo el vino del mundo...

La expresión de Venti no era tan complicada de entender, pues este sonreía como siempre lo hacía, pero había un pequeño detalle; el nerviosismo era completamente notorio. Sus ojos observando a otro lado, sus manos jugando entre ellas, o su cabeza tambaleando de un lado a otro como si estuviera cantando una canción en su mente.

— Te daré cinco.

— Denegado.

— Siete.

— Es imposible, Koemi.

Sabía que Venti era su amigo, sabía que el nunca haría algo que podría perjudicar a la chica, ella confiaba en él, de la misma forma en la cual confiaba en todas las personas cercanas a ella. No podía siquiera imaginar llegar a tener un problema grave con ninguno de ellos, porque no habían razones.

Pero estaba confundida, no creía que se le pudiera llamar molestia, enojo, frustración, aún así, sentía una pequeña punzada en su pecho la cual le decía muy bien que su mente no estaría tranquila hasta encontrar una respuesta.

«Tal vez tenga sus razones, es solo que...»

«Es solo que realmente quiero saberlo.»

— Te lo dije antes, ¿No? que cuando todo se arregle, y sea el momento correcto, te responderé cada duda que tengas sobre cualquier cosa.

El bardo sabía bien que había metido la pata, se dejó llevar por el momento y sus pensamientos, metiéndose en un lío muy grande con Koemi, pero, también sabía que en ese lugar, ese día, a esa hora, no era posible hablar de un tema tan delicado.

Un tema del cual tampoco es como si supiera todo al respecto, solo dió la casualidad que en una de sus varias visitas para ver a un viejo amigo, llegó a escuchar sobre ella.

— Pero... ¡Ah! He hecho todo, me esfuerzo cada día, he hablado con varias personas y hecho muchas cosas, hice todo, ¿Qué más tengo que hacer, Ven...? —la peliverde se mantuvo en silencio durante unos segundos, dudaba en decir el nombre de aquel bardo— No, ¿Qué más tengo que hacer, para que siquiera puedas responder una de mis dudas?

No podía decir que estaba asustada, era absurdo. Se sentía tan confundida, su cabeza daba vueltas y probablemente tendría un gran dolor en esta por lo que le quedaba a la noche.

Asustarse por darse cuenta de que el no era cualquier ciudadano no tenía sentido para Koemi, pero esa sensación tan extraña era... Nueva, no sabía explicar bien aquello.

— Aquí, en la capital de la libertad, ¿Te estoy obligando a quedarte por mi? Parece que es así, no te dejo ser libre... —Venti tocó su barbilla, simulando que pensaba en algo— Es un acto muy terrible de parte del bardo que siempre canta delante de la estatua de Barbatos, sobre la libertad misma, al final del día, tú tienes la decisión sobre eso, ¿No es así?