°|~Blanco y Negro 42~|°

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[..8..]

~Narración Azabache~

Fue demasiado rápido como para poder reaccionar a tiempo. Antes de poder siquiera formular sonido, el rastro de Freddy quedó difuminado ante su escapada al baño, y yo apenas pude procesar.

Era la primera vez.. que decía una grosería. Que, a ver, no era una grosería en sí, por favor ¿Si quiera era considerada así? "Mierda" "Mierda" cualquiera dice eso hasta sin pensar.

Pero fue Freddy quien lo dijo, por eso es tan impactante.

Su lengua siempre se escondía entre sus mejillas justo antes de pronunciar una palabra que no fuera agradable, se la tragaba con perseverancia de manera que nadie nunca pudiera escucharlo siquiera bulbucear. ¿Por qué ahora? ¿Qué lo hizo susurrar una barbaridad?

¿Fui yo acaso? ¿Yo lo llevé al límite y lo obligué a hablar? La idea me pareció sofocante, lo último que quería era que Freddy hiciera algo de lo que no se sintiera cómodo.

Claro, quiero que sea libre de esas cuerdas que lo mantienen amarrado al pasado, pero no contra su voluntad, sino, por voluntad propia.

Su última palabra entre voz temblorosa fue ese asqueroso ser que tanto daño le hizo, claro.. él es el mayor culpable de lo que el presente le envuelve, ha sido herido con mano dura y la herida aún está fresca.

Hay algo denso, unido, sentado en el fondo, repitiendo su número de crisis, su señal idéntica a la de un carroñero. Cómo se nota que las piedras han tocado el tiempo, en su fina materia hay olor a edad, y el agua que trae el mar, de sal y  moribundo sueño.

En un suspiro me deslicé por la puerta y me senté en el suelo, no sabiendo qué decir. No era bueno con este tipo de cosas.. pero Freddy me ha enseñado mucho, Freddy fue quien le ha brindado color a estos ojos que solo veían oscuridad, él caramelizó mi corazón y me permitió sentir los latidos de la vida. Necesitaba hacer lo mismo por él.

— No estés asustado.. —Susurré dejando que mi cabeza reposara en la madera— No te haré daño..

No escuché respuesta, apenas pudiendo oír los quejidos y respiración forzada proveniente del eco del baño. Mi pecho se apretaba por no poder abrazarlo y protegerlo de lo que estaba sintiendo.

— Freddy, todo está bien..

— N-No..

— Escúchame.

— ¿Qué es lo que he hecho? —La voz quebrada del castaño se hizo una con el viento— A-Ahora él vendrá por mí..

— Nadie vendrá por ti, te lo prometo.

— No es cierto.. —Mi rostro se frunció de la impotencia al escuchar unos manotazos que seguramente se estaba dando a sí mismo en la boca—

Apreté los dientes y me hice un rodillo entre el marco de la puerta, ¿Qué debo hacer para arreglar esto?

— Hey.. ¿No eras tú quien todo el tiempo decía que esta vida está llena de oportunidades? —Hablé con el corazón en la boca, no muy seguro de mí mismo— Tienes otra oportunidad, Freddy..

Llenaste mi Mundo a Colores - Frededdy {Brightness}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora