°~|Blanco y Negro 43|~°

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[..7..]

~Narración Azabache~


Lo apreté contra mi cuerpo intentando que no se desvaneciera entre mis brazos, los gritos que cada vez se hacían más fuertes parecían quitarle todas sus fuerzas, sus músculos temblaban y sufría espasmos por su casta respiración, era un silencio estremecedor en toda la casa y un bullicio desconsolante entre nosotros.

Pero él lo necesitaba, finalmente estaba sacando todo ese dolor que tenía guardado dentro de sí mismo, aquello que mantuvo escondido detrás de sonrisas falsas y mentiras. Los fantasmas del pasado se escapaban de sus labios en alaridos llorosos de miseria, y yo solo podía sostenerlo para que no cayera.

Mi querido castaño de ojos azules, tanto que has sufrido.. tanto que has soportado, ahora podrás renacer de tus cenizas cual fénix, sé que podrás levantarte nuevamente, a pesar de todas tus cicatrices y los recuerdos dolorosos que te atormentaron, sé que volverás a brillar hermosamente como me enseñaste a mí.

Pasaron minutos.. quizás horas. Mis piernas estaban acalambradas de estar arrodillado en el suelo, y los sollozos de Freddy aún no cesaban. Por momentos se relajaba, respiraba con dificultad, y luego volvía a exclamar su llanto. Esto se repitió un par de veces.

No me molestaba. Freddy siempre estuvo para otros, se rompió el lomo siendo un pilar para los demás y estuvo solo cuando necesitaba uno, ahora yo seré quien lo sostenga en este momento tan importante para él. Está asustado, confundido, frustrado, y cansado, puedo comprenderlo sin decir una palabra. Algunas gotas también pudieron escapar de mis ojos, no solo por la pena y los recuerdos de mí mismo que esta situación me hizo revivir, también por la empatía, la emoción, la esperanza.

Me hizo sentir cosas que en mi vida creí sentir.

Por eso debo retribuirle.

El tiempo pasó, la noche se hizo eternidad, estábamos en el pasillo con apenas la tenue luz que lograba llegar de la sala, en algún momento apoyé mi espalda en la pared y lo mantuve en mi hombro, solo que no recuerdo cuándo. Poco a poco su llanto fue cesando, convirtiéndose en solo sollozos, pero nunca me soltó, ni alivianó el agarre que sus manos tenían sobre mí, podía sentir la humedad y vizcosidad en mi camiseta, la prueba de la realidad, un detalle de la victoria.

Acariciaba su espalda con la intención de relajar su cuerpo, y respiraba lentamente hasta hacer que él me siguiera, solo éramos nosotros y la calma que llegó después de la tormenta.

— ¿Recuerdas.. cuando empezaste a seguirme?

Mi voz ronca se reprodució con suavidad, casi como un susurro.

— Llegaste a mi lado, y por más que intentara alejarte, tú volvías a mí, me hacías preguntas, ignorabas mis insultos.. ¿Recuerdas? —Mis ojos se abrieron lentamente, mirando al suelo con borrosidad, recordando el momento en que mi vida empezó a cambiar— Yo me preguntaba "¿Quién carajos es este tío?" "¿Por qué me molesta tanto?"

Las esquinas de mis labios formaron una sonrisa. No esperaba que me respondiera, solo quería que me escuchara.

— Para mí, eras como una nube, siempre estabas sobre mi cabeza, te movías de un lado para otro y no estaba seguro qué forma ibas a a tomar después. Pero siempre estuve seguro de una cosa. —Mi mano se movió lentamente hacia su pelo, enterrando mis dedos entre las delicadas ebras que poseía— Que eras más de lo que aparentabas, más que una sonrisa, más de lo que los demás decían de ti.. y yo nunca me equivoco cuando se trata de percibir el alma de las personas.

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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Llenaste mi Mundo a Colores - Frededdy {Brightness}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora