°|~Sin Color 28~|°

128 21 26
                                    

Supongo.. que debo estar decepcionado.

Y cómo no, claro que lo estoy. Al fin y al cabo, creía que todo acabaría aquí, esta noche, en esta casa, en este abrazo.

Pero no fue así, me di cuenta de que era el principio de todo.

— ¿Algo más que agregar?.. —Pregunté, sin dejar de mirar sus ojos, esperando que algo pasará, algún indicio—

Él sólo me miró con tristeza.

— Poco a poco.. —Responde, bajando la mirada, quiere decir que no quiere decir más, ningún detalle—

Pero, ¿De qué habrá servido todo esto cuando no parece estar bien aún? Siento que algo falta.. siento que algo debe ser la cereza de esta torta, algo que sea la cúspide de del dilema.

Pero realmente no sé qué es, es frustrante..

— Fred, tú.. cuando me contaste lo que te había pasado.. —Le escuché hablar y le presté atención— No te sentías completamente bien, ¿Verdad? —Dice con duda, parece que quiere llegar a algo—

Yo suspiré y desvié la mirada, esa noche solté muchas cosas, sentí lo que en mi vida no había sentido, fue liberador, confiar lo que me había estado atormentando.

Pero será verdad, algo faltaba que hacía que no estuviera completamente satisfecho, suena codicioso, pero qué he de saber. Incluso la situación presente tiene similitud a aquella vez, se siente igual de vacío.

— Eso creo. —Respondí sin más—

Lo vi dudar un segundo, queriendo soltar algo que su boca no le dejaba decir.

— Deberíamos continuar otro día, descansar un poco.. —Terminó por decir, aquello no era lo que quería, se había retractado—

— ¿Estás seguro? —Pregunté, era como si dejáramos todo a medias aunque ya no había nada más—

Sí. —Dejó caer su cabeza en mi pecho—

Miré a la nada misma, nos sumimos en un pequeño silencio, tan sólo dejando nuestras mentes reposar, con la lluvia de fondo.

Todo lo dicho, lo vivido, fueron antorchas que quemaron una brillante sonrisa, la oscuridad en su corazón debía de ser grande, sin poder iluminarse con el pasar de los años.

Ser invadido de esa manera debió ser peor que un abuso, atacaron a su inocencia, a su juicio, su mentalidad, su dignidad, arrancaron de su ser su alma, le obligaron a cometer lo que ningún crío debería de hacer, o sentir, o vivir.

Es el crimen, el acto más asqueroso que un ser humano podría cometer, una barbaridad sin perdón, haber hecho una atrosidad que justamente merecía la muerte.

Sus años de primaria, preparatoria, malgastados en sufrimiento gracias a esos frescos recuerdos. Fue difícil, fue más que eso, aguantó todo lo que pudo, se volvió loco, temeroso, traumatizó los acontecimientos, afectando su vida social, sus pensamientos, afectando por completo su felicidad.

Sentí su mano deslizarse por mi espalda, yo cerré los ojos e hice lo mismo, recargando mi mejilla sobre su cabeza. No sé qué estará pensando pero era cómodo.. nos apoyábamos entre nosotros.

Aún así, cuando el mundo le escupió el rostro, se levantó y caminó con toda la carga sobre sus hombros, obtuvo fortaleza, decidió por sí mismo el seguir adelante. No obstante, descuidó su bienestar interior, sólo por cuidar que a nadie más le ocurriera lo mismo, se desgastara de la forma en que se desboronó.

Llenaste mi Mundo a Colores - Frededdy {Brightness}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora