[p1] Capitulo 10

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Junio,1992

Las clases parecían divertidas últimamente, los rumores andaban de un ladon para otro, "Harry Potter estuvo en una pelea con el profesor Quirrell "; como las vacaciones se asomaban, los estudiantes se movían de un lado a otro, algunos miraban al pequeño Potter a la enfermería, otros solo lo ignoraban. Michelle fué una de las Slytherin que visitó a Harry con un plato de comida, una manzana en rodajas, jugo de cartón y unos sándwiches en triángulos.
Harry se asombró de cierto detalle, el chico miró la bandeja y tomó algunas rodajas de manzana, se arropó en la delgada manta que le habían dado y comenzó a charlar con Michelle, ambos debían estar en la ceremonia de la clasificación de puntos de cada casa.

—Harry — sonrió
—Michelle, Hola—

—¿Puedo ir a la ceremonia con Michelle?—Harry le insistió a la señora Pomfrey, mientras ella le ordenaba todas las cajas de golosinas que aún le sobraban.

—El profesor Dumbledore dice que tienes permiso para ir, además ya estuviste toda la semana aquí, supongo que ya te sientes mejor— la señora respondió con gusto.

—Oh, muy bien —dijo Harry—.

—Bueno ... ¿Te espero en la entrada del gran comedor? — la chica estaba viendo como Potter se arreglaba un poco el cabello mientras hacía una travesía con los dulces que sobraban.

El Gran Comedor ya estaba lleno. Estaba decorado con los colores de Slytherin, verde y plata, para celebrar el triunfo de aquella casa al ganar la copa durante siete años seguidos. Un gran estandarte, que cubría la pared detrás de la mesa de los profesores, mostraba la serpiente de Slytherin.

Los chicos estaban super célebres, sabían que todo lo habían hecho bien y que no fué nada malo arriesgarse.
Pero cuando Harry Potter entró, se produjo un súbito murmullo y todos comenzaron a hablar al mismo tiempo.
Se deslizó en una silla, entre Ron y Hermione, en la mesa de Gryffindor.
Nadie hizo caso omiso del hecho de que todos murmuraban en la mesa de Slytherin. Dumbledore por fín se levantó y dió su discurso.

—¡Otro año se va! —dijo alegremente Dumbledore—. Y voy a fastidiarlos con la charla de un viejo, antes de que puedan empezar con los deliciosos manjares. ¡Qué año hemos tenido! Esperamos que sus cabezas estén un poquito más llenas que cuando llegaron... Ahora tienen todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año... Bien, tengo entendido que hay que entregar la Copa de las Casas y los puntos ganados son:

En cuarto lugar, Gryffindor, con
trescientos doce puntos;

En tercer lugar, Hufflepuff, con trescientos cincuenta y dos;

Ravenclaw en segundo Lugar,  tiene cuatrocientos veintiséis ;

Y  Slytherin que ganó el primer lugar, con cuatrocientos setenta y dos puntos.
Una tormenta de vivas y aplausos estalló en la mesa de Slytherin.

—Sí, sí, bien hecho, Slytherin , bien hecho—dijo Dumbledore—. Sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta. Todos se quedaron inmóviles. Las sonrisas de los Slytherin se apagaron un poco.

—Así que —dijo Dumbledore— tengo algunos puntos de última hora para
agregar. Dejadme ver. Sí... Primero, para el señor Ronald Weasley...
Ron se puso tan colorado que parecía un rábano con insolación. —... por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos
años, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos. Las hurras de Gryffindor llegaron hasta el techo encantado, y las estrellas
parecieron estremecerse. Se oyó que Percy les decía a los otros prefectos: «Es mi hermano, ¿saben? ¡Mi hermano menor! ¡Consiguió pasar en el juego de ajedrez gigante de McGonagall!»

Por fin se hizo el silencio otra vez.

—Segundo... a la señorita Hermione Granger... por el uso de la fría lógica al
enfrentarse con el fuego, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos.
Hermione enterró la cara entre los brazos. Harry tuvo la casi seguridad de que estaba llorando.

Los cambios en la tabla de puntuaciones pasaban ante ellos:

—Tercero... al señor Harry Potter... —continuó Dumbledore. La sala estaba
mortalmente silenciosa—... por todo su temple y sobresaliente valor, premio a la casa Gryffindor con sesenta puntos.
El estrépito fue total. Los que pudieron sumar, además de gritar y aplaudir, se
dieron cuenta de que Gryffindor tenía los mismos puntos que Slytherin, cuatrocientos setenta y dos. Si Dumbledore le hubiera dado un punto más a Harry... Pero así no
llegaban a ganar. Dumbledore levantó el brazo. La sala fue recuperando la calma.

—Hay muchos tipos de valentía —dijo sonriendo Dumbledore—. Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para hacerlo con los amigos. Por lo tanto, premio con diez puntos al señor Neville Longbottom.
Alguien que hubiera estado en la puerta del Gran Comedor habría creído que se había producido una explosión, tan fuertes eran los gritos que salieron de la mesa de Gryffindor.
Harry, Ron y Hermione se pusieron de pie y vitorearon a Neville, que, blanco de la impresión, desapareció bajo la gente que lo abrazaba. Nunca había ganado más de un punto para Gryffindor.

—Lo que significa —gritó Dumbledore sobre la salva de aplausos, porque
Ravenclaw y Hufflepuff estaban celebrando la derrota de Slytherin—, que hay que hacer un cambio en la decoración. Dio una palmada. En un instante, los adornos verdes se volvieron escarlata; los de plata, dorados, y la gran serpiente se desvaneció para dar paso al león de Gryffindor.

—La copa , es de GRYFFINDOR —

Hemisferios:Michelle y el inicio de una historia Mágica[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora