06/09/2011

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Domingo
Flashback: Dos meses antes

— ¡Harry! ¡Harry! —Gritaba Louis mientras entraba al departamento que ambos compartían. Cerró la puerta atrás de el y tiró sus cosas en el suelo sin importarle el desorden. Lo que le tenía que decir a Harry era mucho más importante.

Con la mirada buscó a el rizado por la sala y por la cocina, pero este no se encontraba por ningún lado.

Louis mordió su labio inferior y caminó hacia la cocina. Sobre la estufa había un sarten con comida aún caliente, al menos Harry había cenado.

Caminó por el pequeño pasillo que daba a las habitaciones y se asomó al baño con la esperanza de verlo ahí, pero no estaba. Siguió caminando y se asomó en la habitación donde dormían.

Y ahí estaba, Harry estaba de espaldas con sus rizos revueltos, un pantalón de chándal y sin camiseta.

El ojiazul sonrió y se acercó a él despacio, no quería asustarlo.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo ver a Harry doblando la ropa limpia que Louis había puesto a lavar esa mañana. Harry se veía tan tranquilo que Louis no quería molestarlo.

Pero aún así, Louis colocó su mano en la cintura del rizado y se acercó a él.

Pero en el momento en el que Louis tocó a Harry, el rizado brincó y se alejó bruscamente del chico. Louis retiró su mano con velocidad y frunció el ceño ante aquel movimiento. Harry buscó desesperadamente la mirada de Louis y hasta que no la encontró su cuerpo no se pudo calmar.

Cuando sus ojos conectaron, la tensión del cuerpo de Harry desapareció y el rizado soltó todo el aire que retuvo— Ah, eres tu...

— Si, —Louis arqueó una ceja— ¿Quién más iba a ser?

Harry parecía querer evitar esa pregunta— No nadie... solo me asustaste.

— Perdón amor, pensé que me habías escuchado entrar. —Dijo y se volvió a acercar al rizado para abrazarlo— Tengo algo que contarte.

— ¿Qué es... —La mano de Louis se deslizó a la espalda baja de Harry y el rizado se retorcía ante el tacto, estaba incomodo, quería alejarse.

Louis se dio cuenta y dejó de tocarlo— ¿Estás bien?

Harry asintió de inmediato y tomó la mano de Louis para volver a ponerla en su espalda, ignoró el sentimiento que eso le provocaba— Estoy bien, ¿Qué me querías decir?

— ¡Cierto! —Louis besó su frente— Hoy en el trabajo, George dijo que nos iban a dar aumentos a la mayoría de nosotros, que solo teníamos que cruzar los dedos y esperar a que nos tocara uno.

— Hey, que genial Lou. ¿Qué más te dijo? —Harry estaba prestando atención, lo estaba haciendo, pero no podía controlar su inquieta mirada.

— Dijo que yo no tenía nada de que preocuparme, que tenía un aumento asegurado. —Sonrió y Harry copió su sonrisa.

— ¡Eso significa más dinero! —Louis rió ante el comentario— ¡O sea que es genial! —Harry envolvió sus brazos en el cuello de Louis y lo abrazó— Cuando empecemos la universidad va a ser genial...

Louis acercó sus manos de nuevo a la espalda de Harry y le regresó el abrazo. Harry se tensó al sentir las manos manos su piel desnuda y Louis ya no podía ignorarlo, Harry no quería su tacto. Así que se separó, se separó y miró al rizado, quien tenía su mirada clavada en el suelo.

El ojiazul suspiró— ¿Es un mal día?

Harry levantó la mirada— ¿Qué? —Inquirió haciéndose el tonto— No, no lo es.

— ¿Entonces por qué no quieres que te toque?

— ¿Quién dijo que no lo quería? —Su voz era baja, apenas audible.

— Harry lo puedo notar, ¿Qué pasa?

El rizado se encogió de hombros— No lo sé Louis, realmente no lo sé. Mi cuerpo está reaccionando así... yo no puedo controlarlo. —Harry respiró hondo— Pero no es tu culpa, —Colocó una sonrisa ladeada en sus labios— Estamos bien.

Louis asintió y sonrió inconscientemente. Aunque Harry no lo notará, estaba progresando, ahora al menos intentaba explicar sus sentimientos.

Louis estaba orgulloso de él.

Love Me (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora