CAPÍTULO 19

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-Ya sabes–dijo Eren. -No les hables y ni las mires... son desagradables y tengo mucha hambre...

-Lo sé... me lo has dicho desde que llegaron–Levy río suave. - ¿Quieres algo nuevo en el desayuno?

-Como veo que estás de buen genio dame tocino con huevos... quiero muuuuchoooo...

-No exageres, sólo un poco–Levy negó levemente y se fue riendo a la cocina mientras el castaño iba al comedor.

-Isabel hazme unos huevos con tocino por favor... a Eren se le antojo hoy–Levy suspiró y se sentó.

-Ujum.. ¿Cómo te fue ayer? –Le preguntó Isabel poniendo la sartén al fuego.

-Bien...mi Pequitas y yo estuvimos todo el día juntos, en la noche dormimos un poco y después me vine, me encanta mis días de descanso–sonrió contento.

- ¡A mí también! –Isabel habló muy contenta. - ¡Ya quiero mi próximo descanso!

Levy río suave y se deleitó con el olor a huevos... Isabel revolvió los huevos y con agilidad movía la sartén para que se cocinaran bien, luego los sirvió en un plato y se los dio a Levy con una enorme sonrisa.

El pelinegro salió de la cocina y se preparó mentalmente para encontrarse con las odiosas hermanas Jaeger.

-Buenos días señores Jaeger–Saludó Levy mientras tomaba asiento en el comedor y les sonrió.

- ¡Buenos días Levy! –Saludaron los dos al mismo tiempo.

-Dame de comer enano–Pidió Eren abriendo la boca.

Levy le empezó a dar de comer y Eren miraba a sus hermanas mientras masticaba.

- ¿Armin no ha llamado? –pregunto Carla.

-Esta semana no señora, pero mientras su hijo se sienta bien no es necesario...

-No quiero verle la cara a Armin.. siempre que lo veo voy a parar al hospital–dijo Eren para posteriormente recibir la comida que le deba Levy.

-Es por que no dices nada de lo que tienes–Le dijo su padre. -Eso es para que mantengas informado a Levy de cualquier molestia que tengas e incluso si te duele una uña...

-Si se te parte una uña llamemos al médico–hablo su hermana Petra metiéndose en la conversación mientras sonreía. -Cuídate princesa...

-Tenía que hablar la cacatúa mayor–Eren rodó los ojos. -Terminemos de comer rápido Levy, no quiero terminar de dañar mi día...

El pelinegro quería reír pero solo siguió dándole de comer...Grisha empezó a hacerle conversación a sus hijas para que no molestaran a su hijo menor.

-Adiós familia me voy–anuncio Eren haciendo su silla hacia atrás.

- ¿A dónde vas? –Le preguntó su madre.

-Saldré un rato al jardín para después ir a la biblioteca–respondió el castaño yéndose del comedor.

-Con permiso... que disfruten su desayuno–Levy se levantó y fue tras Eren.

El castaño salió de la casa mientras Levy daba un gran suspiro yendo detrás de él.

-Me dejaste con tus hermanas... lo que tienen de lindas lo tienen de venenosas–Levy sonrió sin mucha alegría.

-Son feas... tienen un bulto de maquillaje encima, si la ves en la madrugada te asustas–Los dos rieron.

Ya estando un poco alejados de la casa Eren se detuvo.

-Quítame los zapatos–Pidió el castaño.

Levy frunció el ceño confundido...el ojiverde rodó los ojos y suspiró.

-Oye quítame los zapatos... puedo mover mis pies, pero no mis piernas, quiero sentir el césped–Eren le sonrió un poco.

Levy se agachó y le quitó los zapatos más los calcetines. Tomó los pies del castaño y los dejo sobre el húmedo césped.

-Solo un rato... te enfermaras–dijo Levy y se sentó en la banca un poco lejos de él.

-Ya quiero caminar Levy... ojalá mañana pudiera hacerlo–Eren suspiró con una sonrisa y cerró los ojos para disfrutar del césped.

Levy lo quedó viendo...el menor de los Jaeger era demasiado guapo, se veía dulce y encantador, aunque cuando abría la boca todo su encanto desaparecía... bueno la mayor parte.

- ¿Qué me miras? –Preguntó Eren al toparse con la mirada del más bajo.

- ¿Por qué nunca hablas del día del accidente? –Preguntó Levy a modo de distracción-No me gusta ese día... fue muy desagradable–el castaño suspiró y empezó a mover sus pies. -Desearía olvidarlo... la caída fue muy alta y no sentir nada...

-No lo digas si no quieres–Levy se levantó de la banca. -Hace un poco de sol ¿quieres ir a algún lado?

-No... así estoy bien, siéntate y espera que me den ganas de irme–Le dijo Eren y volvió a cerrar los ojos.

Levy le puso sus auriculares a Eren reproduciendo un poco de música de piano que tanto le gustaba, al verlo sonreír se le aceleró el corazón y prefirió irse a la banca.

Cualquiera diría que son dos amigos... o sólo una buena relación laboral, pero si alguien afina su vista vera pequeños detalles que le darán a entender que el corazón está tomando partido en esta situación. Que no solo es compromiso laboral si no un sinceró cariño desinteresado por ver a un hombre curado para que retome su vida donde la dejó.

Pasos hacia el amor -Ereri (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora