𓄹𓈒 𓏲 ๋࣭ Runaway ── Genshin Impact

8.

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• • • CAPITULO 8 • • •

No estoy nerviosa, no estoy nerviosa, no estoy nerviosa.

Puedo hacerlo, he estado en todo lugar de Mondstadt a excepción de la guarida de Stormterror. Puedo lidiar con ir a otra nación.

He estado aquí antes de pequeña, no tengo que tener.

No estoy nerviosa.

— Tranquilízate.

Estoy nerviosa.

Estoy demasiado nerviosa.

A pesar de que los caballeros de Favonius en el pasado me dieron tantas veces la opción de volver a Liyue, nunca acepte. Nunca volví a aquella nación, nunca volví a la tierra que pertenecía al Arconte Geo.

Nunca quise hacerlo.

Claro, siempre he tenido ese pensamiento de viajar por las distintas naciones de Teyvat, conocer nuevos lugares, conocer más a fondo un lugar que no sea Mondstadt, experimentar nuevas sensaciones.

Pero nunca pensé que ese día llegaría tan rápido.

Tampoco tiene sentido que le de más vueltas al asunto... Ni siquiera nos adentraremos profundo a Liyue, solo será cercas de aquel rio que conecta con esa nación y Mondstadt.

Puedo hacerlo, no soy más una niña asustadiza.

— ¿Estás escuchando...?

— ¡Puedo hacerlo!

— ¿Qué?

Oh.

Mientras me daba ánimos mentalmente, ignore toda palabra que el señor Diluc pronunciaba ante mí.

— Lo siento, digo... Estoy bien, no tiene que preocuparse por mí.

Diluc me miró confuso durante unos segundos, suspirando.

— ... Si, bueno.

Solo estoy haciendo mi trabajo, solo eso, no hay ninguna razón por la cual tenga que sentirme así.

Todo debe de estar bien.

— Entonces, ¿Qué piensas?

— ¿Huh?

A este momento, Diluc no sabía cómo mantener una conversación con una persona que ni siquiera le escuchaba.

— Nada.

— Lo siento, lo siento. Señor Diluc... Después de que haya llegado a Mondstadt, nunca volví a pisar un pie el Liyue, ni en ningún otra nación. Me siento realmente nerviosa...

— Lo se.

Ciertamente Koemi no ignoraba al pelirrojo por gusto propio. Estaba tan metida en sus pensamientos, que solo lo hacía sin querer.

— Ah, parece que cuando llegue el anochecer empezará a llover... —hablo la peliverde, observando el cielo curiosa.

Intentaba seguir la conversación como podia.

Una cosa era verdad; era extraño el comportamiento de Diluc en aquel momento.

Nunca fue un hombre de muchas palabras, y siempre decía que no le interesaba mantener una conversación sin realmente ninguna importancia.