°|~Blanco y Negro 36~|°

92 13 3
                                    


~Narración pelinegra~

— ¿Sabes algo?

— ¿Qué?

— No deberías seguir odiando la lluvia. —Mi cuerpo se acomodó de un lado, colocando el brazo en el respaldo del sillón para verle de frente—

— ..¿Por qué dices eso? —Él me miró extrañado, casi indignado—

— Porque.. Cuando la lluvia cae, atrae todas las malas emociones del interior.. —Lo vi fijamente— Pero cuando se detiene, las mismas emociones se secan con ella, y se van.

Freddy pareció analizar mis palabras, con sus grandes ojos chocando con los míos, preguntándose si tenía razón o no. Al final miró al frente y suspiró.

— Soy egoísta.. ¿Cierto?.. —Se sobó el brazo con melancolía—

— ¿Por qué?

— Quise que todos no dejaran salir lo que les hacía daño, y sean felices.. Cuando la respuesta estaba en.. dejarlo salir todo.. Superarlo y así seguir.. ¿Verdad? —Volvió a verme con la mirada perdida y angustiada—

Se la devolví compasivo y me deslicé un poco hasta llegar hacia él.

— Fuiste, un completo imbécil. —Dije tomando su nariz entre mis dedos para apretarla un poco— Sólo necesitabas abrir los ojos.. Aún necesitas hacerlo.

Él sin quejarse me miró hundido en suma tristeza y bajó la vista, apenado.

No podría describir fácilmente lo que Freddy daba a emitir, ni siquiera decir lo que estaba pensando, porque él.. Es tan misterioso, cada uno tiene su propio pensar pero Freddy, Freddy era capaz de pensar absolutamente cualquier cosa, en cualquier momento, es complicado.

Y lo es aún más cuando no dice nada.

Al menos, ha estado mejorando eso.

El timbre sonó sacándonos del ambiente seguido de un par de voces que enseguida reconocimos.

— ¡Voy! —Gritó el castaño para rápidamente levantarse del sillón y correr hacia la puerta, siendo seguido por su cachorro—

— ¡Hola~! —A penas se abrió fueron descubiertos nuestros invitados, una rubia con tinte verde en sus puntas y bolsas de comida en las manos, un bajito de pelo largo y anteojos y.. ¿Mi prima?—

— ¡Bonnie! ¡Sigues vivo! —Freddy al ver a su amigo lo apretó en un fuerte abrazo que casi le sacó el aire— Qué bueno que estés mejor, perdón por no irte a visitar la otra vez.

— Está bien.. Pero ya déjame respirar. —Habló con la poca respiración que tenía hasta que fue liberado y tomó una gran bocanada de aire—

— ¡Y traje a Abby! —Gritó la rubia sosteniendo a la pelirroja del brazo, sabía que ellas se llevarían bien—

— ¡Cuánto tiempo, chicos! —Exclamó ella con una alegre sonrisa—

— Qué bueno es tenerlos todos aquí, ya entren. —Los invitó a pasar y cerró la puerta cuando todos estuvieron dentro—

Al verme me saludaron de igual modo y yo levanté la mano con una pequeña sonrisa en la comisura de mis labios para devolverles el saludo. Abby se sentó junto a mí para abrazarme.

— Ya te extrañaba, joder. Viajo para verte y tú te escapas de mí. —Dramatizó amarrada a mi brazo izquierdo—

— Andaba ocupado. —Rodé los ojos y la vi con una leve sonrisa—

Sus ojos se posaron atentamente en mí, y sin decir nada sus labios se ensancharon y el brillo de sus ojos se hizo notar con fulgor.

— Te quiero mucho, Fred. —Recostó su cabeza en mi hombro haciendo más cercano el abrazo— ¡Te quiero mucho, Freddy! —Señaló al joven que estaba atendiendo a sus amigos, este la miró confundido y sólo pudo reír—

Nuestro alrededor se posó en risas y una muy productiva charla, ellos hablaban de cómo la pasaban, de anécdotas, de experiencias, de la universidad.. Debo admitir que no está mal.. A quién engaño, me empezaba a gustar este ambiente, era colorido, era alegre y no había falsedades.

Así que.. De esto me he perdido toda mi vida, ¿Eh?

La calidez de una amistad, lo divertido de una conversación, la compañía de la familia, todo por amargura y negación, es lo que ocurre cuando uno se fija sólo en la parte negativa de la situación y se concentra en el sufrir del pasado. Me siento bien, independientemente de lo que haya pasado antes, de lo solo que estaba, de la envidia camuflada con odio que sentía, justo ahora puedo ver con otros ojos, ojos que fueron modificados por aquel brillante ojiazul que.. Me tenía enamorado..

De muy dentro de mi pecho salió un suspiro de confort y alivio, sí.. todo era tan diferente.

Diferente..

Abrí mis ojos y me levanté rápidamente del sillón para ir corriendo al cuarto de baño ante las miradas de los presentes, recorrí el pasillo y entré torpemente en el baño para quedarme quieto frente al espejo.

Y lo que vi.. me dejó helado.

Mi respiración se volvió continúa llendo desde el estómago a los pulmones hasta mi boca, algo recorre intensamente dentro de mí, y toco mi rostro repetidas veces con ambas de mis manos sin creerlo, para saber si no era un sueño y lo que veía era real, mi sonrisa de estúpido firmaba toda la felicidad que estaba.. Brillando.

En mis ojos, en mis feroces y pequeñas pupilas de carmín, justo allí, brillando cual destello, brillando, brillando, brillando.

Era tenúe, pequeño, pero era notable, y estaba ahí siendo partícipe de mi persona, la ventana de mi alma abierta y descubierta.

— Soy blanco y negro.. —Dentro de mis cuencas como si un río empezace a fluir las lágrimas se acumularon, no había vocablo para narrar lo increíble de esta sensación—

Salí de ahí como una bala y llegué hasta la sala, sabiendo que mis mejillas ruborizadas ya estaban mojadas, miré a todos con una emoción incomparable.

¡SOY BLANCO Y NEGRO! —Grité desde lo profundo de mi corazón apretando mis puños y mis dientes con una inmensa alegría—

Todos ellos me miraron con impacto y sólo pudieron reír y aplaudir, acercándose a mí y compartiendo mi asombro. Freddy fue el primero en rodear mi cuerpo para abrazarme con toda la emoción del mundo, correspondiendo su abrazo con el corazón latente lo apreté de igual forma entre mis sollozos. Sentí la mano de Abby despeinar mí cabello y unirse al abrazo, reconfortante, cálido, reparador.

Blanco y negro.. Muchos pensarían que no es la gran cosa, nada de impresionar ni maravillarse, pero, siendo esclavo del dolor por más de 10 años sin ver una gota de luz, de brillo, es lo más cercano que es estar a la redención, una nueva vida que se acerca y se presenta frente a mi nariz, la cosa más maravillosa que he sentido en mi vida.

Y quiero seguir, seguir viendo más colores, más perspectivas, más pensamientos, el comienzo de un nuevo Fred.

O el regreso del Fred que siempre debí ser.

Llenaste mi Mundo a Colores - Frededdy {Brightness}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora