Chapter 21

1.7K 98 9
                                    

Ninguno de los dos decía nada, el silencio reinaba en la camioneta creando un ambiente tranquilo, pero lleno de incertidumbre.

El manejaba y yo veía por la ventana sintiendo como el aire acondicionado chocaba contra mis piernas, mi postura rígida y tensa no cambiaba por más que lo intentara, su mano se aferraba a mi muslo acariciando de forma delicada y apretando de vez en cuando de forma notoriamente inconsciente provocando que mi respiración se cortara y las palmas de mis manos empezaran a sudar más de lo que normalmente lo hacían.

—¡Hey!—Golpeé su mano y lo pellizque, su mano subió mucho más de lo que debía tocándome de una forma que lejos de hacerme sentir más nerviosa, estaba teniendo el efecto contrario—Maldito atrevido.

—Mala mía, se me fue.—se excusó sin ningún tipo de esfuerzo en que fuera creíble.

Más de dos veces quité su mano de mi pierna hasta que simplemente me altere y terminé pellizcándolo tan fuerte con mis uñas dejándole una parte roja; no agrego ni una sola palabra respecto a la situación y yo tampoco lo hice.

—Déjame aquí.—pedí rompiendo de nuevo el silencio en un susurro bastante suave.

—¿Por qué?, te voy a dejar allá.

—No quiero problemas, so, por favor déjame aquí. Caminaré, esta cerca.—expliqué a lo que este asintió quitándole el seguro a la puerta mientras me observaba de forma seria y golpeaba su dedo pulgar contra el guía—Gracias.

Asintió haciendo una pequeña mueca.

—Mera...—habló llamando mi atención lo que interrumpió mi salida del vehículo—Los zapatos, llévatelos.

—No creo que sea muy conveniente llegar con eso, gracias igual. Están muy bonitos, pero no los puedo recibir.—argumente, mi intención era sonar lo más normal posible, la conversación no era como la de hace minutos de solo gritos e insultos más de mi parte que de la suya—Toma.—agregué una vez logre sacar el pequeño rollo gordo de billetes que me había dado ayer de los cuales solo había gastado una pequeña cantidad para el taxi y listo.

—Fue un regalo, creí que ya te habías gastado eso, quédatelos.

—No pretendo quedarme con tu plata, Bryan. Y menos cuando la razón por la que me lo diste fue por eso...—murmuré lo último con cierta pena provocando que este alzará una ceja aun serio.

—¿Qué es eso?—interrogó remarcando la última palabra.

—T-tu sabes que es eso, no te hagas el idiota.—repliqué exasperada.

—Chingar Nico, se llama chingar, y perdón si malinterpretaste la acción, pero como te dije yo no tengo que pagarle a nadie por bellaqueo. Te los di solo porque los necesitabas y sé que decir eso no fue lo mejor, so, de corazón también me disculpo por eso—explicó de forma pausada manteniendo la calma, parecía cansado, pero relajado, era muy rara la combinación, no parecía que estuviera a punto de burlarse o algo por el estilo.—Mira que yo aun sigo pensando en eso, mala mía si te hice sentir mal. Aun así, me causa gracia que no seas capaz de hablar normal del tema cuando muy bien que te atragantabas con mi bicho ayer, mami. Pero dale, entiendo que te vuelves tremenda sata cuando estas bellaca y así me gustas igual, doble personalidad, se amolda a lo que quiero.

—Ya, ¿Podrías por favor callarte? No es algo de lo que esté orgullosa, créeme.

—Como quieras.—suspiró apretando sus ojos unos segundos para después abrirlos rápidamente—Mañana de pronto te vengo a buscar, no sé... Mala mía, pero no tengo claro que tanto me demore mañana, so, puede ser a cualquier hora o mande a alguien a buscarte.

INFIEL. [BRYTIAGO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora