°|~Sin Color 17~|°

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~Narración Azabache~


Ignorando la adrenalina que me corría por las venas, asumí que el alcohol le había pegado fuerte, Pero ¿Y si no mentía?..

Tengo miedo de ilusionarme de alguna manera, él no está consciente de lo que dice.. No, no lo está, claro que no lo está...

— Vamos a casa, Freddy. —Me levanté y lo agarré del brazo para que siguiera mis pasos—

— Owwww, ¡Ni siquiera contestas mi declaración! Eres un insensible, cari. —Lo oí quejarse— ¿Iremos a tener sexo salvaje? ¡Uuy qué galán~! —Canturreó con atrevimiento mientras mis mejillas eran invadidas por un enorme sonrojo—

Al salir del gentío, respiré el aire fresco de la fría noche, sentí a Freddy temblar en mi mano, volteé la mirada hacia su persona y noté que su rostro era horrible, unas leve homchadez se alojaba bajo sus ojos, sus labios estaban rojos pero resecos y parecía que se ponía verde. La preocupación me golpeó en la nariz.

— ¿Te encuentras bien? —Pregunté sosteniéndolo de los hombros para que no cayera, se tambaleaba pero mostraba esa sonrisa hipócrita que siempre me molestaba que hiciera—

— No te pre-preocupes, estoy perfeeeectamente. —Trató de reír pero sólo salió un pequeño hipo en su lugar— Ya bésame, mi cielo. —No sé si él se abalanzó sobre mí o perdió el equilibrio y cayó, sólo sé que estaba reposando su cuerpo en mí y tenía olor a alcohol, sudor y un ligero hilo de saliva se escurría por sus labios—

— Vayamos a casa, rápido. —Sabía que se sentía horrible aunque él no se diera cuenta, y es mi deber ayudarlo, le prometí a Charlotte y a Benny que lo protegería —

Al avanzar sólo un paso, él abrió los ojos y se alejó bruscamente de mi agarre, sorprendido observo cómo su cuerpo desvanece su fuerza y cae de rodillas al suelo, con las manos en el frío suelo del parquímetro, su boca expulsó un líquido nauseabundo y de un color extraño.

Sin pensando dos veces, me arrodillé detrás de él y le recogí el cabello hacia atrás, acariciando su cabeza y espalda con mis manos formando suaves círculos.

Al terminar su deshidratación, se dignó a dedicarme una mirada. Su boca estaba hinchada ahora rosada, sus ojos eran unas bolsas viejas y decaídas, su mirada tenía un significado... Sólo que no encontraba cuál era.. Sólo sé que el escaso y último brillo de sus ojos ya no estaba.

Sus ojos se viraron hacia arriba mientras sus párpados caían con rapidez, lo sostuve para que no cayera sobre su vómito y lo levanté cargándolo por su vacío estómago, al yo saber que esta posición empeoraría su estado, coloqué su pecho en mi hombro y le agarré con firmeza la cadera.

Corrí hacia el auto quitando su seguro con la llave automática, lo acosté con delicadeza en el asiento trasero, antes de cerrar la puerta admiré un segundo su físico y estado, delgado pero se veía fuerte, cabello largo y sedoso, pestañas semi largas y cejas pequeñas y despeinadas, estaba desmayado pero al verlo en su tranquilidad total me hace pensar que no siempre hay que estar brincando a todos lados, también es detenerse a observar las cosas más bellas y simples de la naturaleza, como lo es Freddy.

Cerré la puerta y me dirigí al asiento del conductor para luego conducir hacia mi hogar.

En el camino vi a una ambulancia ocasionando ruido y cegando con su luz roja azul, iba deprisa en dirección a una calle cerca del Club nocturno, me pregunto si alguien de 44 años no estaba en sus 5 sentidos y cometió un error grave afectando su cuerpo o el de otro.

Llenaste mi Mundo a Colores - Frededdy {Brightness}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora