Viaje

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Terminó de alistar su equipaje, no dejaba de sudar de las manos, aun no llegaba a Italia y ya estaba nervioso

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Terminó de alistar su equipaje, no dejaba de sudar de las manos, aun no llegaba a Italia y ya estaba nervioso. En un par de horas estaría viajando para encontrarse con el amor de su vida.

Tenia una montaña rusa de sentimientos, anoche había sido su ultima noche tocando en el bar y eso lo hacía sentir nostálgico, viajaría a Italia para tocar en uno de los conciertos más importantes y eso lo ponía nervioso y ansioso, de igual manera buscaría a Jimin en ese país y eso le hacía sentir temeroso y feliz al mismo tiempo.

Se sentó en la esquina de su cama y sonrió a la nada, hace meses que no sentía calentito su corazón, aunque en este caso lo sentía tibio, sólo podría sentirlo calientito cuando el rubio por fin este entre sus brazos.

Se comenzó a sumergir en sus recuerdos, antes de la llegada de Jimin no era tan mala su vida si lo veías de un punto lejano pues hacia lo que le gustaba, vivía cómodamente y tenía una vida sexual activa gracias a Jin.

Pero debía admitir que muchas veces ansiaba despertar con alguien a su lado y no con el frío espacio que dejaba Jin después de irse. Anhelaba compartir su vida, tiempo e historia de vida con alguien. Se sentía vacío en algunos aspectos, como un extraño atrapado en un callejón, un poeta que no pertenecía a ningún lugar, un estúpido abandonado por el corazón de cupido.

Pero todo cambió cuando conoció a Jimin. Su amor se sentía tan irreal, sabía perfectamente que no tuvo tiempo para conocerse bien y saber quien era cada uno, por que todo surgió instantáneamente como un sueño fugaz, tenía miedo de que abriera los ojos y que todo desapareciera pero el solo tocar a Jimin lo hacía sentir todo real. Para el pelinegro Jimin era como una hermosa canción soñada en el fondo del mar que hizo quemar la soledad amarga que sentía su corazón al tocarlo. Todo cobró sentido cuando Jimin llegó a él.

El espacio frío de su cama se llenó con el calor del rubio, el vacío de su corazón se llenó con el cálido amor que le daba.

Abrió los ojos y regresó a la vida real, donde Jimin ya no estaba, donde el frío de su cama era más fuerte, donde el vacío que sentía era más profundo y dolía como el carajo, esto era lo que él temía y ahora era su cruel realidad.

Suspiro porque era momento de avanzar para buscar respuestas.

Respuestas que Jin le estaba ayudando a encontrar, ¿Cómo debía pagarle a su mayor todo lo que hacía y seguía haciendo por él?

Cerró los ojos y recordó cómo comenzó todo.

Él sabía perfectamente que su atracción se dirigía hacia los hombres, se dio cuenta cuando comenzó a pasar tiempo con Jin, recién lo había conocido, solo era un crío de 13 años cuando comenzó a sentirse atraído por su mayor, pero era algo que no debía decir si aun quería ser amigo de Jin, así que se dedicó a observarlo en silencio, a tocarse en las noches por él y a soñar con que el mayor le correspondía.

El pianista   (yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora