Un amor verdadero

CAPITULO 27

De los errores se aprende

- Porque no me contesta Mika.

- Vuelve a llamar.

- Sale que el celular está apagado.

- Cálmate amor, ella se sabe cuidar sola.

- Está bien, mejor voy a esperar a que regrese.

.....

- Sé me está haciendo muy tarde, mi hermana debe de estar preocupada por mí.

- No te vayas, quédate un rato más.

- No puedo, me voy.

- Rápidamente Issac coge de mi mano y me mira con unos ojos tan profundo que lo único que sentí en ese momento, fue como nuestra conexión era tan fuerte y hacia chispa.

- No me pude resistir más a su encanto y el me comenzó a besar. A acariciar mi cuerpo, a tocarme y seducirme para que yo no me fuera de su casa.

- Pero no sabía si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, pero sentía esas mismas ganas y deseos que él.

- No pares de besarme, quiero estar contigo.

- Yo igual, dejemos que el amor nos guíe.

- Eres muy guapa, me encantas. Y quiero demostrarte a través de esto cuanto te quiero.

- Solo seduce me, no me dejes ir. Juega conmigo todo lo que tú quieras.

- Yo soy solamente tuya.

- Así es.... Solamente mía.

......

- ¿Por qué llegas demasiado tarde?

- Acaso no ves que me preocupo por tí.

- Me hubieses enviado más que sea un mensaje de texto. Me moría de la angustia, pensé lo peor.

- Cálmate no es para tanto, apenas y me demoré 5 horas.

- ¿Y cinco horas te parecen poco? Acaso no escuchaste que solo te daba una hora de permiso.

- ¿Sabes qué? Habla con el que te aguante. Porque sinceramente yo, no te soportó y me quiero ir de la casa.

- Lárgate si eso te hace feliz, pero estoy cansada de tener que aguantar tus humillaciones.

- Cansada de hacerte feliz, y dar toda mi felicidad para que te sientas satisfecha con la vida que llevas.

- Me vale lo que haces por mí, y créeme apenas cumpla los 18 me largo de tu puta vida.

- Dale, la puerta está abierta para cuando te quieras ir, con tal ni me haces falta.

- ¿Qué sucede? Me despertó su ruido.

- ¿Por qué lloras amor?

- Que ya estoy cansada de que nunca yo sea suficiente para ella.

- Pues no, eres una inútil.

- Te pido que me dejes de faltar el respeto.

- ¿Sabes porqué te he soportado toda mi vida?

- Porque mi mamá antes de morir me hizo prometer que cuidaría de tí.

- Pero créeme lo he tratado muchas veces, pero ya no puedo más. No puedo lidiar con tanta pendejada y aguantar tus insultos.

- Y ahora que le hiciste a tu hermana.

- Tú no te metas, que esto es entre ella y yo.

- Y créeme ya no quiero pelear, la felicidad que tenía me la acabaste de quitar.