INFIEL. [BRYTIAGO]

Chapter 28

Alondra

Se levantó rápidamente de la mesa tapándose la boca, Omar tuvo la intención de ir, pero yo tenía cosas que hablar con Nicole, dudas que confirmar, cosas que aclarar y era el momento, había aguantado mucho. Obtuve una mala respuesta del pana de mi novio, pero no nos llevamos bien, así que, las malas respuestas ya eran normales entre nosotros. 

Caminé por el pasillo quitando con mi pie, completamente irritada a la perra de Bryan cuando se me metió en el camino lo que causó que casi me mordiera. La puerta del baño del pasillo estaba abierta completamente, las arcadas de la gorda se escuchaban fuertes a pesar de que no había llegado y no pude evitar negar con mi cabeza al ver que aún no había dejado la maña de vomitar cada vez que las comidas tenían demasiados carbohidratos.

—Eres un maldito asco.—murmuré ayudándola a levantarse, estaba pálida, las manos le temblaban y parecía mareada. Lo único que de color en su rostro, eres ese rubor en crema que me había enseñado a usar para lograr tener ese efecto natural en las mejillas—. Creí que ya no hacías esas cositas de rarita. 

—No me inducí el vómito, sabes que me he sentido mal del estómago toda la semana.—refutó temblorosa acercándose al lavamanos para lavarse la boca—. Ve con ellos, yo... Yo ahora voy. 

—Estás hecha mierda, Nicole.— acoté señalándola, me miré en el espejo acomodándome el panti de mi bikini color negro y mover un poco mi cabello. Una vez cerró la llave y se apoyó en el mesón maldiciendo una y otra vez, me acerqué—. A ver.—la empecé a peinar aunque no me quedaba del todo bien—. Esto es lo que pasa cuando comes mucho, con las donas que te dio Eladio era suficiente. 

—Solo comí una, no había desayunado y es hora del almuerzo. No me iba a morir de hambre. 

—Pues tienes que cuidarte más.—finalicé apretando de vez en cuando mi mandíbula al ver como sorbió su nariz y arregló por su cuenta su cabello llevándome al punto en el que tuve que dejar de hacerlo yo—. ¿Puedo preguntarte algo, Nicole?. 

—Ya me estás haciendo una pregunta.—sonrió con cierta diversión haciendo que los ojos casi se le perdieran al tener la cara tan gorda. 

Era una gordita tierna, sin nada de sensualidad o femenina y que buscaba atención tratando de complacer a todo el mundo. Lo típico.

—Bien, ¿Omy te ha contado algo de Bryan?. 

Negó levemente—. ¿Por qué?. 

—Está raro... bueno, normalmente siempre es así, pero está peor y me preocupa, es mi novio.—remarqué intencionalmente la palabra jugando con uno de los rulitos que se le salían del cabello—. Nico, ¿me estás diciendo la verdad?, pasas tiempo con Omar, debes ver cosas ¿no?. 

—Te estoy diciendo la verdad, casi siempre cuando salgo con Denis, tu novio no está ahí.—aclaró en un tono suave, secando sus manos con esa delicadeza estúpida que la caracterizaba.

—Pero, si tú supieras algo me lo dirías ¿verdad?. Yo haría eso por ti, porque eres mi amiga y me dolería mucho que te engañaran.—sonreí sin mostrar mis dientes cerrando un poco mis ojos, me acerqué un poco más, su cuerpo estaba algo tenso, su respiración se agitó y la diversión creció en mí al notar que el miedo iba a apareciendo en ella—. ¿Él ha intentado algo contigo, gordi?. 

—No.

Mentira, era un patrón que se repetía, siempre mentía cuando llegábamos a este punto, siempre mentía.

—¿Hablas con la verdad?, porque me voy a enojar si es mentira, Nico. 

—Hablo con la verdad, no ha intentado nada, nosotros no hablamos. No nos llevamos bien.