Pasos hacia el amor -Ereri (Adaptación)

CAPÍTULO 40

Al final del día tanto padre como hijo se encontraban durmiendo en sus camas... ambos sedados para que pudieran descansar.

Levy iba de una habitación a otra, no quería descuidar a Eren, pero tampoco quería descuidar al señor Jaeger. Ambos hombres le importaban y quería cuidarlos.

Era otra noche de insomnio, una donde el pelinegro no conocía el dormir tranquilamente... se sentó cerca de Eren y lo quedó mirando.

-Yo me enamoré de ti sabiendo lo que eres... sabiendo que mi amor no iba a ser correspondido... sabiendo que había miles de obstáculos, aún con eso yo me enamoré de ti y lo volvería a hacer una y otra vez si es necesario–suspiró pesado y cerró sus ojos con fuerza. -Por más que quiera Eren no puedo llorar...ya no me quedan más lágrimas. Eren se removió en la cama y Levy se alejó rápidamente de su lado... hasta eso le dolía, no poderse sentar a su lado como antes.

Al amanecer le dieron las indicaciones a Eren y a Levy sobre el nuevo tratamiento de medicamentos para los próximos meses. Armin se acercó y sacó al pelinegro de la habitación.

-El señor Jaeger no puede irse a la casa todavía.

- ¿Cuánto debe quedarse?

-No lo sé... es complicado porque ayer en la noche tuve una plática con Erwin y el cree que operar al señor Grisha es la mejor solución.

- ¿Su esposa tiene conocimiento de esto? –Preguntó preocupado.

-Si... y no quiere que Eren se entere–Debes mentirle.

-Está bien, se entretiene mucho cuando discutimos y olvida todo–Levy mostro una sonrisa cansada.

-No te sobre esfuerces mucho, eres una persona Levy, tú también mereces ser cuidado. –Levy suspiró–volveré con Eren.

Armin asintió y se fue... Levy entró a la habitación y vio a un enfermero terminando de vestir a Eren.

-Nos vamos a casa–hablo el pelinegro recogiendo la ropa que el castaño había utilizado.

- ¿Y mis padres dónde están? –Preguntó serio.

-Tuvieron algo que hacer–Levy le dio la maleta al guardaespaldas de Eren y suspiró. –Adelántate en un momento te alcanzo–Eren salió y condujo su silla hasta el elevador.

-Sube a Eren al auto en un momento bajo–Le susurró al guardaespaldas y él asintió.

Levy dejó al castaño ganándose una mirada confundida...Eren sabía que por más insultos y palabras hirientes que recibía Levy por su parte, el siempre estaría ahí para él, había notado un cambio notorio en el comportamiento del más bajo, sabía que algo le ocultaba y eso lo dejaba con un sin sabor en su boca.

- ¿Sabes hacia donde se dirige el enano? –Preguntó Eren en el ascensor.

-No señor–Respondió el guardaespaldas serio, aunque sabía que sus jefes estaban en una de esas habitaciones.

.

.

-Ya nos vamos–la voz de Levy sonó suave.

-No le digas nada a Eren de cómo estoy, no quiero cargarlo con más preocupaciones– El semblante de Grisha denotaba cansancio.

-No señor, tenga cuidado que de mí no saldrá ni una sola palabra–Levy suspiró pesado y bajó la mirada al suelo. -Siento mucho todo esto... y entenderé si desea que me vaya cuando se recupere...

-No es tu culpa Levy–Se apresuró a decir Carla.

-Si yo hubiera dicho la verdad desde un principio nada de esto estaría pasando... todo esto es por culpa del estrés que sufrió por el enfrentamiento con sus hijas y Eren...

-No es tu culpa que no hayamos criado bien a nuestros hijos–Grisha suspiró pesado. -No sé cómo les cabe en la cabeza que eres menos por ser gay –Los rostros de las tres personas dentro de la habitación eran de melancolía.

-Vendré después–anuncio el pelinegro.

-No es necesario, pero gracias... Eren debe de estar necesitándote, aunque mi hijo lo niegue eres una pieza muy importante para su recuperación en estos momentos, así que por favor tenle un poco más de paciencia.

-Lo tendré en cuenta, hasta luego señores–el pelinegro hizo una reverencia y salió de la habitación.

- ¿Sabe a qué horas será la operación del señor de la habitación 8-0-9? –Le preguntó a la mujer de recepción.

- ¿Del señor Ackerman? –Preguntó ella buscando el registro y Levy hizo un sonido de afirmación. -A las 11 de la mañana...

-Gracias, ¿le puedo dejar un mensaje al doctor Arlert?

-Por supuesto–la mujer asintió y le ofreció un pequeño papel y un bolígrafo, Levy lo tomó y escribió:

Hola Armin, vendré más
tarde para la operación, por
favor si empieza antes y no estoy
envíame un mensaje.
Gracias, adiós.

                                                                                            Att. Lev

Dejó la nota y se fue rápidamente por las escaleras, bajó al estacionamiento y se subió al auto. -Que fastidio esperarte–el castaño hablo irritado después de golpear el asiento donde Levy iba.

-Lo siento–Levy estaba perdido en sus pensamientos por la situación del señor Jaeger, pero como era costumbre Eren empezó a molestarlo.

Golpe tras golpe recibió el asiento de Levy en todo el viaje de regreso a la casa, estaba cansado y aburrido, pero no decía nada... Eren últimamente sólo se portaba como un niño berrinchudo.

-Señor Jaeger por favor no le pegue al...

Eren le dio un golpe más fuerte y Levy sólo suspiró para seguir mirando por la ventana.