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JACK POV:

He estado varias horas con La Carterista en el salón, simplemente acompañándola mientras ella dormía en el sofá, pues después de que Miller se fuera, su cuerpo seguía bajo los efectos del sedante y necesitaba dormir ya que no podía luchar más contra sus efectos y acabó desvaneciéndose en mis brazos. Ella sigue con la misma ropa que está mañana manchada de sangre falsa y las manos sucias con esa sangre seca metida dentro de sus uñas.

Realmente lo de esa tobillera es aterrador, después de ver los efectos tan fuertes de ese sedante, han pasado ya muchas horas y Lena sigue por poder estar bien y con sus fuerzas recuperadas.

Miranda ha estado también acompañándome, dándome tema de conversación, mientras los dos cuidábamos de La Carterista. La verdad que Miri es una chica muy interesante, se nota que es una persona especial, tiene una forma de ver las cosas totalmente diferente.

– Tú te diste cuenta desde el coche que el comportamiento de Miller no era normal... sabías que algo pasaba... – dije en voz baja.

Miranda estaba sentada en el suelo enfrente de la chimenea moviendo la leña.

– Sí bueno... intenté avisaros, aunque ya deberíamos dejar este tema atrás, jamás pensé que vería a Miller llorar... eso me hace entender que realmente lamenta mucho por lo que nos han hecho pasar. Debemos avanzar y dejar esto atrás. Al fin y al cabo, él solo seguía órdenes, la verdadera culpable de todo esto es Lea Wang, es muy retorcida– dijo Miri.

Yo asentí levemente mientras veía como Lena dormía tranquilamente.

– ¿Crees que Miller conseguirá la orden del juez?– pregunté.

–Por supuesto Jack, el agente Miller puede ser un poco desagradable a veces, pero está claro que su trabajo se lo toma muy enserio.– dijo dándose la vuelta para mirarme.

La Carterista se movió y abrió los ojos.

–Me siento muy cansada.– dijo en voz baja intentando sentarse.

–Normal Lena, al parecer ese sedante es muy fuerte y la dosis que administra es bastante alta, con eso puedes dormir a un elefante vamos.– dijo ella acercándose al sofá donde estábamos los dos sentados.

– Muchas gracias chicos por cuidar de mí.– dijo restregándose los ojos.

– Es lo que hacen los compañeros.– dije sonriente.

La Carterista me miró con una sonrisa.

–¿Estás ya mejor?No me refiero al sedante, me refiero al estrés emocional por lo de Miller.– preguntó Miranda. Lena se quedó callada un momento y miró al suelo, luego asintió levemente.

–Ver que todo era una broma de mal gusto por lo menos me ha tranquilizado al saber que sigue vivo y que Mustang aún no ha aparecido... Me he dado cuenta que necesito mentalizarme antes de ver a mi antiguo jefe. Me siento un poco decepcionada con Miller porque pensé que él confiaba en mí pero bueno... tengo que entender que yo soy una criminal, solo soy un objeto que están usando para un caso en concreto, y él es un agente de policía que debe obtener unos resultados y respetar una jerarquía.– dijo Lena intentando levantarse, la ayudé haciendo que se apoyara en mí.– ¿Me puedes ayudar a llegar a mi habitación? Bueno también me gustaría ducharme, que estoy asquerosa.– dijo mirando sus manos con restos de sangre falsa seca.

–Claro te acompaño.–dije andando a su lado subiendo lentamente las escaleras.

–Estaré aquí abajo por si me necesitáis.–dijo Miri volviéndose a dar la vuelta y acercándose a la chimenea.

–Gracias.–respondimos La Carterista y yo.

Conseguimos llegar arriba, aunque con mucha dificultad, cada paso que daba La Carterista era lento y débil. Me adelanté al baño, abrí el grifo para que el agua saliera caliente.

Lena Jennings // La segunda parte de La CarteristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora