Otra noche más

517 53 41
                                    

Otra noche igual, otra noche con la esperanza de que regresará

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otra noche igual, otra noche con la esperanza de que regresará. Cerró los ojos dejándose llevar por las notas tocadas con sus habilidosos dedos sobre las teclas de aquel piano.
Volvió a abrirlos y miró aquella mesa del rincón con la ilusión de verlo ahí, sentado, tomando un whisky con su mirada fija en el pianista y con su sonrisa de lado.

Terminó su melodía que expresaba lo que en esos momentos sentía, la melancolía de un corazón roto. Tomó su vaso de whisky y lo bebió todo, alzó la mano para llamar a un camarero y pedir otro igual. Esa noche como todas las anteriores quería ahogar su dolor en el alcohol que últimamente se había vuelto su mejor amigo junto con el piano.

—¿No crees que ya es suficiente? —le preguntó Namjoon.

—No lo es -respondió el pianista limpiándose una lágrima que se le había escapado.

—Yoongi no sigas haciéndote daño, él no regresará, debes retomar tu vida y tomar las oportunidades que se te están presentando antes de que sea demasiado tardé.

Yoongi dio un golpe con su puño sobre las teclas del piano llamando la atención de algunos clientes. Se levantó del banco y bajó del escenario, se metió detrás de la barra y tomó una botella de whisky para después perderse entre las cortinas que llevaban a la parte trasera del bar.

Se sentó en el sillón de la oficina de Namjoon, destapó la botella y le dio un gran trago.

—¿Cuándo vas a parar con esto? Sé que es difícil para ti pero debes reaccionar, carajo —Yoongi sólo lo miró y siguió bebiendo sin decir una sola palabra
—Maldita sea, Yoongi, por lo menos no bebas cuando te presentes aquí, termina tu turno y después ahógate si quieres

Yoongi sólo lo miraba sin expresión alguna, limpiándose de vez en cuando una que otra lágrima que se resbalaba por sus mejillas.

—¿Sabes todo lo que dicen de ti allá afuera? No, por supuesto que no lo sabes por que tú sólo vives en tu mundo de fantasía imaginando que por la puerta del bar entrará el desgraciado que ha hecho que te vuelvas un puto zombie. Pero, déjame te oriento un poco. Allá afuera se preguntan ¿qué es lo que le pasó al prodigio del piano?, ahora parece tan perdido tocando melodías melancólicas y tristes, parece que el más joven maestro del piano ha sido vencido por un amor. Se ve más viejo, más cansado, más perdido. Todas esas mierdas, hablando de que te enamoraste de un hombre y este sólo se burló de ti. Me cabrea que estés en la boca de todos, pero más me cabrea el hecho de que tú les des la puta razón.

Yoongi miró el reloj de su muñeca, su descanso había terminado. Tomó su botella y salió de la oficina, dejando a Namjoon atrás, mientras le gritaba que reaccionará.

Carajo, él era consciente de lo que le pasaba, pero ¿por qué su hermano no podía entenderlo? Él había perdido a su único amor, al chico con él que había pensado hacer una vida, quizá adoptar hijos, tener una casa linda con un patio enorme para tener mascotas, las cuales le encantaban a su pequeño rubio y con todas esas mierdas clichés que también le gustaban a su amado, más toda eso se esfumó la noche en la que lo abandonó sin decir una sola palabra; ni un "lo siento", ni una explicación, nada, haciendo que Yoongi se sienta, muerto por dentro y convertido en lo que es hoy.

Llegó al escenario y se sentó en el banquillo, una luz sobre su cabeza lo iluminaba. Nuevamente parecía que en cuestión de minutos había envejecido años. Le dio un trago a su botella, las manos le temblaban, sentía un nudo en su garganta y las ganas de llorar se acumulaban, odiaba recordar la noche en que lo conoció, porque eso provocaba en él más rabia. Miró una vez más aquella mesa en la que su chico solía sentarse a escucharlo, suspiró y comenzó a tocar aquella melodía eterna que le recordaba lo miserable que era ahora.

Se dejó llevar nuevamente por las notas y cerró los ojos, de inmediato se le vino a la mente una imagen de un chico rubio que le sonreía mientras sus hermosos ojos desaparecían tras esa acción.

Las lágrimas caían una a una, sus manos temblaban pero no dejaba de tocar aquella melodía que no sólo consolaba su corazón si no el de muchos clientes también. Esa noche como otras más donde su canción sabía a derrota y a miel.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pianista   (yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora