Habían pasado dos días desde aquel fatídico día del incidente con aquella dama de compañía y aún las aguas se encontraban algo turbias entre los pretendientes.
Soyeon decidió suspender las lecciones hasta nuevo aviso y aquello les ponía nerviosos, no sabían qué hacer sin aquella mujer tan característica en sus tardes.
Sunghoon en este preciso momento se encontraba en medio de la tarde recostado en su cómoda cama sin siquiera saber qué hacer.
Le aburría muchísimo el no hacer nada y esperar a que la dama volviera a mandarles llamar temprano a sus habitaciones para sus lecciones matutinas que terminaban a media tarde.
Los pensamientos del pelinegro se vieron interrumpidos por la chica pelirroja que entraba por las enormes puertas de la entrada de su habitación.
- Buenas tardes señorito, ¿Cómo se encuentra?- cuestionó Chaeryeong entrando al cuarto con una canasta de ropa. Posicionándose al lado de aquel gran ropero que se encontraba dentro de la habitación, para ahí tener más accesibilidad al mismo.
- Estoy aburrido, Chae.- bufó mientras veía el techo.
Aquello le sacó una sonrisa divertida a la pelirroja, a veces era gracioso ver cómo Sunghoon era demasiado inquieto y no encontraba en qué gastar su energía.
- ¿Cómo llegaste al castillo, Chae?- preguntó el pelinegro. El chico tenía esta peculiaridad de hacer preguntas totalmente salidas de tema de la nada.
- ¿D-Disculpe..?- respondió la pelirroja algo confundida.- ¿Para qué necesita saber eso?
- Me gustaría conocerlos mejor, nada más.- dijo esbozando una sonrisa para que la pelirroja se soltara y se sintiera en confianza.
Después de unos minutos de debatir consigo misma sobre si debía hablar o no, Chaeryeong habló.
- Verá...- comenzó a relatar mientras doblaba la ropa que había traído en la canasta.- Soy una trébol nacida en la casa trébol del pueblo. Mis padres me abandonaron a una edad muy temprana gracias a que no podían cuidarme y tuvimos que arreglárnoslas como pudimos...
- ¿"Tuvimos"?
- Tenía una hermana. Su nombre era Chaeyeon...- confesó la pelirroja con los ojos llenos de nostalgia por la chica mencionada.- Ella era diez años mayor que yo y era la mejor hermana del mundo. Me cuidaba, trataba de llevar comida todos los días a nuestro hogar, el cual constaba de una pequeña casa abandonada en ruinas, pero no me quejaba.
Ella tenía un novio, su nombre era Minho, un diamante de buena familia. El muchacho era muy amable conmigo, siempre la trataba con respeto y amor... Casi siempre se quedaba en casa aunque no tuviéramos mucho que ofrecerle, le gustaba hacerle compañía a mi hermana y de vez en cuando... También disfrutaba de cuidarme a mí.Chaeryeong de repente paró con su relato para calmar aquellas ganas intensas de llorar que le abrumaban cada que contaba aquella dolorosa historia.
- Si deseas puedes no decirlo, no tengo problema con ello.- dijo Sunghoon mientras se le acercaba al lugar donde se encontraba doblando la ropa para así tranquilizarla.
- E-Está bien, solo el recuerdo es algo abrumador de vez en cuando...- soltó mientras trataba de retener aquellas lágrimas cristalinas que comenzaban a formarse en sus ojos.- Ambos se amaban con todo el corazón... Él aceptó lo que mi hermana era sin siquiera pensarlo dos veces... Él lo hizo, más su familia no.
Sunghoon ahora sabía por donde se dirigía aquella historia.
- Fue una noche fría de febrero cuando desperté por los gritos de aquellas terribles personas exigiendo ver a la chica pobre que había "engatusado" a su hijo.
Mi hermana y yo al revisar qué sucedia, notamos que el muchacho estaba lleno de moretones y sangrando cuando lo tiraron en el piso frente a nuestro hogar, y mi hermana... Ella no sabía qué hacer así que decidió obligarme a huir por mi bien...
Me tomó por los hombros y entre lágrimas sólo dijo "Huye lejos Chae, no dejes que te alcancen, te amo, todo estará bien..."- Chaeryeong hizo una pausa para tomar aire y seguir hablando.- Recuerdo que al salir de nuestro hogar ella corrió para ayudar a su amante, yo salí corriendo a esconderme detrás de unos cuantos montones de paja y después todo fue aterrador...
"¡¿Es mi pecado amar a alguien igual a mí pero con una marca distinta?! ¡Ustedes son los pecadores al hacerle esto a su propia sangre, a su propio hijo..!" Fueron los últimos gritos que llegué a escuchar de mi hermana antes de que la golpearan hasta que finalmente... Guardó silencio.Sunghoon siquiera sabía cómo reaccionar ante aquello, era una historia totalmente salvaje, demasiado cruda y realista. Éste tipo de incidentes en la casa trébol eran demasiado comunes..
- Después de aquello el cielo tuvo que volver a hacerse claro para que yo saliera sin miedo, de mi escondite.
Al salir, ahí, en medio de todo aquel caos... Encontré a mi hermana sin vida, y al lado de ella, se encontraba aquel chico... Su mejor y peor error tomándola de la mano.- dijo mientras aquellas lágrimas de cristal descendían por sus rojizas mejillas.- Ambos se encontraban muertos y en ese entonces tenía sólo nueve años. No podía cuidar de mi misma, no tenía a donde ir, era demasiado peligroso seguir en mi hogar así que pasé semanas vagando por el reino hasta que llegué al castillo a píe y muriendo de hambre. Fue un milagro que sobreviviera sin alimento tanto tiempo... Pero aquí me brindaron comida, techo y un trabajo honorable que me llena el corazón. - finalizó su relato con un rostro empapado por las lágrimas y una sonrisa algo falsa.- Fue horrible...- Soltó Sunghoon, estupefacto por todo lo que había vivido su querida dama de compañía.- Lamento que hayas pasado por eso, Chaeryeong.
- Está bien... Han pasado diez años y aunque el dolor no disminuya, estoy segura de que mi hermana está en algún lugar paseando con su amante, tomados de la mano, y ella... E-Ella está orgullosa de mí.- dijo mientras se le quebraba la voz y rompía en llanto sobre los brazos de Sunghoon.
Aquella pelirroja tan recta y apegada al protocolo tenía sentimientos dolorosos reprimidos y en ese instante solo... Se desbordó.
- J-Jamás me despedí de ella... J-Jamas le dije "te amo" una última vez... ¡Jamas le di un último beso..! - exclamó entre sollozos mientras Sunghoon la rodeaba con sus brazos y acariciaba suavemente su espalda.
Aquella tarde el chico sólo se encargó de escuchar y consolar a aquella linda muchacha que tanto le ayudaba a sobrellevar su estadía en el palacio. Sentía que debía devolverle tan siquiera una pequeña parte de todo lo que ella había hecho por él ese corto tiempo que habían convivido hasta ahora.
Sunghoon se encargaría de escuchar y consolar a su amiga toda esa tarde hasta que ésta se cansara de llorar.
Supongo que no esperaban que los bombardeada con ésta historia tan de repente jahdkajSentí que era necesario explicar el qué le ha pasado a Chaeryeong para que sea cómo es, y también para que entiendan su personalidad más a fondo ^^.
¡Nos leemos pronto!<3
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HOUSE OF CARDS ‖ Sunsun
FanfictionEn un mundo en el que tu marca de nacimiento define la calidad de tu vida. Kim Sunoo, un príncipe heredero al trono es obligado a organizar una selección de su futuro esposo. Todo el pueblo puede participar, diamantes, corazones, picas e incluso la...