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En el momento en el que Sunghoon puso en pie en su habitación, aún podía sentir aquellas mariposas revoloteando en el centro de su ser.

El amor que sentía por el príncipe estaba presente en él aún si el otro se marchaba y eso era precioso.

El pelinegro al caminar hacia su cama, decidió que primero se recostaría un poco con la ropa puesta antes de dormir.

Al hacerlo, no supo por qué, pero se sentía observado..

El chico, al incomodarse con su extraño presentimiento de que algo marchaba mal, decidió encender una vela.

Al hacerlo, por fin pudo ver quiénes estaban ahí dentro.

Eran Soobin y Chaeryeong parados al lado de su cama.
Con una expresión en el rostro totalmente impactada y aterrada.

—Dios... Me asustaron.— el muchacho caminó hacia donde se encontraban las luces para encenderlas y así hablar con sus amigos.— ¿Qué hacen aquí?

Con las luces de la habitación encendidas, aquellas expresiones de temor en los rostros de los dos muchachos a su lado eran más evidentes.

—M-Mire, no queremos alarmarlo.— Soobin comenzó a acercarse lentamente al muchacho mientras que Chaeryeong iba a buscar algo colocado encima de su tocador.

—¿Qué está pasando?— preguntó de nuevo el trébol, sonando algo preocupado.

Soobin tomó por los hombros a Sunghoon y comenzo a caminar hacia adelante, guiándolo para así sentarlo en un sillón individual que se encontraba cerca de la puerta de entrada.

Chaeryeong al acercarse a ambos muchachos, sacó del bolsillo de su vestido un pequeño sobre ya abierto, sacando la nota que se encontraba dentro del mismo en el proceso.

—S-Señorito..— la muchacha dudó antes de mostrarle aquella nota.—De n-nuevo recibió otra nota...

El muchacho se levantó del sillón y les miró confundido, sin entender de qué trataba todo aquello.

Más al tener la nota entre sus manos, recordó tensamente aquel papel con es frase tan escalofriante que había recibido el primer día que pisó el castillo.

"Corre peligro, huya lo más rápido posible antes de que lo inevitable suceda"

Sunghoon desdobló la nota rápidamente y trató de leer lo que estaba escrito en ella, más al intentarlo, no lo logró.

El temor en su cuerpo le impedía leer aquel pedazo de papel.

—¿Puedes leerla por mí, Chae?— aquel pobre muchacho tembló al alzarle la nota a la chica, y al hacerlo, la muchacha notó que se veía más pálido de lo usual.

La pelirroja tragó saliva y tomó de nuevo aquella nota entre sus manos.

"Se lo suplico, huya antes de que sea demasiado tarde. Va a morir en este mismo castillo si sigue en la competencia por la mano del príncipe."

El pelinegro se sentó de golpe en el sillón que se encontraba detrás suyo.

Estaba tan confundido.

Aquellas notas siquiera tenían sentido, ¿Por qué alguien desearía herirlo..?

Y aún así, si alguien quisiera hacerlo... ¿Sería capaz?

Sunghoon tenía una familia; una madre y una hermana que le esperaban en casa.
Ahora tenía a Jake, a Soobin, Chaeryeong, Jungwon... Tenía a Sunoo.

¿Por qué alguien desearía causarle daño a una persona tan insignificante pero a la vez tan querida como él?

¿Y si en realidad quien mandaba las notas era quien deseaba su mal?

HOUSE OF CARDS ‖ SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora