Chapter 11

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—¿Segura que estas bien?—cuestionó por tercera vez él castaño a lo que yo suspiré ya cansada volteando a verlo—No me mires así, te pregunto porque tienes una cara y yo se que no hice na' so...

—Estoy bien, solo estoy cansada y quiero entrar a mi casa. Es solo eso—respondí diciendo la verdad a medias, por que sinceramente por mas que intente dormir no pude al pensar una y otra vez en las palabras de Bryan, en su actitud tan bipolar e irracional que no llegaba a entender del todo—Nos vemos después, gracias por dejarme sola en una casa que no es mía y con el tipo raro que nada mas entiendes tú—acote agarrando mi bolso de la universidad, abrí la puerta del carro mientras escuchaba su risa.

—Estaba trabajando, no pensé que me iba a demorar. Mala mía te ofrecí que fueras conmigo, pero te quédaste dormida en el cuarto y te dije dos veces que te levantaras y no lo hiciste—hice una mueca reconociendo que tenía razón en parte, aun así no pretendía admitirlo en voz alta—Cuídate, Donita. Descansa ¿Mañana te voy a buscar a la universidad de nuevo?

—Si tienes tiempo si, sino vengo sola—respondí cerrando la puerta, cuando iba a comenzar a caminar lo escuche gritarme, lo que me hizo apoyarme en la ventana del carro esperando a que hablara—¿Qué?

—Si pasa algo me llamas.

—Mera a veces me haces sentir como si fueras mi papá, relájate ¿si? No voy a perder y en mi vida casi nunca pasa algo interesante so todo bien—solté con diversión a lo que él rodó los ojos para después sonreír de lado.

—Acho nunca había tenido una amiga y me entretiene bastante estar pendiente a tus problemas que a mi vida, además eres como una cosita chiquita, delicada que dan ganas de cuidarla so tengo mis razones pa' ser tan intenso.

—¿Cómo vas a tener amigas si a todas te las quieres chingar Omar? Salimos y ya le andas viendo el culo a cualquiera que pase—hablé con diversión comenzando a dar pequeños golpes con la palma de mi mano en la puerta.

—Que puedo hacer yo si están buenas y no son todas soy bien selectivo, te dije tengo buenos gusto. Yo no diría chingar, chingar sería más bien buscar la manera de fortalecer la amistad, tener confianza entre dos personas más allá de abrazos—al ver la mueca que hizo como si lo que estuviera diciendo requiriera pensar mucho me reí.

—Esa seria la forma educada de decir que quieres meterle el bicho a alguien sin compromiso, es solo para tu placer.

—Exacto ¿Tu con quien crees que estas hablando Nico? Mami me hizo todo un caballero.

—Caballero con delirios de maleante, entiendo—asentí siguiéndole el juego.

—No tengo delirios, lo soy.

—¿Ah si?—pregunté viéndolo con una ceja alzada y una sonrisa en mis labios.

—Ajá—asintió sonriendo de forma exagerada sin mostrar sus dientes—Entra que ya es tarde y el mamabicho de Bryan después me deja afuera a mí.

—¿No tienes llaves?

—Las dejé en la casa porque tu tenías un desespero con eso de que te querías ir so si duermo en el carro es tu culpa.

—Que seas tan estúpido no es mi culpa papi, hablamos después señor «yo soy un maleante»—dije lo último comenzando a caminar hacia el edificio intentado imitar su voz gruesa en forma de burla.

Pude escuchar como las llantas del carro rechinaron contra el asfalto haciéndome rodar los ojos, no sólo por el ruido sino también por el hecho de que el tipo manejaba como un maldito loco y aunque podría decir que estaba acostumbrada a veces me molestaba eso.

INFIEL. [BRYTIAGO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora