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Chaeryeong caminaba enérgicamente esa mañana por el pasillo en el cual Sunghoon se hospedaba, cargando en una mano, aquella bandeja de plata repleta de frutas, panqueques y algunas guarniciones para el señorito, era su desayuno.

En la otra mano, cargaba una jarra de agua y un vaso para el chico.

Soobin esa mañana no había podido ayudarle a cargar las cosas, gracias a que Soyeon llamó al chico para pedirle un favor que debería llevar a cabo en el pueblo.

La chica justo al intentar abrir la puerta de la habitación del trébol, sintió cómo se le resbalaba aquella bandeja de las manos.

Casi tocaba el piso.

Casi, gracias a que aquel chico uniformado de ojos profundos la detuvo antes de que impactara con el suelo.

— ¡Por poco!— exclamó el pelinegro al regresar perfectamente aquella bandeja a los brazos de la muchacha.

Chaeryeong al verlo solo sintió cómo su rostro se tornaba rojo de la pena.

Aquel era el guardia que tanto la halagaba y saludaba cuando se veían en el castillo.

Era atractivo y alto... Un chico bastante simpático también.
La trébol ante eso sacudió la cabeza.

Aquellos pensamientos no ayudaban a la chica, solamente hacian que su rostro se pusiera aún más colorado.

Muchas gracias..— soltó al volver a la realidad.

— No es nada, ¿Necesita ayuda para llevarlas adentro?— preguntó el amable chico.

— Uhm, estaré bien, gracias.— la muchacha observó cómo el pelinegro sonrió y procedió a caminar hacia las escaleras, marchándose.— ¡Disculpe!

El hombre volteó desde su lugar y vio cómo Chaeryeong luchaba consigo misma para decidir si preguntar lo que diría.

— N-Nos hemos visto muchas veces... Pero aún no sé su nombre.

Ambos hicieron contacto visual hasta que el pelinegro sonrió calidamente.

— Mi nombre es Jay, el de usted es Chaeryeong. ¿O me equivoco?

— No, está en lo correcto.. ¿Cómo lo sabe?

— Pregunté por ahí el nombre de la hermosa chica pelirroja que tanto rondaba por mi mente.— hizo una pausa para sonreír a la nada— Y resultó ser el suyo.

La muchacha sintió cómo toda la sangre se le iba directo al rostro.

— Si me disculpa, tengo que marcharme.— hizo una reverencia y finalmente se fue.

Chaeryeong necesitó unos minutos para asimilar aquella interacción antes de entrar a la habitación de Sunghoon.

Cuando finalmente lo hizo, abrió aquellas enormes puertas y entró a la habitación del trébol.

La chica dejó las cosas en una mesa que se encontraba cerca de la cama del chico y procedió a acercarse a su cama para así despertarlo.

Pero ahí no estaba Sunghoon.

No se encontraba dormido en la cama como habitualmente lo hacía estos ultimos días,

Y aquello asustó a la pelirroja.

Comenzó a mirar frenéticamente a todos los lados de la habitación, asustada de que tal vez aquel chico se haya ido definitivamente del castillo.

Cuando la chica en su desesperación optó por buscarle en el primer piso del castillo, rápidamente caminó hacia la puerta para salir a hacerlo, pero unos ruidos provenientes del baño la detuvieron.

HOUSE OF CARDS ‖ SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora