Hemisferios:Michelle y el inicio de una historia Mágica[1]

[p1]Capítulo 9

Diciembre, 1991

Cuando comenzaron las vacaciones de Navidad, Robin, Pansy y Michelle tuvieron mucho tiempo para ellos solos. Tenían el dormitorio solo para ellos y la sala común estaba mucho más vacía que de costumbre, así que podían elegir los mejores sillones frente al fuego; para Michelle era un alivio ya que por un tiempo estaría haciendo cosas sin necesidad de que Draco Malfoy interviniera o renegara en lo que hiciera. Robin se quedaban comiendo todo lo que podían pinchar en un tenedor de tostar, agarraba pan,buñuelos, melcochas al mismo tiempo. Pasaron horas jugando con las almohadas y antojaron algo del gran comedor. Al entrar, Harry y Ron estaban sentados jugando Ajedrez Magico; Ron parecía muy agusto y Harry muy confundido.

—A4 torre —
—¿Que hacen?— Preguntó Robín
—Ajedrez Magico— Respondió Ron — ¿Quieres juga...? — alzó la mirada .
—Ah, un Slytherin— 

Pansy los observo y prefirió retirarse del lugar, solo arqueó los ojos y se fué sin antes decirle a los chicos.
—Por si me necesitan — Dijo— Estaré con Blaise en la Biblioteca—

—Está bien Pans— Harry se acomodaba los lentes mientras buscaba una forma de ganarle a Ron.

— Sabes que tambien planeabamos formas de hacer que expulsaran a Malfoy?— Dijo Ron — ¿No te importa eso? —

— Son muy divertidas, pero imposibles de llevar a cabo.— Dijo Harry — Oh ... A5 Torre—

En la víspera de Navidad, Michelle se fue a la cama, deseando de que llegara el día siguiente, pensando en toda la diversión y comida que la aguardaban, pero sin esperar ningún regalo; Al día siguiente despertó más temprano de lo habitual y lo primero que vió al abrir sus ojos fue unos cuantos regalos bajo su cama. Mateodoro, su gato tigriado aun seguía dormido en forma de caracol. 

—¡Feliz Navidad! —Dijo Pansy, parecía estar despierta desde hace horas atrás, Michelle apenas se levantaba cuando respondió:

—Feliz Navidad para ustedes también —

Luego de tardarse una eternidad en arreglarse y ponerse las túnicas, bajaron  hacia el gran comedor, en donde esperaban un centenar de pavos asados, montañas de patatas cocidas y asadas, soperas llenas de guisantes con mantequilla, recipientes de plata con una grasa riquísima y salsa de
moras, y muchos huevos sorpresa esparcidos por todas las mesas.
A los pavos les siguieron los pudines de Navidad, flameantes.

El trío de jovenes magos, pasaron una velada muy divertida, con una batalla de bolas de nieve en el lugar de entrenamiento. Más tarde, regresaron a la sala común de Slytherin para sentarse al lado del fuego, ya que habían pasado demasiado tiempo bajo la nieve y entraron casi convertidos en cubos de hielo; la fiesta para estos  niños nunca terminaba, después de un té con bocadillos de pavo, buñuelos, panecillos y pastel de Navidad, los tres ya se sentían tan hartos y soñolientos que no podían hacer otra cosa más que irse a dormir.