Capitulo 10

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El pelirojo salió de allí confundido y algo molesto al sentir aún el olor del alfa a su alrededor.

Divisó una bicicleta en el patio de afuera y se acercó para tomarla, necesita salir y respirar aire fresco, y que mejor lugar que el bosque.

Tomó la bicicleta y caminó hasta adentrarse al pequeño bosque que estaba cerca de ahí e intentaba despejar su mente.

Lex: -se sube a la bicicleta y comienza a andar en ella- muy bien, solo... Debes concentrarte, Alexander -decía para si mismo- concéntrate. Esto es un negocio, sólo es un negocio. Todo va a salir bien

Mientras trataba de tranquilizarse, notó que se había metido a un lugar empinado, haciendo que la bicicleta bajara a toda velocidad

Lex: agh, ¡No puede ser...! -una rama le golpea la cara mientras baja con velocidad- ¡Gh! Odio la naturaleza, la odio -intentaba frenar la bicicleta pero esta iba muy rápido

Cada vez iba más rápido y ya estaba alarmándose.

Lex: detente. ¡¿Por qué no te detienes?! -logra parar ya que el camino empinado había terminado- ¡Alto, alto, alto! ¡Alto! -golpea la bicicleta con rabia y luego apoya su cabeza la bicicleta- no puede ser... Sólo quería aire... -respira agitado y frustrado

En eso comienza a oír golpes de un tambor, levanta su rostro para ver que era pero no podía ver nada.

Lex: ¿Y ahora que... Qué es eso? -mira para todos lados- ¿Qué es eso? -sigue escuchando el sonido de tambores- ¿Que rayos es...?

Decide acercarse con la bicicleta lentamente, intentando ser cauteloso, seguía escuchando el retumbar de esos misteriosos tambores, los cuales se hacían cada vez más fuertes, luego se asoma y ve a alguien de espaldas con una capucha roja

Lex: ¿Quién es...? -susurra mientras ve a ese alguien haciendo movimientos extraños

Deja la bicicleta a un lado y se acerca más a la zona, pero en un movimiento su pie se resbaló y bajó rápidamente sin querer, se quedó quieto pero ese alguien no se había dado cuenta. Al menos, para él.

Nyssa: ¡Ven a mí, Alexander de Nueva York!

Lex: -se sobresalta- ¿Cómo sabe mi...?

Nyssa: soy yo, ¡La abuela Nyssa! -sonríe aún de espaldas a él

Lex: ¡Oh! Hola -sonríe incómoda mente

Nyssa: veo que eres curioso. Ven, le daré gracias a la madre tierra -le extiende sus brazos

Lex: -ríe nerviosamente- no, en realidad no soy tan curioso, sólo...

Nyssa: mira a tu alrededor, la madre tierra nos proporcionó todo ésto, así como los unió a ti y a Clark para que puedan estár juntos.

Lex:...

Nyssa: hay que dar gracias, y rogar que sean abundantemente fértiles. Ven, baila conmigo en celebración.

Lex: ah...eh... Quisiera agradecerle desde aquí, es qu-... -interrumpido

Nyssa: ¡Insisto!

La abuela lanza un puñado de pólvora a la fogata frente a ella, haciendo que el fuego creciera y retumbara, asustando así al pelirojo.

Lex: l-lo haré... Voy a... iré abajo y... Y bailaré con usted -baja con cuidado ya que estaba un poco alto

Nyssa: sigue y aprende -comienza a hacer pasos raros- i i io, i io. Vamos Lex, siente el ritmo del tambor. ¡Ahora tú!

Lex: ¿Yo que? -cruza sus brazos frente a él

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