Bajo tú sombra, escondidos,
reposan aún todos mis sentimientos por tí.
Es absurdo imaginarlo siquiera, como es que después de todo esto, aún tengo algo para darte.
Y ya no sé exactamente qué es, si será algo bueno; o por el contrario,
es nuestra ruina total.
De tú boca salen las mismas palabras que alguien más me dijo algún día,
pero que nadie ha sido capaz de concretar.
Son como un coro, que alcanza hasta la última fila, retumba en mis oídos pero no los quiero escuchar.
Estoy demasiado distraída mirándote, mirándonos como los primeros días, conservando la imagen hasta el presente, cuando ya todo parece tan poco.
Ahora nos vemos cómo una vaga ilusión, mágica en su momento, pero que marchita los días que le quedan a mi corazón.