Esta es la historia de un pianista con un futuro prometedor, pero con un amor que no lo deja avanzar. Que lo encadena a ese bar, a ese piano y a esa infinita canción que toca todas las noches esperando volver a verlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jin caminaba de un lado a otro en el pasillo, estaba nervioso y preocupado, en unos minutos estaría hablando con Jimin y le ponía los nervios de punta el solo pensar que si estuviera en una relación con aquel chico, todo estaría
Por otro lado estaba preocupado por Yoongi, lo había notado raro en la mañana que se encontraron, por más que le sugirió regresar a corea para el entierro de su padre este se negó alegando que tenía un compromiso que cumplir.
Lo había notado más serio de lo normal, frío y triste. Le preocupaba que no fuera capaz de llevar de la mejor manera su duelo. También estaba el hecho de que debía decirle lo de Jimin pero con toda esta situación se preguntaba si era momento para hacerlo.
Unos murmullos se escucharon por el pasillo dirigiéndose hacia donde él estaba, Jimin se paró de golpe cuando lo vio y frunció su ceño confundido al verlo ahí.
—Jimin, tengo que hablar contigo de algo importante.
Jimin lo miró unos segundos y después dio media vuelta para irse, él no tenía nada que hablar con Jin. Todo había quedado claro meses atrás, ahora que jodido podría querer con él.
Jin se apresuró a tomarlo del brazo para evitar que se fuera, pero esa acción hizo que el acompañante del rubio se interpusiera y tomara del brazo a Seokjin para que dejara a Jimin libre. La molestia y desafío se podía ver en los ojos avellana del pelirrojo que acompañaba a Jimin.
—Suéltalo si no quieres que te rompa el brazo —Hablo el pelirrojo ejerciendo bastante fuerza en el antebrazo de Jin—
—Tranquilo, solo quiero hablar con él, es importante —mencionó Jin mientras soltaba a Jimin, el cual solo veía la escena sin meterse—
—Él no tiene nada que hablar contigo, ya suficiente le jodiste la vida en Seúl como para que ahora vengas a jodersela aquí —bramó el pelirrojo con odio, él estaba al tanto de lo que Jin le había hecho a su mejor amigo—
El chico tomó a su amigo de la mano para regresar por donde habían llegado pero lo que Jin le gritó lo hizo detenerse de golpe.
—¡Es sobre Yoongi, está aquí en Italia! —había gritado para llamar la atención de Jimin.
El corazón del rubio se detuvo unos segundos, ¿Como que Yoongi estaba en Italia? Sus sentimientos se arremolinaron en su interior. Quería hacer muchas preguntas, ¿Que? ¿Como? ¿Cuándo?.
Se giró encarando a Jin y este enseguida se acercó, pero el pelirrojo se puso entre ambos fulminándolo con su mirada.
—Tranquilo Tae, hablaré con él, me puedes dar un momento por favor, yo te buscare más tarde —habló Jimin calmando al menor, este a regañadientes aceptó, antes de irse amenazó a Jin con romperle el culo si hacía llorar a su amigo—
—Primero que nada quiero disculparme contigo, se que fui un hijo de puta contigo. Y ni siquiera merezco que estés aquí hablando conmigo. —Jimin se cruzó de brazos y alzó una ceja, Jin lo interpretó y cortó su rollo.
